viernes, 20 de enero de 2023

Eremitorios de la Alcarria II: Yacimiento del Cerro Lotero (La Ventosa) y Castillo de Ahmed-Hud (Villanueva de Guadamejud)

 ¡Bienvenid@s a una nueva entrada lectores errantes!

 

Seguimos por la zona de la Alcarria conquense.

 

En la misma jornada en la que se desarrolla la entrada anterior (ver aquí), junto a Jaime y su perra Kalma, nos acercamos a un par de sitios más de la zona: el yacimiento de la Edad del Bronce del Cerro Lotero (o Cerro El Otero) en La Ventosa; y a otro conjunto de eremitorios situado junto a la Ermita de Villanueva de Guadamejud y llamado 'Castillo de Ahmed-Hud'.

Panorámica del eremitorio principal del 'Castillo de Ahmed-Hud' en Villanueva de Guadamejud.


RESTOS DEL POBLADO DEL BRONCE MEDIO DEL CERRO LOTERO

Vamos a acercarnos primeramente al Cerro Lotero, situado a 2 kilómetros al Suroeste de la población de La Ventosa.

 

Situación del yacimiento del Cerro Lotero, al Suroeste de La Ventosa.


Tras ojear el libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' de Margarita Díaz-Andreu García vi que había restos de un poblamiento celtíbero por la zona y decidí incluirlo en mi ruta de aquel día.

 

Aquí tenemos el Cerro Lotero visto desde su base. Ahora, ¡para arriba!


Os explico un poco la vida de los celtíberos en la Edad del Bronce.

 

En la Edad del Bronce hay tres subdivisiones: Bronce Inicial, Bronce Medio y Bronce Final. Los restos del yacimiento del Cerro Lotero están datados en el Bronce Medio, comprendido aproximadamente entre el 2000 y el 1200 a.C. (igual me equivoco, pero parece ser que no hay un acuerdo unánime sobre las fechas concretas de cada período)

 

En esta época, los poblamientos se llevaban a cabo en 'cerros testigo' (cerros solitarios con buenas vistas del paisaje circundante) situados cerca de las márgenes de cauces fluviales (en este caso tenemos el Río Guadamejud a poco más de 3 kilómetros al Norte y los Arroyos de Muñidor y del Hoyo a unos 800 metros al Este uno y al Oeste el otro). Los enterramientos rituales se realizaban en cuevas naturales.

 

Al parecer, este 'cerro testigo' estaba defendido en su base por un muro de piedra (del que nosotros no vimos ningún resto) aprovechando una cornisa caliza que se halla en el lugar, y posee una gran visibilidad de la zona.

 

Desde su base parece ser un cerro aislado, pero una vez arriba nos damos cuenta de que se trata de un espolón de un páramo de mayores dimensiones, situado 120 metros por encima del resto del paisaje circundante. Este poblamiento se ha estimado que ocupaba un área de unos 1200 metros cuadrados, por lo que era más grande que la mayoría de yacimientos de esa época encontrados por la zona...

 

Croquis topográfico del Cerro Lotero extraído del libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' escrito por Margarita Díaz-Andreu García


En el primer estudio, realizado por Martínez Navarrete, se hallaron muchos restos de cerámica y adobe de las casas que allí había, recogiendo material en superficie por toda la cima del cerro, aunque con mayor abundancia de restos en la parte Suroeste.

 

Dejo por aquí una imagen sacada del libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' de Margarita Díaz-Andreu García con un croquis de algunos restos encontrados en este yacimiento:

 

Restos cerámicos encontrados en este yacimiento.
Imagen extraída 
del libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' escrito por Margarita Díaz-Andreu García


Pues bien, aparcamos el coche junto al camino que nos ha traído hasta aquí, ascendemos hasta la cima, y esto es más o menos lo que nos encontramos:

Parte superior del Cerro Lotero, donde se encontraba el poblado celtíbero
 

Nada más llegar, en el hueco que ha dejado en el suelo un árbol derribado, encuentro un primer pedazo de cerámica celtíbera.

 

Sigo dando una vuelta por esta atalaya poblada hace muuuucho tiempo:

 
Otra de las vistas desde este Cerro, y... ¡anda! ¡más cerámica!

 
Efectivamente, se encuentran fácilmente restos de cerámica en superficie.
Restos de cerámica en el Cerro Lotero


Cerámica encontrada en un momento

 

Todo esto encontrado en superficie y en poco tiempo.


Hacemos una parada para comernos el bocata y bebernos una cervecita, mientras sigo encontrando restos:

 

Más restos de cerámica

Éste había sido un 'bonus track' de nuestra ruta, porque pillaba cerca de la zona. Quizá más adelante haga algunas entradas con más yacimientos de los nombrados en el libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' pero, de momento, vamos a seguir con los eremitorios.

 

¿'CASTILLO DE AHMED-HUD' O EREMITORIOS VISIGODOS 'REUTILIZADOS?'


Para ello, desde La Ventosa seguimos por la carretera CUV-2123 en dirección a Villanueva de Guadamejud donde, pasado el kilómetro 6 (junto a la Ermita de Nuestra Señora de Guadamejud, antes de llegar al pueblo) sale un camino a la izquierda. Aquí dejaremos el coche para dar una vuelta por los restos del llamado 'Castillo de Ahmed-Hud'.

 

Situación del 'Castillo deAhmed-Hud'.
Pulsar sobre la imagen para ampliar.


En el libro 'Pueblos de Cuenca' de Miguel Romero, en referencia a Villanueva de Guadamejud se dice lo siguiente: "Aquí cabalgan juntas la historia y la leyenda pues a bien tienen en esos restos fortificados de lo que, según algunos, fuera el castillo del árabe Aben Hud, cabecilla que intentó independizarse de la Kora de Santaberiya y que, tal cual sucede en muchos otros lugares, diese el nombre al río que por allí pasaba."

 

Vamos, que se asegura que estos restos son de origen árabe, y uno de los jefes que pasaron por la zona le puso su nombre al río (la traducción de Guadamejud sería wādi- 'Río'; de 'Ahmed-Hud' el nombre del jefe)

 

No obstante, como vimos en la entrada anterior (ver aquí) según algunos estudios, en tiempos visigodos (anteriores a la llegada de los musulmanes) ya había habido una gran migración de ermitaños o cenobitas impulsada por un personaje venido desde el norte de África (San Donato) hacia el año 560 a las tierras de lo que ahora es la Alcarria conquense. Los musulmanes llegaron a la zona sobre el año 888 (según el libro 'Arquitectura Popular de la Alcarria conquense' de José Luis García Grinda, donde conocí este lugar que vamos a visitar).

 

Con lo cual, surge una duda: ¿Este Castillo de Ahmed-Hud es de origen visigodo y posteriormente fue utilizado por los invasores musulmanes? o, por el contrario, ¿los musulmanes 'copiaron' a los ermitaños que hubo anteriormente para construir pequeños baluartes defensivos de lugares de paso? Ahí queda la duda...

 

En una web dedicada a Castillos y fortificaciones tenéis algo más de información... pero el origen sigue sin ser nada claro.

 

https://www.xn--castillosdeespaa-lub.es/es/content/ahmed-hud-castillo-de

 

Pues bien, una vez llegamos al sitio, nos encontramos con esto:

 

Panorámica de lo que vemos a la llegada a este 'castillo'.


En una gran roca de arenisca vemos que han tallado una gran ventana que posteriormente ha sido tapada parcialmente con un muro de adobe. ¡Esto es lo que buscábamos!

 

Primeras vistas de este lugar


Nos vamos acercando y viendo más detalles:

 

Más detalles de la parte derecha de este 'Castillo de Ahmed-Hud'


Como me gusta dejar lo que mejor pinta tiene para el final, decido ir primero por la parte derecha de este montículo de arenisca, dejando atrás la ventana con la pared de adobe que hemos visto antes.

 


Aquí ya vemos la roca tallada con algún eremitorio o cenobio.

 

E incluso parece verse una escalera para acceder a eremitorios superiores...


En el siguiente vídeo os hablo de la 'teoría de los lirios', que... no me la he inventado yo; la leí en un blog mencionado en la entrada anterior...

 

¿Lirios? ¿Vestigios de la ocupación musulmana?


Alguna firma parece antigua pero, como digo en los vídeos... con tanto gilipollas firmando donde no debe, no se sabe si estas firmas son de gente que vivió aquí o de visitantes sin escrúpulos que vienen a joder el patrimonio histórico con sus jodidos nombres, que a nosotros no nos interesan nada. Lo siento si me pongo alterado, pero es que me condena que la gente no pueda admirar nada sin tener que dejar la infame huella de su absurda visita... es algo que me enerva.

 

Por favor, si vais a alguno de los sitios que muestro en este blog, que sea para admirarlo, fotografiarlo y dejarlo tal y como estaba, no para vandalizarlo y joderlo, como hace el ser humano con todo.

 

Firma en uno de los eremitorios o cenobios.


Seguimos avanzando por uno de los laterales del castillo y vemos un muro tapiando parcialmente algo. Voy a asomarme, a ver que hay...

 

¿Porqué esta estancia tallada en la roca es tan grande? Y, ¿por qué está semi-tapiada?


Jaime se asoma a ver el interior:

 

Jaime asomado a este enorme eremitorio.


Seguimos rodeando este 'castillo'.

 


Ahora, vamos a ver que hay en la parte superior de este 'castillo':

 

Parte superior de este enclave


Parece que no hay gran cosa, pero descubrimos un par de 'pozos' o aljibes, y un hueco excavado en la roca que parece un pequeño almacén (aunque en el vídeo digo que parece la cama-guarida de alguien):

 

¿Algibes? ¿Un almacén? ¿?


Aquí me fijo en algo que, no sé identificar bien. No sé si se trataría de los restos de un muro, o una especie de canalización para el agua...

 

¿Y esto?


Bajamos de esta parte, y nos dirigimos hacia lo más interesante.


Esto es lo que, creo, que en época de ocupación musulmana se utilizó de baluarte defensivo de esta zona del valle del Río Guadamejud, pero a mi juicio, se trata de un eremitorio más grande que todos los que hemos visto hasta ahora, totalmente tallado en la roca en época de los visigodos, anterior a la llegada de los musulmanes. Eso sí, es mi opinión. Y no soy ningún experto en la materia ni tengo un método infalible de datación en la vista...

 

Punto de separación donde se dividen estas dos masas de roca arenisca sobre las que se encuentran tallados los eremitorios del 'Castillo de Ahmed-Hud'. Más adelante desvelamos el porqué de esto, y tiene que ver con la ermita próxima a este enclave.

Pequeña puerta de entrada al eremitorio, o estancia, principal.


Entrada tallada en la roca

Detalle de esta entrada, elevada sobre el suelo.

La entrada vista desde abajo.


¡Ahí tenemos la entrada! Está elevada, aproximadamente 1,8 metros sobre el suelo. Hay que hacer una pequeña trepada para entrar.

 

Trepo y grabo el siguiente vídeo:

 

Vídeo mostrando el interior de este eremitorio principal, o núcleo del 'castillo de Ahmed-Hud'. Lo he tenido que recortar, ya que no me dejaba subirlo entero por su duración. Para verlo entero lo tenéis en el enlace a YouTube del final de esta entrada.


En cuanto a la mención que hago en el vídeo (y en algún otro de los anteriores) de los 'columbarios', o criaderos de palomas, el libro 'Arquitectura popular de la Alcarria conquense' de José Luis García Grinda, nos dice en concreto del situado en este 'Castillo de Ahmed-Hud': "... como contraste a esta moderna presencia hemos de reseñar que también se han empleado antiguos hábitats trogloditas para la instalación de palomares, como en las cuevas de Sotoca, y los de Villanueva de Guadamejud, vecinos de la ermita de Ntra. Sra. de Guadamejud, cuyo camino de acceso desde el núcleo realizado en el año 1883 destruyó una parte del roquedo donde se asienta."


De modo que este extracto también arroja algo de luz sobre por qué el promontorio de arenisca está cortado por un camino.

Pero, volvamos dentro de este eremitorio. Vamos a ver 'a grosso modo' sus dimensiones.

¡Vaya, es más grande de lo que pensaba! Me hago esta foto para que veáis un poco la escala:

 

A pesar de que la luz que entra por la ventana quema un poco la foto, sirva ésta para dar una idea de la anchura de este eremitorio totalmente excavado en la roca.

Hago este par de panorámicas (también un poco 'quemadas' a causa de la luz que entra por la ventana):

Panorámica mirando hacia la puerta de entrada de este eremitorio.

 
Panorámica vertical también mirando hacia la pequeña puerta de entrada.


Y me bajo a hacer algunas fotos desde el exterior mientras Jaime sube a echar un vistazo:

La ventana del eremitorio con Jaime asomado a ella

 
Última fotografía de este, a mi juicio mal llamado, 'castillo' y atribuido a los musulmanes.

En uno de los laterales descubro una planta que no había visto nunca y le hago una foto:
 
Curiosa planta de la familia de la Boraginaceas 

Consultando a un colega con estudios forestales amplios, me dijo que se trata de una planta de la familia de las Boraginaceas y que se podría tratar de un Echium, aunque no está claro del todo (gracias por intentar resolverme la duda a Adri, a.k.a. Lion).

 

Yo ya me iba para el coche... pero Jaime me dijo que había visto una cueva excavada en la parte de atrás del castillo, y que yo no había pasado por allí al subir a ver la parte superior. Nos acercamos para echar un vistazo, y lo que hay es esto:

 

¿Y este túnel? ¿Será más reciente?

No hagan mucho caso de mis elucubraciones en voz alta... voy diciendo lo que se me pasa por la cabeza.


Muy extraño este túnel que no lleva a ninguna parte, ¿no? En el imaginario popular, a estos sitios llamados 'cuevas del moro', 'castillo del moro', etc... se les atribuían tesoros y grandes riquezas que guardaban sus habitantes. Puede que, algún codicioso habitante de las proximidades pensase que podía haber un tesoro oculto bajo el castillo y se puso a picar un túnel. No sé... es una teoría mía, que parece factible, ¿no? O también podría ser una cata arqueológica... ahí queda la duda.

 

Pero bueno, el caso es que hemos visitado otro sitio impresionante de esta zona que tengo tan poco explorada: la Alcarria conquense; y me ha gustado mucho. Por ello, en la siguiente entrada os voy a mostrar el máximo exponente de los 'eremitorios' de esta zona: las 'casas-cueva'. Pero para eso, tendréis que esperar un poco...
 
De momento, y para despedirme, os dejo el enlace al vídeo que he subido a YouTube para ilustrar entra entrada:

Y, nada más por el momento... ¡hasta la próxima 'gente errante'!

lunes, 2 de enero de 2023

Eremitorios de la Alcarria I: Candegalgas (Villar de Domingo García) y... ¡sorpresa!

 ¡Muy feliz y próspero año 2023! ¡Bienvenid@s de nuevo, gentes errantes! 
 
Vamos con una nueva entrada, esta vez cambiando de localización, sin salir de la provincia de Cuenca. Os explico...
 
Me he dado cuenta de que la gran mayoría de las entradas que he subido hasta ahora se desarrollan por los paisajes de la Serranía conquense (y es que... la cabra tira al monte). Vamos a movernos un poquito y buscar otros paisajes. Así, en las próximas entradas vamos a pasar a conocer otra de las zonas en que se divide la provincia de Cuenca: la Alcarria.
 
Ojeando un par de publicaciones, que me han parecido bastante interesantes, sobre la arquitectura y los yacimientos de la zona (más adelante haré referencia a dichas publicaciones, por si alguien quiere buscarlas y echarles un vistazo) de la Alcarria conquense, me topé con un par de curiosidades: eremitorios y casas-cueva. Por lo visto, abundan mucho por la zona, y es verdad que, recorriendola, se ven desde la carretera muchas de estas construcciones.

Panorámica desde el interior de uno de los eremitorios del conjunto de Candegalgas (Villar de Domingo García)

Vista exterior de una parte de este conjunto eremítico. En el centro de la imagen se aprecian la puerta y las ventanas de este eremitorio que se muestra en la primera fotografía.

Pero... igual estoy yendo muy rápido, ¿no? Vamos a comenzar con una breve descripción de la localización, y después con algo de historia de la zona. Así tod@s entenderéis lo que vamos a ver en las próximas entradas del blog.

 

     - La Alcarria: el término proviene del árabe andalusí (el de la época de Al-Andalus) y hoy en día se le da el significado de "terreno raso, alto y de poca hierba". La Alcarria geográfica no se corresponde con la 'Alcarria histórica' (los límites son muy difusos), y según 'Wikipedia' la Alcarria conquense ocupa unos 2480 km2.


Imagen que muestra la Alcarria geográfica (Fuente: Wikipedia)
La Alcarria histórica difiere.

Eso sí, en esta definición (y en el artículo de Wikipedia), parece no incluirse el Río Guadamejud y su vega, junto a el cual vamos a realizar esta primera parte del recorrido, como parte de la Alcarria geográfica.

 

En cuanto a la historia... aquí hay más miga.

 

     - Historia de la Alcarria (perdónenme los Historiadores e Historiadoras por los errores que, seguramente, voy a cometer al redactar este apartado, pero yo no soy un experto en esto y aquí sólo intento dar un contexto aproximado de lo que se va a ver a continuación, para que el lector/a juzgue con un criterio más o menos objetivo lo que se expone aquí): según el libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' de Margarita Díaz-Andreu García, en la cuenca del Río Guadamejud se han encontrado 21 yacimientos de la Edad del Bronce. Según esta publicación, la cuenca del Río Guadamejud está incluida históricamente en la Alcarria conquense.

Mapa de los yacimientos de la cuenca del Río Guadamejud sacado del libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' de Margarita Díaz-Andreu García.


Por cierto, la Edad del Bronce se prolongó aproximadamente entre el 3300 y 1200 a.C. en Europa (dentro de esta edad existen 3 subdivisiones: Bronce Inicial, Bronce Medio y Bronce Final) y los yacimientos encontrados se encuentran sobre cerros cuya visión y acceso ofrece cierta 'seguridad'. Habitaban sobre atalayas naturales desde las que podían advertir la presencia de enemigos con suficiente antelación.

 

Al parecer, sobre el 1500 a.C. hubo un despoblamiento general. Hasta entonces se construían poblados, más o menos, defendidos (con muros defensivos, generalmente situados en atalayas con pocos pasos de acceso, etc.), pero entre los años 1300 a 1000 a.C. las construcciones se volvieron menos sólidas y defendidas. A partir de ahí, los asentamientos escogidos eran de estancia breve, pues se centraban en vegas junto a ríos donde apacentaban al ganado mientras erraban de un lugar a otro, en un estilo de vida trashumante. Eso sí, estas ubicaciones temporales parecen estar muy cercanas (e incluso coincidentes en espacio) con construcciones de las primeras etapas del Bronce, e incluso del Neolítico. Es decir, re-aprovechaban algunos espacios construidos con anterioridad.

 

Tengo que aclarar, que estas fechas son muy relativas, según indica esta tabla:

Fechas de cada 'edad' en base a cada lugar de la civilación


Pero bueno, esto es más o menos para que os hagáis una idea de lo que ha pasado por allí durante el tiempo.

 

Luego vino la Edad del Hierro. Llegaron oleadas de habitantes de otras zonas a la Península, y se comenzaron a construir de nuevo ciudades dotadas de defensa ante ataques de 'gentes extrañas', pero ahora en vegas junto a ríos y zonas planas. Ya no se buscaban las atalayas fácilmente defendibles.

 

La Península era un crisol de pueblos. Básicamente había:

               

                - Pueblos 'celtas': de orígenes e influencias de pueblos del Norte y Este de Europa. Habitaban una pequeña franja en el Norte de la Península Ibérica.

               

                - Pueblos 'íberos': de orígenes e influencias griegas y cartaginesas que habitaban el Sur y toda la franja Este de la Península Ibérica.

               

                - Pueblos 'celtíberos': en el Oeste y Centro de la Península, donde había cierta mezcla de las culturas celta e íbera.

 

Dentro de los celtíberos, había numerosas tribus y, según lo que leí en su momento, en la Alcarria conquense el grupo que dominaba el percal eran los Olcades (pueblo guerrero que, al parecer, las pasó canutas tras llegar Aníbal y los cartagineses a la provincia y liarse a palos con ellos al pasar por sus tierras. Aníbal los derrotó y destruyó sus ciudades. Por eso hay pocas muestras importantes de sus construcciones y poblaciones).

 

La Edad del Hierro en la Península Ibérica acabaría sobre el 218 a.C. con la llegada del Imperio Romano tras la invasión cartaginesa de la Península (los cartagineses arrasaron Sagunto, ciudad aliada de Roma y de influencia griega, y los romanos mandaron a sus tropas para echar a Aníbal y, de paso, quedarse con toda la Península Ibérica en la Segunda Guerra Púnica). Los romanos se pusieron a construir su legado. En muchos casos, sobre el legado de otros: Segóbrica (cerca de la actual población de Saelices) ya se describe en escritos romanos como una ciudad enemiga que tuvieron que tomar a la fuerza. También, en Cañaveruelas donde los romanos se apoderaron por la fuerza de la ciudad celtíbera de Ercávica (al loro con el nombre, que es clave).

 

Tras unos 700 años de dominación romana de la zona, en el siglo V (tras la caída del imperio romano de Occidente en el año 476), son los pueblos visigodos, de origen germánico, los que se hacen con el control de la Alcarria (y de la Península).

 

Los visigodos imponen el cristianismo en todo su territorio siguiendo el legado romano, y se da la aparición de un personaje que he conocido gracias al interesantísimo Blog de Alfonso Calle, del que os dejo aquí un enlace:

 

https://alfcalle.blogspot.com/

 

Según desvela en una de sus entradas y según un escrito del entonces Obispo: sobre el año 560 desembarcaron en Valencia unos monjes cristianos provenientes del Norte de África, bajo el mando del Abad Donato. Pues bien, este hombre (Donato) al venir del Norte de África, parece ser que estaba acostumbrado al eremitismo ("Un ermitaño o eremita es una persona que elige profesar una vida solitaria y ascética sin contacto permanente con la sociedad, intentando alcanzar así una relación más perfecta con Dios.") viviendo en pequeños espacios excavados en la roca.

 

Felipe Abad León, Cronista oficial de La Rioja, en la “Historia de La Rioja” (Vol. II) Edad Media: “Los monasterios riojanos” dice:

“El  eremitismo  se  hacía  en  pequeñas  cuevas,  en  forma de celdas individuales. A veces se formaban conjuntos, con celdas individuales y con iglesia común, donde se reunían a la oración, y tenían cementerios comunes, además de espacios necesarios para almacenar víveres para la comunidad."

 

Una vez murió Donato, la zona se debió llenar de eremitas (o ermitaños) emulando a quien, después de su muerte, se consideraría Santo, encerrados en pequeños espacios en torno a 'centros comunes' de oración y abastecimiento de víveres. También hay un interesante artículo que habla de la fundación del Monasterio Servitano, cerca de la ciudad de Ercávica que fue un punto de culto cristiano en torno a el cual se crearon un montón de eremitorios para dar cabida a los peregrinos cristianos que deseaban emular la forma de vida de San Donato.


Así pues, lo que vamos a ver en las siguientes entradas es, algunos eremitorios de las decenas de ellos que hay diseminados por la Alcarria conquense. Pero... primero, vamos a acabar con la historia.

 

En el año 711, los musulmanes se adueñaron de la Península Ibérica, y destruyeron muchos de los vestigios que había de las épocas anteriores, al igual que reformaron y reutilizaron otros. En la siguiente entrada veremos un ejemplo de esto.

 

Y luego, vino la reconquista cristiana, la repoblación cristiana de la Península, la Edad Media, más ermitaños... y así hasta llegar a el otro día, en que decidí encaminarme a ver unos cuantos sitios históricos de la cuenca del Río Guadamejud.

 

Con esto creo que vale como introducción (perdón por la chapa, pero lo anterior pone en situación para las siguientes entradas). ¿Vamos al asunto?

 

La zona de esta primera incursión tuvo lugar por Villar de Domingo García y La Ventosa. Os muestro la zona aproximada en el siguiente mapa:

Mapa de situación donde se desarrollan las dos primeras entradas de esta serie de 'Eremitorios de la Alcarria'. Pulsar sobre la imagen para ampliar.


He alargado la zona marcada en rojo para incluir a Villanueva de Guadamejud porque (ALERTA: SPOILER) en la siguiente entrada vamos a ir a ver algo por allí... jejeje. Tendréis que esperar un poco.
 
Ahora mismo vamos a Villar de Domingo García. A la salida del pueblo en dirección a Cañaveras, a la izquierda, un cruce nos indica una carretera secundaria (la CUV-2121) que se dirige hacia las poblaciones de Bólliga y La Ventosa. Tras haber recorrido 2,5 kilómetros (a la altura de donde sale el cruce hacia la izquierda que va a Valdecañas), sale un camino a nuestra derecha, donde se divisa un abrigo de roca con muros para guardar el ganado frente a ellos. Hemos llegado al conjunto eremítico de Candegalgas (nombre de la acequia de riego que atraviesa este paraje).
 
Aquí aparcamos el vehículo, y comenzamos a deambular por la zona fijándonos en los detalles. En esta ocasión me acompañan Jaime y su fiel perrita 'Kalma'.
 
Nos encontramos más o menos lo siguiente:

Paraje de Candegalgas con la carretera CUV-2121 al fondo a la izquierda.


Vamos dando una vuelta por esta primera parada de nuestra ruta:


Primeras impresiones sobre este paraje

 

Ahí ya se ve claramente la entrada a uno de los eremitorios que hemos venido a visitar, en una posición elevada.

Vista desde abajo de la entrada al primer eremitorio que encontramos junto a la acequia de Candegalgas.

 

La roca de la zona es una mezcla de conglomerado en la parte baja del farallón rocoso, y arenisca en la parte superior (donde está enclavado el eremitorio). 



Cercados recientes bajo el primer eremitorio de este conjunto.

Un amplio abrigo de roca servía de refugio al ganado ante las inclemencias del tiempo.

Jaime y Kalma inspeccionando el interior del abrigo rocoso.


Vemos que, en dicho abrigo, existían muros de separación, como atestiguan los restos de la siguiente imagen:

Kalma junto a uno de los muros de separación al pie del abrigo.


Por la zona de abajo no veo nada de mucho interés, de modo que vuelvo sobre mis pasos para buscar un sitio mediante el que pueda acceder al eremitorio superior. Trepo un poco, y encuentro un 'pasillo estrecho' entre la roca y el vacío (la caída no es muy grande, unos 4-5 metros aproximadamente). Avanzo por él hacia la estancia excavada en la roca:

Trepo para intentar acceder al eremitorio que se encuentra sobre el cercado.

Paro de grabar para sortear la parte más estrecha de acceso a esta estancia con las manos libres. Una vez pasada, continúo con el vídeo para mostraros el interior de esta 'casa de ermitaño' de la Alcarria conquense:

A ver qué casa tenía el ermitaño...
 

Curiosa casita, ¿no?

Como ya dijimos al hacer la introducción a la historia de esta zona, al parecer la mayoría de estos eremitorios son de la época de los visigodos (posterior al abandono de los romanos de la Península Ibérica), con lo cual pueden tener unos 1400 años de antigüedad aproximada.

 

El conjunto de Candegalgas es unos de los destacados por su tamaño, creando una agrupación de parideras y refugios de considerable extensión.

 

¡Y no tenía malas vistas, oye!


Os dejo también algunas fotos que hice del acceso e interior de este primer espacio:

Fachada y puerta de entrada de esta 'casa troglodita', como se llama a estos espacios en el libro 'Arquitectura popular de la Alcarria conquense' de José Luis García Grinda.

Detalle del par de 'ventanas' excavadas a la roca y con vistas al cercado del nivel inferior

Vista de la entrada desde el fondo de la estancia.
A la izquierda se aprecian los 'columbarios' u 'hornacinas', hay algo de polémica con esto...
En la próxima entrada lo explicaré más en detalle.

Vista al exterior desde esta cueva-casa labrada en la roca.


Tras ver por dentro este primer eremitorio, vuelvo al exterior para seguir dando una vuelta por este conjunto cercano a Villar de Domingo García. Grabo los siguientes vídeos pasando por las parideras que se encuentran en esta zona:

¿Otro eremitorio o un simple refugio para el ganado?

 
Recorriendo el conjunto de cercados para ver lo que esconden

Otra de las partes de este conjunto de eremitorios y parideras (o corrales)


Cuando iba a montar en el coche para seguir la ruta, me fijo en esto:

 

Parece que ese arco está tallado a propósito en la pared, ¿no? Ahora es inaccesible, pero antaño debió haber una especie de pasarela para poder llegar a él. ¿Qué finalidad tendría?


Vista panorámica de la entrada y ventanas del eremitorio y un arco excavado en la roca (en el centro de la imagen) cuyo uso es desconocido.

 

Os dejo un mapa con la situación de este conjunto eremítico de Candegalgas:



Me gustaría añadir que, no visitamos todo lo que había por allí. Nos dejamos sin mirar otros 2 eremitorios con cercado que hay junto a la carretera, y que parecían tener grandes dimensiones.

Vale, seguimos.

Montamos en el coche, y seguimos hacia nuestro siguiente destino: el Cerro Lotero de la población de La Ventosa (el cual veremos en la siguiente entrada de este blog), pero... a la entrada del pueblo me doy cuenta de algo.
 
Paro el coche, nos bajamos y nos acercamos a echar un vistazo:


Parece otro eremitorio. Justo a la entrada del pueblo. ¡Vamos a ver!

Entrada a este eremitorio que me ha pillado de sorpresa.

Sí, efectivamente. Es otro eremitorio. La zona, una vez que te  vas fijando bien, está plagada de ellos.

 

Me adentro en él para ver su interior:

 Interior de este eremitorio visto por sorpresa mientras conducía.


No hay gran cosa... pero se aprecian bien las marcas de herramienta con que dieron forma a este pequeño refugio:


Marcas claras en la pared de la construcción manual de este espacio.
 

Una vez visto este eremitorio junto a la carretera, volvemos al coche para acercarnos al Yacimiento del Cerro Lotero, a un par de kilómetros de la población de la Ventosa, pero eso os lo mostraré en la siguiente entrada del blog... que no quiero alargarme más de la cuenta.

 
Os dejo un enlace al vídeo que he subido a YouTube sobre esta visita y... ¡hasta la próxima 'lectores errantes'! (será pronto, lo prometo)