miércoles, 30 de diciembre de 2020

Cueva del Tornero, el coloso subterráneo de Checa (Guadalajara):

¡Bueeeenas de nuevo! ¿Vamos con una última entrada antes de acabar este año?

 

Esta vez vamos a una de las grandes cavidades de nuestro país... pero no hace falta subir a Cantabria para ello. Nos acercamos a la vecina provincia de Guadalajara para echar un vistazo a la Cueva del Tornero, una de las grandes de nuestra comunidad autónoma.

 

David, Hermano Errante y yo, a la salida, tras 5 horas de visita a la Cueva del Tornero.


Con sus actuales 20 kilómetros de galerías exploradas, tan sólo se ve superada en nuestra comunidad por la gran Cueva de los Chorros, en Riópar (Albacete), que con cerca de 40 kilómetros aún le saca un buen trecho...

 

Teníamos al Tornero en el punto de mira desde hace tiempo y así, este verano nos desplazamos a pasar un par de días por el Parque Natural del Alto Tajo: Hermano Errante, David (el mismo punky madrileño que nos acompañó a la Cueva de la Canaleja en esta ocasión) y el que  escribe. Además, de lujo... porque David insistió en que fuésemos en su auto-caravana y, oye... ¡vaya pasada de nave espacial tiene el colega!

 

Panorámica desde el 'parking' en el Puntal del Acebo. 

El caso es que nos subimos sin prisas a los indescriptiblemente bellos parajes del Alto Tajo (pasando por Peralejos de las Truchas y Chequilla) hasta llegar a Checa, en cuyo municipio se encuentra la entrada a la Cueva del Tornero.

 

Mapa de la zona.
La Cueva del Tornero (recuadro rojo) se encuentra unos kilómetros al Sur de la población de Checa, en Guadalajara.

 

Pasado el pueblo, iremos en dirección sur hasta coger caminos que, aunque no estaban en muy mal estado, tienen puntos delicados. Hay muchas opciones para realizar la aproximación a la cueva, y el camino que lleva a la más corta es el que seguimos. Hay también indicaciones en el camino, así que no tiene gran dificultad llevar el coche hasta la zona de aparcamiento.

 

Tras aparcar en el paraje llamado "Puntal del Acebo", junto a una tinada de ganado reformada, nos ponemos el equipo y nos preparamos algo de comer para hacer un descanso dentro de la cavidad.

 

Panorámica desde la parte alta, mientras bajamos al fondo de la Hoz Seca.

 

Vamos a ver la zona "comercial" de la cavidad: la Galería de entrada, el Sifón Maricarmen, el comienzo de la Galería Este hasta el sifón terminal de la topografía del Grupo SIE de 1967, y echaremos un vistazo al comienzo de la Galería Norte (D-5), hasta el 2º Sifón, si el agua dentro de la cueva nos lo permite, claro...

 

O sea que, más o menos, vamos a recorrer lo que topografió el Grupo SIE (Sección de Investigaciones Espeleológicas del Centro Excursionista Aguila de las Corts, de Barcelona) durante sus exploraciones en el año 1967.

 

Topografía del SIE, realizada en 1967. Éste es, más o menos, el recorrido que hicimos.


Como vemos en la topografía anterior, se le daba un desarrollo de 3150 metros a la cavidad.

  

Ahora viene un poco de historia de esta cueva... si no te mola mucho (no quiero aburrirte) baja hasta la siguiente foto... ;)

 

La cueva del Tornero se conoce desde hace mucho tiempo. Ya la mencionaba en 1829 Fco. Javier de Cabanes, en un escrito. En 1896 es incluida en el primer catálogo de Cuevas y Simas de España, de Gabriel Puig y Larraz.

 

En 1970, entre la SIE y el Grupo Espeleológico Minas (de Madrid), habían realizado un plano en planta que arrojaba ya 10 kilómetros de galerías.

 

En 1980 los miembros de la Asociación Espeleológica Conquense Lobetum (a la que perteneció Padre Errante, y también mi hermano y yo) estuvo explorando y topografiando la cavidad. Hicieron un vivac en la boca de entrada para poder explorar lo máximo posible durante dos días.

 

Más tarde cayó un poco en el olvido (aunque se siguieron realizando trabajos en ella y buscando otras entradas en la Hoz Seca) hasta que en 2017 el Equipo de Exploraciones de la Cueva del Tornero (EECT) dio una gran sorpresa.

 

Aprovechando una sequía en la zona, se descubrieron varios kilómetros más de galerías (en la zona Este de la cueva) que antes el agua se aseguraba de mantener inaccesibles, y que hacen que el desarrollo de la cavidad ahora sea cercano a los 20 kilómetros, aunque eso no es todo: según los estudios hidrológicos realizados por el EECT, los puntos de infiltración (donde el agua se cuela en la tierra para recorrer un viaje subterráneo antes de volver a salir a la superficie) sugieren que tiene que haber más galerías que podrían dar un desarrollo total de, ¡35 kilómetros!

 

Eso sí, que la gente no se emocione. Esa zona aún está en exploración y no se permite su acceso por el momento. Hasta que se hayan balizado zonas de paso y concluido las labores del EECT, hay que respetar sus trabajos y no meterse (ni dejar que se metan) en esas zonas de exploración.

 

Conclusión: aunque nosotros vayamos a hacer un recorrido casi "comercial", estamos en una cueva grande. Muy grande. Y que aún no ha descubierto todos sus encantos.

 

Vamos al lío.

 

Antes de meterse en la Cueva del Tornero... hay que bajar hasta ella. Y, eso, aunque parezca fácil, quizá no lo sea tanto con 300 metros de desnivel hasta el fondo de la hoz...

 

Mapa de ubicación de la Cueva del Tornero.
En el recuadro amarillo he marcado la zona de aparcamiento más próxima, donde nosotros dejamos la auto-caravana.
En el recuadro rojo se marca la situación de la cueva, unos 30 metros sobre el fondo de la Hoz Seca.

Hay que bajar por ahí:

Nos acercamos al borde superior de la Hoz Seca. Hay que bajar hasta el fondo del barranco por un auténtico 'camino de cabras'.


Es escarpado, hay rocas sueltas, la pendiente es muy elevada... pero no tenemos ningún problema. La senda está delimitada con mojones de piedras cada cierto espacio, y no tuvimos dificultad para bajar. Eso sí, con ese desnivel de 300 metros, la subida tras la visita a la cueva se puede hacer durilla... (aunque lo es menos si piensas en la cerveza que te espera a la vuelta en la nevera de la auto-caravana, jejeje)

 

Vídeo desde la zona superior de la impresionante Hoz Seca.


Una vez abajo, localizamos rápido la boca de la cueva, siguiendo la senda.

 

Gran boca de entrada a la Cueva del Tornero.

Vídeo mostrando la boca de entrada.

 

Esta senda está bastante pisada, ya que hay empresas multi-aventura que organizan visitas para principiantes a esta cavidad, y por lo tanto suele esta concurrida.

 

Vamos a nuestra bola, pero más tarde nos cruzaríamos con un grupo de gente que entró poco después de nosotros.

 

Hermano Errante terminando de ponerse la equipación.


Vale, ¡pues pa' dentro!

 

Avanzamos tras pasar un estrecho (no mucho, en realidad) cercado con piedras para que el ganado (que antaño dormía a refugio de la gran boca de entrada) no se colase dentro.

Vamos dando los primeros pasos en este inmenso mundo subterráneo.

Primeras galerías de la Cueva del Tornero.

Estamos en la ancha galería de entrada. Tras un recodo a la izquierda encontramos una bifurcación. Seguimos por el de la derecha que, tras unos 200 metros de galería muy cómoda y lavada por el agua, nos llevará al desvío hacia la derecha que nos conduce al Sifón Maricarmen.

 

Andando cómodamente por la ancha Galería de entreda.

Algunas pequeñas formaciones en esta parte de la cueva, la cual es activa 
y escupe un río por aquí durante época de lluvias.

Una vez nos desviamos hacia el sifón, la forma de la galería cambia.

Andamos ya hacia el Sifón Maricarmen.
 

Un poco de espeleogénesis (ciencia que estudia el karst y la formación de cuevas) 
de andar por casa.

Avanzamos sin mucha dificultad por zonas de roca lavada por el agua al correr por aquí con fuerza en época de lluvias.

 

Hasta que llegamos al precioso sifón.

 

Hermano Errante sentado junto al Sifón Maricarmen

Este sifón tiene unos 20 metros de largo, aunque en época de gran sequía por aquí se podría salir al exterior. 

La salida se conoce como Cueva del Agua, y da directamente a la Hoz Seca. De hecho, al pasar por la senda del fondo de la hoz hacia la boca de la Cueva del Tornero, echamos un vistazo para ver cómo andaba el nivel en la boca Cueva del Agua. Vamos, que son dos bocas de una misma cueva, aunque el acceso al exterior desde ésta suele estar ocupado por agua gran parte del año (o durante años, si no hay una gran sequía).

 

Hago otra foto del sifón, donde aparezca también David:

 

Otra foto de este bonito sifón cercano al exterior.

David nos hace una foto a Hermano Errante y a mí:

 

Hermano Errante, y yo sentado más arriba. Foto cedida por David (Punky).

Y, se acabó el postureo aquí. Vamos a otro sitio.

 

Como por ejemplo, éste:

 

David y Hermano Errante posan junto a un bonito gour.

Malditos posturetas... jajajajaja

 

Va. Volvemos de nuevo hacia la galería principal.

 

Ahora vamos en dirección Este, hacia la Galería de la Virgen. ¿Y ese nombre?

 

¡Ah, claro! ¡Por esto!

 

Estalagmita llamada 'la Virgen' que da el nombre a esta galería.

Otra imagen de 'la Virgen'.

Sí, es una estalagmita. Alguien dijo que se parecía al manto de una virgen (de ésas de Semana Santa), y así se llamó este tramo...

 

'La Virgen' y algunas pequeñas estalactitas cercanas.


Avanzamos, buscando el sector Este, donde queremos ver el sifón terminal de la topografía del 67,

 

Coladas y algunas formaciones de esta parte de la cueva.


Mientras Hermano Errante y David cambian las pilas de sus frontales, yo destrepo por una zona a las galerías inferiores.

 

No sé muy bien si éste es el sitio, así que grabo el siguiente vídeo, y vuelvo a trepar para ver si mi hermano o David han visto algún otro paso que no sea este destrepe. Estamos cerca de la zona llamada 'el Laberinto' y debemos orientarnos bien.

 

Me adelanto un poco para ir reconociendo el terreno,
pero no tengo muy claro si es por aquí o no...


Tras subir y hablar con Hermano Errante y David, bajamos todos otra vez por donde me había adelantado momentos antes. Miramos la brújula, andamos un poco y vemos un panel informativo que indica que dejamos atrás la entrada a el 'laberinto'. Vamos bien orientados.

 

Confirmando el rumbo con la brújula para ver si vamos en buen camino.

 

Por aquí vamos viendo algunas coladas y algún espeleotema más:

 

Grandes coladas al comienzo de la Galería Este.


La galería es ancha y tiene tramos con suelo de grava. Nos vamos aproximando al sifón, que no es sifón... y es que, en época de sequía se puede cruzar con un bote hinchable. Así que, es un lago, en lugar de un sifón; aunque no pensamos cruzarlo.

 

Estamos llegando al sifón, fin de nuestra andanza por este sector.


Llegamos hasta el sifón-lago, pero no es tan bonito como el verde Sifón Maricarmen que hemos visto antes. Es un gran charco que va aumentando su profundidad.

 

Aquí nos damos media vuelta.

 

Paramos un segundo en un rincón muy chulo a que me hagan esta foto:

 

También tengo derecho a salir en alguna foto, ¿no?


Y regresamos de nuevo a las inmediaciones de la Galería de la Virgen. Habíamos visto una cuerda instalada en fijo, y creíamos que por ahí debía de estar el acceso al sector Norte (de unos 6 kilómetros de longitud) al que queríamos ir a dar una vuelta.

 

Total, que nos ponemos a subir un escarpe ayudados por la cuerda...

 

David trepando ayudado de una cuerda instalada en fijo.

Trepando (innecesariamente) hacia una galería que no buscábamos... ea.
Puede haber confusiones aun con la topografía en la mano. Hay que ir atento siempre.


Y tras llegar arriba no nos convence nada lo que vemos. Esto no tiene ninguna pinta de ir al sector Norte. La sección se reduce hasta hacerse una gatera y parece que lleva otro rumbo. Toca volver a bajar por la cuerda, regresar por la Galería de la Virgen, y buscar más atrás el acceso.

 

Tras bajar por la cuerda, volvemos por la galería de la virgen y, en un rincón que nos parece cómodo, hacemos un alto para comernos los bocatas y coger fuerzas.

 

Tras la parada para comer, y echar unas risas, seguimos buscando el sector norte.


Ahora sí. Vamos en buen camino.

 

Algunas formaciones.

David superando un charco.

Microgours.


Y, por aquí hay agua haciendo magia...

 

Efecto hipnótico del agua.


Más adelante ya vemos D5, que nos indica que es la Galería Norte. Es muy, muy larga (6 kilómetros de sube y baja constante, con pasos sifonantes y sin apenas formaciones) así que no vamos a motivarnos mucho, y con pasar el 2º sifón, nos damos por satisfechos.

 

Galerías de esta zona.

Zonas de roca lavada. Por aquí la acción del agua es evidente.


Pasamos el primer sifón (como estamos en agosto, solo es un charco) llamado Sifón Rosi, y seguimos:

 

El Sifón Rosi es solo una bóveda sifonante ahora mismo. Podemos pasar.


Pasamos también el 2º Sifón, y decidimos avanzar un poco más, pues vamos bastante rápido.

 

Ahora nos encontramos con una rampa de grava, cuyo fondo parece que está obstruido. Ésta cueva es activa, y en época de lluvias es frecuente que los pasos estrechos se colmaten de guijarros y arena.

 

Una de las 24 rampas de grava y arena que hay en este sector.


Vamos a ver más de cerca...

 

No está colmatado, ¡menos mal!


¡Vaya! ¡Se puede pasar!

 

Aunque, aquí ya... la memoria de mi móvil se llenó, y no pude grabar nada más.

 

Tampoco avanzamos mucho más. Tras subir otra zona pedregosa, seguida de una zona de grava y arena en bajada (vamos, que habíamos pasado un par de los 24 'toboganes' de este tipo que hay en el sector norte), nos dimos por satisfechos y comenzamos a desandar el camino para volver al exterior. Y es que, como se aprecia en esta topografía de Carlos Puch (donde aún no aparecen las zonas descubiertas en 2017) liarse a andar la Galería Norte (nombrada D-5 en la imagen) es algo laaaaargo.

 

Topografía de Carlos Puch, que aparece en el Catálogo de Grandes Cavidades de España.


Mientras vamos saliendo, en algún punto indeterminado, David hace esta foto a Hermano Errante:

 

Foto que hizo David (Punky) a Hermano Errante mientras volvíamos a la salida.

Y volvemos a la gran boca de entrada.

 

Nuestro recorrido nos llevó 5 horas (aunque paramos unos 20 minutos para comer algo), pero no encontramos pasos complicados ni tuvimos que arrastrarnos apenas, avanzando bastante rápido. Basta ver la relativa limpieza con la que salí de la cueva...

 

Mi aspecto a la salida, tras 5 horitas de paseo subterráneo.

Y es que, la Cueva del Tornero, es una gran, GRAN, cueva.

 

Volveremos, sin duda.

 

Para ir terminando, os dejo por aquí el enlace a un vídeo que he subido a YouTube con las imágenes grabadas durante esta visita

 

https://youtu.be/e_fPE2L50ps


Y me despido de ustedes hasta el año próximo, donde continuarán las aventuras y las visitas a lugares magníficos de nuestra geografía.

 

¡Felices fiestas y un próspero y aventurero año 2021, gente errante! 

jueves, 3 de diciembre de 2020

Castillos de las Malenas (Salinas del Manzano) y la Serreílla (Alcalá de la Vega):

 ¡Hoooooola de nuevo, gente!

 

En la entrada anterior nos dimos una vuelta por el llamado 'Castillo del Saladar' (si te la perdiste, echa un vistazo aquí), aunque el término correcto, dada su antigüedad y primeros pobladores, sería más bien el de 'Castro del Saladar'. Su origen era muy, muy antiguo... pero hasta épocas más recientes (Edad Medieval) en que se lo dotó de murallas, no era un castillo propiamente dicho.

 

Hoy sí. Hoy vamos a ver los restos de antiguos castillos, a los que ya se podría designar con tal nombre.

 

En esta entrada vamos a acercarnos a los restos de dos castillos de la zona de la Serranía Media conquense. Para ello, vamos a ir primero al Castillo de las Malenas (también llamado Castillo de la Magdalena) cercano a la población de Salinas del Manzano. Después, nos acercaremos hasta la población de Alcalá de la Vega, para dar una vuelta por el Castillo de la Serreílla, donde se encuentran los restos del castillo más antiguo de la provincia de Cuenca.

 

¿Te vienes a conocer estos lugares con tanta historia?

En la parte superior aparecen restos de la torre del Castillo de la Serreílla, en Alcalá de la Vega.
En la parte inferior, tenemos algunos restos del Castillo de las Malenas, en Salinas del Manzano.

 ¡Vamos a ello!

 

El Castillo de las Malenas (o de la Magdalena), está a 1223 metros de  altitud, y encajado en un promontorio entre dos ramblas, que en los mapas aparecen sin nombre. En realidad, no está el castillo al completo, sino que nos encontramos con algunos restos que han sobrevivido durante siglos a las inclemencias del tiempo.

 

Vamos a situarnos un poco mejor, ¿vale?. Estamos a poco más de 2 kilómetros al Suroeste de la población de Salinas del Manzano, en un camino junto al cauce seco del Río Henarrubia. Os pongo por aquí un mapa, con el camino donde dejé el coche y la ruta a pie hasta los restos del castillo.

Ubicación del Castillo de las Malenas (a la izquierda del mapa).
En amarillo está marcado el itinerario por camino desde la carretera nacional 420 hasta el lugar de aparcamiento (el camino está en buen estado). En azul está marcada la ruta que seguí a pie, 'campo a través' para subir los 120 metros de desnivel desde el camino hasta los restos del castillo.
(Pulsar sobre la imagen para ampliar)


 Desde el kilómetro 509 de la carretera Nacional 420 se pueden ver los restos de la torre que quedan en pie.

 

Antes de aparcar el coche, en el camino de acceso al castillo, paro para hacer esta foto:

Desde aquí ya vemos el castillo, y la cuesta que me va a tocar subir... ea.


 Avanzo un poco más, hasta llegar a las faldas de la ladera sobre la que se situaba este bastión defensivo.

 

"Pues nada... que voy a subir por ahí. A lo recto".

Por la cuesta de la imagen anterior, hay que superar un desnivel de 120 metros hasta llegar a la parte alta. Me pongo a ello, y llego... asfixiado, la verdad.

Bueno, parece que ya estamos cerca, ¿no?


 Ya se ven los restos de la torre.

 

Para hacernos una idea del tamaño de esta fortaleza, primero echemos un vistazo a la siguiente imagen aérea:

Aspecto a vista de pájaro. Parece que había dos recintos, o dos murallas defensivas...
 

Aquí mismo, ya parece que puede haber más restos, lo que indicaría que el anillo de murallas podría haber llegado hasta este punto, aunque ahora hay un muro nuevo construido para acondicionarlo como un mirador, que nos da una visión inmejorable del valle excavado por el Río Henarrubia, afluente del Río Mayor.

Primera vista de los restos del castillo desde este mirador.

Panorámica desde aquí.


 Seguimos avanzando hacia los restos.

Me voy acercando hacia el interior del recinto.


 Entramos en lo que antaño sería el recinto:

Lo que queda del interior del recinto amurallado.


 Y me encuentro con este foso:

Foso en el interior del recinto. ¿Sería un aljibe? Pinta tiene, la verdad...

 

Y claro... no contento con verlo, me tuve que meter dentro a ver qué se había...

Interior del foso que hay en el recinto del Castillo de las Malenas.


Parecía una canalización subterránea para el agua, pero... a saber.

 

Voy a asomarme al valle del otro lado, al contrario de por donde he subido, a ver qué vistas tenemos:

Vista del terreno a este lado de las murallas.

 Después de deambular por el patio de armas del castillo, hago esta panorámica de los restos del recinto: 

Panorámica desde el recinto.

Y vuelvo al mirador que hay frente a los restos de la torre para hacer esta otra panorámica del valle del Río Henarrubia:

Vistas del valle del Río Henarrubia desde la parte delantera de los restos del Castillo de las Malenas. A la derecha de la imagen (en el fondo del valle) está la población de Salinas del Manzano.


¿Por qué estaba esto aquí? ¿Quién lo hizo?


Bien, ahora, vamos con algunos datos históricos de este lugar.

 

Este Castillo de las Malenas es de origen árabe, construido durante el período de los Reinos Taifas (a partir del año 1031, siglo X).

 

En la época musulmana, comprendida entre los siglos X y XII, que precede a la conquista cristiana, el castillo de las Malenas se encuentra formando parte de la línea defensiva de la zona, junto con otros enclaves como: la Torre de Barrachina (lugar que visité aquí) o el Castillo de la Serreílla que veremos más adelante en esta entrada.

 

Desde este lugar se dominaba 'el Camino de Moya o ruta del Cid' (que va de Valencia hasta los Montes Universales) pasando por aquí.

 

Posteriormente, entre los años 1176 y 1183, esta zona fue reconquistada por los cristianos y así Salinas del Manzano, junto a Cañete, Salvacañete, Alcalá de la Vega y Boniches, fueron repobladas para su consolidación cristiana con gente proveniente de la zona de León, Astorga, Burgos y Mondoñedo.

 

Luego, el castillo cayó en desuso y el tiempo lo fue devorando hasta dejar los escasos restos que se pueden ver hoy en día.

 

Una vez aprendido algo más de historia, vamos a ir bajando de este lugar.

 

Para la bajada, escogí un camino que parte en dirección Sur desde los restos, e hice esta última foto a la fortaleza.

Último vistazo los restos de este castillo desde el otro lado de la rambla que tiene en su parte Este.

Bajando por aquí me encontré con un pequeño merendero

Pequeño merendero en la rambla que queda al lado Este del castillo.


Y seguí el camino hasta encontrar un sitio para bajar 'campo a través' de nuevo hasta el coche.

 

Antes de volver, eché un vistazo a algo curioso. A ver, os explico: El nombre de Salinas del Manzano, no es casual. No. Aquí hay un afloramiento de agua con muchísima sal que ya conocían en época de los romanos. Quinto Fulvio Flaco ya realzó la importancia de las fuentes salinas de la zona en el año 181 a.C. Por ello, en las inmediaciones de las fuentes salinas se han encontrado hallazgos como cerámica y algún molino  romano.

 

Pues bien, el Río Henarrubia arrastra parte de esas sales de las fuentes cuyas aguas desembocan en él, y forma una costra salina en el valle que hay a los pies del Castillo de las Malenas, tal y como os muestro en este vídeo.

Costras de sal dejadas por algún desbordamiento del Río Henarrubia, que desemboca en el Río Mayor más adelante.


Y, bueno... ya conocemos todos un poco más sobre este castillo cercano a Salinas del Manzano.

 

Os dejo por aquí el vídeo que he subido a YouTube sobre este castillo:


https://youtu.be/9Rsomg7afUYv

 

Y ahora, vamos con otro...

 

¿Me acompañáis a echar un vistazo a las ruinas del castillo más antiguo de la provincia de Cuenca? ¡Vamos, va! ¡Que no está lejos de aquí!

 

Vamos pues, a asomarnos al serpenteante Río Cabriel, desde las ruinas del Castillo de la Serreílla, en la localidad  de Alcalá de la Vega.

 

Para llegar hasta el lugar (viniendo desde Salvacañete) debemos pasar de largo la población  y, antes de llegar al kilómetro nº 4 de la carretera CUV-5002 que va hacia Campillos-Paravientos, debemos coger el camino que sale a mano izquierda en dirección a la Ermita de Nuestra Señora de Alcalá, que se encuentra junto a las ruinas que buscamos. En línea recta, el Castillo de la Serreílla se encuentra a 2,3 kilómetros al Sur de Alcalá de la Vega.

 

Dejo el coche cuando el camino se pone un poco jodido y echo a andar.

 

En un recodo ya veo mi objetivo, pero antes... vamos a situarlo en un mapa, ¿no?

En rojo he marcado el tramo de camino que recorrí hasta aparcar el coche.
En verde, está marcada la ruta que hice a pie, siguiendo el mismo camino por el que venía.
(Pulsar sobre la imagen para ampliar)


Lo que se ve desde el cielo es esto...

Vista aérea del enclave de este castillo.


Y desde el camino, se ve así:

 

¡Ahí lo tenemos! ¡Los restos del castillo más antiguo de la provincia!

Desde luego, se buscaron un buen sitio para vivir...

Me sigo acercando. Hago un par de panorámicas, para intentar mostrar algo más del entorno que rodea a esta fortaleza.

 

Vistas panorámicas de ambos lados del castillo.

El promontorio sobre el que se alzan las ruinas, tiene en este lado una pendiente muy abrupta. Me da por pensar que de ahí sacaron, en alguna época, la piedra para construir alguno de los muros o estancias de este castillo. O, puede que  fuese un foso defensivo...

Corte de la pared debajo de este lado de la torre.


 Desde aquí abajo ya se ven algunos restos de muralla.

Lienzo de muralla que da al lado Oeste.

 

Y, desde un poquito más adelante, ya vemos el hueco de la entrada a la torre, que es casi el único vestigio de esta fortaleza que queda en pie, eso sí, mejor conservada que la torre del Castillo de las Malenas que vimos antes.

¡Vaya, la torre está en mejor estado de lo que me esperaba! ¡Que tiene más de 1300 años!

Estamos ya junto a la Ermita de Nuestra Señora de Alcalá, que se construyó cerca de los restos de este castillo.

Ermita de Alcalá de la Vega.

Aquí ya parece que hay algo. Se trata de una depresión en el suelo, y parece claramente excavada. ¿Estaremos ante el antiguo aljibe de esta construcción?

¿Un aljibe? Posiblemente...


Hago otra fotografía panorámica desde este punto, mostrando lo poco que queda de este castillo: los restos de la torre, y una esquina de la muralla defensiva.

Panorámica desde la ermita hacia los restos del castillo.

Antes de acercarme a los pies de la torre, me asomo a este lado de la hoz tallada por el Río Cabriel.

Vistas de la hoz del Río Cabriel sobre la que estaba encaramada esta fortaleza.


Otra panorámica de la torre desde aquí... (hay que ver, lo que me gustarán las panorámicas, ¿eh? jaja)

 

Otra panorámica, esta vez más cerca de los restos de la torre.

Y, me sigo acercando. 

Mucha paciencia exigiría colocar todas esas piedras...

 

Rodeo la torre, y grabo éste vídeo por el otro lado:


Y vuelvo en dirección a la ermita para asomarme al río y ver cómo está la bajada.

 

Al volver, me encuentro con esto que no había visto antes: los restos de un cartel donde se informaba del origen de este castillo aunque, como veis, algún 'hijo de puta' (porque no tiene otra definición) se encargó de hacerlo pedazos.

Restos del cartel informativo del origen del Castillo de la Serreílla.

Tras haber recorrido este lugar, vamos con los datos históricos.

 

En el año 714 una guarnición bereber se instaló aquí, y dio comienzo a la construcción de este castillo, que en árabe se llamaba Al-Qala o Akakla (de ahí viene el nombre del municipio: Alcalá). Al mando de dicha guarnición se encontraba Al Samh Ben Zennum. José Antonio Almonacid hizo un estudio del lugar, y en él afirma que los Ben Zennum fueron los principales instigadores de una revuelta contra el califato, la cual acabó dando paso a los Reinos Taifas, donde las tierras se dividían en 'Coras'. Así, en adelante, la familia Ben Zennum fue la líder de la llamada 'Cora de Santaver', que comprendía la provincia de Cuenca, el rincón de Ademuz y la parte sur de la provincia de Guadalajara.

 

Recordad un apunte, como he mencionado en algún punto de la entrada, estamos ante el castillo árabe más antiguo edificado en la provincia de Cuenca. Y eso, ya de por sí, tiene su mérito.

 

Fue un bastión inexpugnable hasta que en 1210 (tras casi 500 años de dominio musulmán) fue reconquistado por Pedro II de Aragón. Eso sí, al poco tiempo volvió a caer en manos árabes.


Finalmente, en 1219, fue definitivamente reconquistado por los cristianos al mando del Arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada.

 

Posteriormente se le ha llamado Castillo de la Serreílla, ya que algunas voces afirman que tal era el nombre de este enclave antes de que llegasen los árabes, cuando los visigodos aprovecharon algunas construcciones de origen romano edificadas con anterioridad, y las fortificaron.

 

El caso es que, por aquí han pasado muchas generaciones, y eso se atestigua en la gran cantidad de restos de cerámica que se pueden encontrar en la loma que desciende desde la Ermita hacia el Río Cabriel, donde encontré éste fragmento, además de otros...

Restos de cerámica encontrados cerca del castillo.


Es difícil hacerse una idea de cómo serían estas construcciones en su pleno apogeo, pero basta darse una vuelta por sus inmediaciones y dejar volar la imaginación, para intentar componer una imagen idílica de estas fortalezas llenas de gente caminando de un lado para otro en sus quehaceres. Son lugares con magia. Lugares históricos.

 

Y, bueno... pues ya sabemos todos algo más sobre la historia de los castillos musulmanes de esta zona, ¿no? Eso sí, aún quedan muchos más, como: el Castillo de Cañete, el de Boniches, el de Laguna del Marquesado, el de Moya, el de Mira, el de Albarracín... etc.

 

Así que, ¿quién sabe? Quizá más adelante, en una entrada futura, veáis alguno más de los castillos que hay desperdigados por toda esta zona de nuestra provincia...

 

De momento, os dejo por aquí el enlace al vídeo de los restos históricos del Castillo de la Serreílla que he subido al Tubo, y me despido hasta la siguiente entrada.

 

https://youtu.be/0N_uLRjq56w

 

¡Hasta la próxima!