martes, 7 de enero de 2020

Cueva de la Canaleja, en Valdecabras (Cuenca)

Primeramente: ¡¡Hola de nuevo a tod@s y feliz año 2020!!

Y ya, sin más preámbulos, vamos al lío.

En esta ocasión no me pararé mucho en la parte de la localización de la cueva, ya que aparece marcada en los mapas y se puede encontrar alguna referencia buscando un poco por internet. Es una cavidad bastante conocida y de acceso fácil y rápido. Estamos en Valdecabras, pasado el pueblo, aproximadamente en el kilómetro 13,5 de la carretera que nos lleva hacia la Ciudad Encantada. Es una gran curva inconfundible.

Son varias las visitas que hemos hecho a esta cavidad que nunca defrauda. Aunque, sí es verdad que, nunca hemos llegado hasta su final...

Que, ¿por qué no hemos llegado a su final? Por falta de fe, la verdad.

A ver... hay que matizar que, esta cueva es peligrosa. La primera parte no tiene excesiva dificultad, salvo por un par de pasos estrechos que hay que atravesar retorciéndose como una lagartija... pero más adelante la cosa se pone peliaguda, y hay que andar con todos los sentidos alerta. ¿El motivo? Que en ese tramo, y hasta el final, hay una grieta en medio del suelo sobre la que vamos progresando, buscando apoyos con un mano y un pie a cada lado. Una gran grieta que, si bien es muy estrecha por abajo en su mayor parte como para que nos colemos en el piso inferior en caso de caída, te pone en tu sitio y te hace ir tenso casi constantemente. También hay tramos con bastante arcilla, donde manos y pies parece que se quieren dejar resbalar hacia el vacío que muestra esa grieta. Y, la verdad sea dicha, a mí siempre me ha parecido que el mínimo error en esa cueva puede hacer que no vuelvas a ver la luz del día jamás, porque una camilla no cabe ni de coña por los primeros pasos estrechos... (y creo que, si tuviesen que hacer voladuras en caso de emergencia, deberían que cargarse más de media cueva).

A ver, esto no es por meter miedo, ¿eh? Es por advertir. Meterse en esta cueva no es ninguna tontería.

Topografía realizada por el Grupo ONZA y extraída del Avance al Catálogo de Cavidades de la provincia de Cuenca.

A parte de esto, es una cavidad muy curiosa. Está llena de pequeños espeleotemas (estalactitas finas, estalagmitas a punta pala, columnas, algún pequeño gour...) aunque ya no se trata de una cueva activa. Esos espeleotemas ya no crecen. No corre agua por esta cavidad, ya que a lo largo de los siglos el curso hídrico ha excavado una cueva, 30 metros debajo de ésta: la Surgencia  de la Canaleta.

Según el Avance al Catálogo de Cavidades de la Provincia de Cuenca el piso superior tiene una longitud total de 120 metros, en base a la topografía realizada por el Grupo ONZA hace ya muchos años.

Bueno, pues la primera vez que me metí allí (y todas las demás, también) iba acompañado de Hermano Errante. Para ésa época aún íbamos con los monos de tela. Aquella fue la vez que más nos adentramos, llegando hasta la "campana" donde se encuentra el pozo final, el cual no descendimos por falta de material (íbamos sin cuerda, arnés ni equipo de progresión vertical).

Eso sí la inconsciencia de esa primera visita nos permitió llegar más lejos que las posteriores...

Dejo por aquí las fotos que me hizo Hermano Errante en aquella ocasión, aunque no salen fotos de la zona de la grieta... porque, hasta sacar la cámara en ese tramo para hacer alguna foto es peligroso (se te puede caer la cámara, o peor aún, tú).

Una de las zonas estrechas de la cavidad.

Progresando por un paso bajo.

Este paso es algo incómodo... pero no tiene dificultad, a pesar de lo que muestra la foto.

Gatera en ascenso.

Zona bastante concrecionada.

Rincones como éste, hay varios en la cueva.

Uno de los pasos estrechos. Éste es más cómodo a la salida (como se muestra en la foto) que al entrar.

Esta cueva no tiene salas amplias en su piso superior, sino que es más bien estrecha. Un meandro subterráneo abierto por el agua hasta excavar su fondo y formar una cueva inferior, seguramente a expensas de materiales más blandos y fáciles de erosionar.

En las ocasiones que hemos entrado en esta cavidad, hemos recorrido siempre el piso superior. Me gustaría echar un vistazo al piso inferior cuando volvamos... pero antes hay que encontrar el lugar por el que se desciende (¿será la campana final hasta donde llegamos la primera vez?).

En otra visita, llevamos con nosotros a Aitor, compañero de Fotoespeleo QNK. No nos adentramos demasiado, pero Aitor tuvo el valor de meter la cara cámara de fotos por estos estrechos pasajes y nos hizo esta instantánea, que quedó muy chula:

Hermano Errante (abajo) y yo, posando para el objetivo de Aitor.

Hace poco volvimos otra vez por allí, para mostrar esta cavidad a un par de colegas que no la conocían. Tampoco llegamos hasta el final, ya que en la zona de la grieta empezamos a tener algunas dudas...

Dejo por aquí las fotos de aquella última ocasión en que visitamos la cueva:

David progresando sobre la grieta.

Hermano Errante observando la salida de David de uno de los pasos estrechos.

Estalagmitas. Una lisa y otra con protuberancias. ¿Por qué son diferentes? ¿A causa de un goteo? Ni idea.

Éste rincón salía en una de las fotos de nuestra primera visita, también.

Gestionando mi paso por una gatera.

"Vengaaaaaa. Un poco maaaaaaaas y ya lo tengo"

Ejemplar de Meta Menardi (Araña grande de cueva Europea) cerca de la boca de esta cavidad.


Antonio saliendo al exterior.

También tengo varios vídeos de esta última visita, pero en lugar de ponerlos aquí uno a uno, os dejo el enlace al vídeo completo que he subido a YouTube:

https://youtu.be/K6wmH_MSmEs

Y, con esto comenzamos el año... a ver por dónde discurren nuestros pasos en este 2020...

¡Hasta la próxima lectores errantes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres dejar un comentario? ¡Éste es tu espacio!