lunes, 2 de enero de 2023

Eremitorios de la Alcarria I: Candegalgas (Villar de Domingo García) y... ¡sorpresa!

 ¡Muy feliz y próspero año 2023! ¡Bienvenid@s de nuevo, gentes errantes! 
 
Vamos con una nueva entrada, esta vez cambiando de localización, sin salir de la provincia de Cuenca. Os explico...
 
Me he dado cuenta de que la gran mayoría de las entradas que he subido hasta ahora se desarrollan por los paisajes de la Serranía conquense (y es que... la cabra tira al monte). Vamos a movernos un poquito y buscar otros paisajes. Así, en las próximas entradas vamos a pasar a conocer otra de las zonas en que se divide la provincia de Cuenca: la Alcarria.
 
Ojeando un par de publicaciones, que me han parecido bastante interesantes, sobre la arquitectura y los yacimientos de la zona (más adelante haré referencia a dichas publicaciones, por si alguien quiere buscarlas y echarles un vistazo) de la Alcarria conquense, me topé con un par de curiosidades: eremitorios y casas-cueva. Por lo visto, abundan mucho por la zona, y es verdad que, recorriendola, se ven desde la carretera muchas de estas construcciones.

Panorámica desde el interior de uno de los eremitorios del conjunto de Candegalgas (Villar de Domingo García)

Vista exterior de una parte de este conjunto eremítico. En el centro de la imagen se aprecian la puerta y las ventanas de este eremitorio que se muestra en la primera fotografía.

Pero... igual estoy yendo muy rápido, ¿no? Vamos a comenzar con una breve descripción de la localización, y después con algo de historia de la zona. Así tod@s entenderéis lo que vamos a ver en las próximas entradas del blog.

 

     - La Alcarria: el término proviene del árabe andalusí (el de la época de Al-Andalus) y hoy en día se le da el significado de "terreno raso, alto y de poca hierba". La Alcarria geográfica no se corresponde con la 'Alcarria histórica' (los límites son muy difusos), y según 'Wikipedia' la Alcarria conquense ocupa unos 2480 km2.


Imagen que muestra la Alcarria geográfica (Fuente: Wikipedia)
La Alcarria histórica difiere.

Eso sí, en esta definición (y en el artículo de Wikipedia), parece no incluirse el Río Guadamejud y su vega, junto a el cual vamos a realizar esta primera parte del recorrido, como parte de la Alcarria geográfica.

 

En cuanto a la historia... aquí hay más miga.

 

     - Historia de la Alcarria (perdónenme los Historiadores e Historiadoras por los errores que, seguramente, voy a cometer al redactar este apartado, pero yo no soy un experto en esto y aquí sólo intento dar un contexto aproximado de lo que se va a ver a continuación, para que el lector/a juzgue con un criterio más o menos objetivo lo que se expone aquí): según el libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' de Margarita Díaz-Andreu García, en la cuenca del Río Guadamejud se han encontrado 21 yacimientos de la Edad del Bronce. Según esta publicación, la cuenca del Río Guadamejud está incluida históricamente en la Alcarria conquense.

Mapa de los yacimientos de la cuenca del Río Guadamejud sacado del libro 'La Edad del Bronce en la provincia de Cuenca' de Margarita Díaz-Andreu García.


Por cierto, la Edad del Bronce se prolongó aproximadamente entre el 3300 y 1200 a.C. en Europa (dentro de esta edad existen 3 subdivisiones: Bronce Inicial, Bronce Medio y Bronce Final) y los yacimientos encontrados se encuentran sobre cerros cuya visión y acceso ofrece cierta 'seguridad'. Habitaban sobre atalayas naturales desde las que podían advertir la presencia de enemigos con suficiente antelación.

 

Al parecer, sobre el 1500 a.C. hubo un despoblamiento general. Hasta entonces se construían poblados, más o menos, defendidos (con muros defensivos, generalmente situados en atalayas con pocos pasos de acceso, etc.), pero entre los años 1300 a 1000 a.C. las construcciones se volvieron menos sólidas y defendidas. A partir de ahí, los asentamientos escogidos eran de estancia breve, pues se centraban en vegas junto a ríos donde apacentaban al ganado mientras erraban de un lugar a otro, en un estilo de vida trashumante. Eso sí, estas ubicaciones temporales parecen estar muy cercanas (e incluso coincidentes en espacio) con construcciones de las primeras etapas del Bronce, e incluso del Neolítico. Es decir, re-aprovechaban algunos espacios construidos con anterioridad.

 

Tengo que aclarar, que estas fechas son muy relativas, según indica esta tabla:

Fechas de cada 'edad' en base a cada lugar de la civilación


Pero bueno, esto es más o menos para que os hagáis una idea de lo que ha pasado por allí durante el tiempo.

 

Luego vino la Edad del Hierro. Llegaron oleadas de habitantes de otras zonas a la Península, y se comenzaron a construir de nuevo ciudades dotadas de defensa ante ataques de 'gentes extrañas', pero ahora en vegas junto a ríos y zonas planas. Ya no se buscaban las atalayas fácilmente defendibles.

 

La Península era un crisol de pueblos. Básicamente había:

               

                - Pueblos 'celtas': de orígenes e influencias de pueblos del Norte y Este de Europa. Habitaban una pequeña franja en el Norte de la Península Ibérica.

               

                - Pueblos 'íberos': de orígenes e influencias griegas y cartaginesas que habitaban el Sur y toda la franja Este de la Península Ibérica.

               

                - Pueblos 'celtíberos': en el Oeste y Centro de la Península, donde había cierta mezcla de las culturas celta e íbera.

 

Dentro de los celtíberos, había numerosas tribus y, según lo que leí en su momento, en la Alcarria conquense el grupo que dominaba el percal eran los Olcades (pueblo guerrero que, al parecer, las pasó canutas tras llegar Aníbal y los cartagineses a la provincia y liarse a palos con ellos al pasar por sus tierras. Aníbal los derrotó y destruyó sus ciudades. Por eso hay pocas muestras importantes de sus construcciones y poblaciones).

 

La Edad del Hierro en la Península Ibérica acabaría sobre el 218 a.C. con la llegada del Imperio Romano tras la invasión cartaginesa de la Península (los cartagineses arrasaron Sagunto, ciudad aliada de Roma y de influencia griega, y los romanos mandaron a sus tropas para echar a Aníbal y, de paso, quedarse con toda la Península Ibérica en la Segunda Guerra Púnica). Los romanos se pusieron a construir su legado. En muchos casos, sobre el legado de otros: Segóbrica (cerca de la actual población de Saelices) ya se describe en escritos romanos como una ciudad enemiga que tuvieron que tomar a la fuerza. También, en Cañaveruelas donde los romanos se apoderaron por la fuerza de la ciudad celtíbera de Ercávica (al loro con el nombre, que es clave).

 

Tras unos 700 años de dominación romana de la zona, en el siglo V (tras la caída del imperio romano de Occidente en el año 476), son los pueblos visigodos, de origen germánico, los que se hacen con el control de la Alcarria (y de la Península).

 

Los visigodos imponen el cristianismo en todo su territorio siguiendo el legado romano, y se da la aparición de un personaje que he conocido gracias al interesantísimo Blog de Alfonso Calle, del que os dejo aquí un enlace:

 

https://alfcalle.blogspot.com/

 

Según desvela en una de sus entradas y según un escrito del entonces Obispo: sobre el año 560 desembarcaron en Valencia unos monjes cristianos provenientes del Norte de África, bajo el mando del Abad Donato. Pues bien, este hombre (Donato) al venir del Norte de África, parece ser que estaba acostumbrado al eremitismo ("Un ermitaño o eremita es una persona que elige profesar una vida solitaria y ascética sin contacto permanente con la sociedad, intentando alcanzar así una relación más perfecta con Dios.") viviendo en pequeños espacios excavados en la roca.

 

Felipe Abad León, Cronista oficial de La Rioja, en la “Historia de La Rioja” (Vol. II) Edad Media: “Los monasterios riojanos” dice:

“El  eremitismo  se  hacía  en  pequeñas  cuevas,  en  forma de celdas individuales. A veces se formaban conjuntos, con celdas individuales y con iglesia común, donde se reunían a la oración, y tenían cementerios comunes, además de espacios necesarios para almacenar víveres para la comunidad."

 

Una vez murió Donato, la zona se debió llenar de eremitas (o ermitaños) emulando a quien, después de su muerte, se consideraría Santo, encerrados en pequeños espacios en torno a 'centros comunes' de oración y abastecimiento de víveres. También hay un interesante artículo que habla de la fundación del Monasterio Servitano, cerca de la ciudad de Ercávica que fue un punto de culto cristiano en torno a el cual se crearon un montón de eremitorios para dar cabida a los peregrinos cristianos que deseaban emular la forma de vida de San Donato.


Así pues, lo que vamos a ver en las siguientes entradas es, algunos eremitorios de las decenas de ellos que hay diseminados por la Alcarria conquense. Pero... primero, vamos a acabar con la historia.

 

En el año 711, los musulmanes se adueñaron de la Península Ibérica, y destruyeron muchos de los vestigios que había de las épocas anteriores, al igual que reformaron y reutilizaron otros. En la siguiente entrada veremos un ejemplo de esto.

 

Y luego, vino la reconquista cristiana, la repoblación cristiana de la Península, la Edad Media, más ermitaños... y así hasta llegar a el otro día, en que decidí encaminarme a ver unos cuantos sitios históricos de la cuenca del Río Guadamejud.

 

Con esto creo que vale como introducción (perdón por la chapa, pero lo anterior pone en situación para las siguientes entradas). ¿Vamos al asunto?

 

La zona de esta primera incursión tuvo lugar por Villar de Domingo García y La Ventosa. Os muestro la zona aproximada en el siguiente mapa:

Mapa de situación donde se desarrollan las dos primeras entradas de esta serie de 'Eremitorios de la Alcarria'. Pulsar sobre la imagen para ampliar.


He alargado la zona marcada en rojo para incluir a Villanueva de Guadamejud porque (ALERTA: SPOILER) en la siguiente entrada vamos a ir a ver algo por allí... jejeje. Tendréis que esperar un poco.
 
Ahora mismo vamos a Villar de Domingo García. A la salida del pueblo en dirección a Cañaveras, a la izquierda, un cruce nos indica una carretera secundaria (la CUV-2121) que se dirige hacia las poblaciones de Bólliga y La Ventosa. Tras haber recorrido 2,5 kilómetros (a la altura de donde sale el cruce hacia la izquierda que va a Valdecañas), sale un camino a nuestra derecha, donde se divisa un abrigo de roca con muros para guardar el ganado frente a ellos. Hemos llegado al conjunto eremítico de Candegalgas (nombre de la acequia de riego que atraviesa este paraje).
 
Aquí aparcamos el vehículo, y comenzamos a deambular por la zona fijándonos en los detalles. En esta ocasión me acompañan Jaime y su fiel perrita 'Kalma'.
 
Nos encontramos más o menos lo siguiente:

Paraje de Candegalgas con la carretera CUV-2121 al fondo a la izquierda.


Vamos dando una vuelta por esta primera parada de nuestra ruta:


Primeras impresiones sobre este paraje

 

Ahí ya se ve claramente la entrada a uno de los eremitorios que hemos venido a visitar, en una posición elevada.

Vista desde abajo de la entrada al primer eremitorio que encontramos junto a la acequia de Candegalgas.

 

La roca de la zona es una mezcla de conglomerado en la parte baja del farallón rocoso, y arenisca en la parte superior (donde está enclavado el eremitorio). 



Cercados recientes bajo el primer eremitorio de este conjunto.

Un amplio abrigo de roca servía de refugio al ganado ante las inclemencias del tiempo.

Jaime y Kalma inspeccionando el interior del abrigo rocoso.


Vemos que, en dicho abrigo, existían muros de separación, como atestiguan los restos de la siguiente imagen:

Kalma junto a uno de los muros de separación al pie del abrigo.


Por la zona de abajo no veo nada de mucho interés, de modo que vuelvo sobre mis pasos para buscar un sitio mediante el que pueda acceder al eremitorio superior. Trepo un poco, y encuentro un 'pasillo estrecho' entre la roca y el vacío (la caída no es muy grande, unos 4-5 metros aproximadamente). Avanzo por él hacia la estancia excavada en la roca:

Trepo para intentar acceder al eremitorio que se encuentra sobre el cercado.

Paro de grabar para sortear la parte más estrecha de acceso a esta estancia con las manos libres. Una vez pasada, continúo con el vídeo para mostraros el interior de esta 'casa de ermitaño' de la Alcarria conquense:

A ver qué casa tenía el ermitaño...
 

Curiosa casita, ¿no?

Como ya dijimos al hacer la introducción a la historia de esta zona, al parecer la mayoría de estos eremitorios son de la época de los visigodos (posterior al abandono de los romanos de la Península Ibérica), con lo cual pueden tener unos 1400 años de antigüedad aproximada.

 

El conjunto de Candegalgas es unos de los destacados por su tamaño, creando una agrupación de parideras y refugios de considerable extensión.

 

¡Y no tenía malas vistas, oye!


Os dejo también algunas fotos que hice del acceso e interior de este primer espacio:

Fachada y puerta de entrada de esta 'casa troglodita', como se llama a estos espacios en el libro 'Arquitectura popular de la Alcarria conquense' de José Luis García Grinda.

Detalle del par de 'ventanas' excavadas a la roca y con vistas al cercado del nivel inferior

Vista de la entrada desde el fondo de la estancia.
A la izquierda se aprecian los 'columbarios' u 'hornacinas', hay algo de polémica con esto...
En la próxima entrada lo explicaré más en detalle.

Vista al exterior desde esta cueva-casa labrada en la roca.


Tras ver por dentro este primer eremitorio, vuelvo al exterior para seguir dando una vuelta por este conjunto cercano a Villar de Domingo García. Grabo los siguientes vídeos pasando por las parideras que se encuentran en esta zona:

¿Otro eremitorio o un simple refugio para el ganado?

 
Recorriendo el conjunto de cercados para ver lo que esconden

Otra de las partes de este conjunto de eremitorios y parideras (o corrales)


Cuando iba a montar en el coche para seguir la ruta, me fijo en esto:

 

Parece que ese arco está tallado a propósito en la pared, ¿no? Ahora es inaccesible, pero antaño debió haber una especie de pasarela para poder llegar a él. ¿Qué finalidad tendría?


Vista panorámica de la entrada y ventanas del eremitorio y un arco excavado en la roca (en el centro de la imagen) cuyo uso es desconocido.

 

Os dejo un mapa con la situación de este conjunto eremítico de Candegalgas:



Me gustaría añadir que, no visitamos todo lo que había por allí. Nos dejamos sin mirar otros 2 eremitorios con cercado que hay junto a la carretera, y que parecían tener grandes dimensiones.

Vale, seguimos.

Montamos en el coche, y seguimos hacia nuestro siguiente destino: el Cerro Lotero de la población de La Ventosa (el cual veremos en la siguiente entrada de este blog), pero... a la entrada del pueblo me doy cuenta de algo.
 
Paro el coche, nos bajamos y nos acercamos a echar un vistazo:


Parece otro eremitorio. Justo a la entrada del pueblo. ¡Vamos a ver!

Entrada a este eremitorio que me ha pillado de sorpresa.

Sí, efectivamente. Es otro eremitorio. La zona, una vez que te  vas fijando bien, está plagada de ellos.

 

Me adentro en él para ver su interior:

 Interior de este eremitorio visto por sorpresa mientras conducía.


No hay gran cosa... pero se aprecian bien las marcas de herramienta con que dieron forma a este pequeño refugio:


Marcas claras en la pared de la construcción manual de este espacio.
 

Una vez visto este eremitorio junto a la carretera, volvemos al coche para acercarnos al Yacimiento del Cerro Lotero, a un par de kilómetros de la población de la Ventosa, pero eso os lo mostraré en la siguiente entrada del blog... que no quiero alargarme más de la cuenta.

 
Os dejo un enlace al vídeo que he subido a YouTube sobre esta visita y... ¡hasta la próxima 'lectores errantes'! (será pronto, lo prometo)


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