En esta nueva entrada, voy a mostraros dos misteriosas
minas abandonadas muy cercanas a nuestra ciudad: la mina del Cerro de San
Cristóbal (más conocido entre los conquenses como Cerro de las antenas); y la
gran (y peligrosa) mina del Portland, la más cercana a nuestra capital.
Mina del Portland. |
La primera, la mina del Cerro de San Cristóbal, se
encuentra pasado el párking que hay más arriba del Castillo, y se puede
localizar simplemente viendo una alta caseta de ladrillo que hay en la ladera
del cerro, a nuestra izquierda. Junto a esa caseta pasa una senda que, si la
seguimos unos 40 metros, nos deja en la boca. Estamos en la falda del conocido
en Cuenca como Cerro de las antenas.
En un principio a Padre Errante le contaron que se
trataba de una mina de plata (aunque me extrañaba mucho que hubiera plata en
ese lugar). Ante mi pregunta de si era de la época musulmana, solamente me dijo
que no. Que debía ser más reciente, pero poco más pudo aportar... y rebuscando
un poco por ahí, he dado con alguna información.
Al parecer, y según el libro 'La Cuenca subterránea I',
esta mina se comenzó a excavar por la década de los 60, pero lo que se buscaba
en su interior no era plata, sino caolín. No sé si llegaron a encontrar algo,
pero a juzgar por el fondo de la mina, parece que dejaron a medias la
prospección...
El caolín tiene múltiples usos, como: fabricación de
materiales refractarios, cerámica, vidrio, pinturas, plásticos, agroquímicos e
incluso cosméticos.
Aquí está la boca de entrada:
Boca de entrada a la mina del Cerro de San Cristóbal |
Por desgracia, había bastante basura en la entrada. Una pena. |
Y una foto desde su interior:
Vista desde dentro. |
Ésta mina, excavada a mano, se adentra bastante en las
entrañas del Cerro de San Cristóbal. No sé la longitud exacta; en el mencionado
libro 'La Cuenca subterránea I' se dice que puede tener unos 300 metros, aunque
sus autores comentan que por razones de seguridad no llegaron hasta el final.
Yo tardé 4 minutos en llegar a la zona donde se dejó de horadar la roca (es
decir, al final), solo y andando a buen ritmo... y creo que la estimación de
300 metros es exagerada. Si acaso, yo me inclinaría por unos 100 metros, tirando
al alza.
El vídeo del recorrido adentrándome en esta mina
abandonada no se podía subir al blog, porque pesa más de 100 Mb... pero he
hecho trampa, y lo he acelerado para que ocupase menos y poder subirlo aquí:
Vídeo a velocidad acelerada mostrando el recorrido por esta mina.
De todos modos, lo tenéis también en el siguiente enlace
de YouTube, donde lo he subido a velocidad normal para que, si alguien que sepa
más cosas sobre esta misteriosa mina lo ve, las desvele:
Al parecer, a los 15 - 20 metros de la entrada la mina
topó con una diaclasa, y a partir de ahí el techo sobre nosotros está
fracturado. Parece ser que la excavación siguió esa fractura, ya que ahí habría
un hueco que los mineros irían ensanchando, en lugar de seguir picando piedra
pura en otra dirección.
Hay una pequeña colonia de murciélagos en esta mina
abandonada, por lo cual es mejor no entrar en ella en invierno, con el fin de
no despertar a estos frágiles mamíferos durante su período de hibernación.
También convendría tener un poco de civismo y sentido
común y no dejar latas vacías y plásticos a la entrada, pero por desgracia a la
gente le da igual que se lo repitas una y otra vez (y no va por vosotr@s
lectores errantes, que confío en que no ensuciéis el medio ambiente) y sigue
dejando su mierda en cualquier parte.
Vale. Sigo.
A la salida me fijo en que la explanada que hay frente a
la entrada a la mina, seguramente fuese cimentada con todo el material que
sacaban del interior de la tierra durante las excavaciones, al ir apilándolo
ahí. Desde aquí se ve la Cueva de la Zarza (que aparecía brevemente en la
entrada anterior) en la margen contraria de la hoz.
Panorámica desde la entrada. |
Dejo por aquí un mapa de la zona, aunque como decía,
encontrando la caseta (que se ve claramente al comenzar a subir por el camino
que asciende hasta el Cerro de las antenas) y siguiendo la senda que hay junto
a ella, se llega sin pérdida:
Aparece marcado en rojo el punto donde se encuentra esta mina. En el centro del mapa. |
Y ahora, vamos con la grande. Con la misteriosa. Con la
peligrosa. Vamos con la mina del Portland.
Recuerdo cuando era pequeño, que estuve en ella con mi
padre, aunque no nos adentramos apenas. Poco después, la sellaron a cal y canto
porque hubo un derrumbe del techo y alguien murió en su interior.
Tras mucho tiempo sellada, hace unas semanas Padre
Errante me dijo que había pasado por allí y que la puerta estaba abierta
(alguien la habría forzado), y claro... la cabra tira al monte.
¿Sabéis dónde está esta mina? Justo en la subida al
Parador de Turismo de Cuenca, al comienzo de ésta a la derecha. Hay una pintada
en la roca que advierte del peligro de derrumbes en el interior de la mina. No
tiene pérdida.
Entrada a la mina del Portland. |
¿Sabéis lo que esconde? Yo no lo sabía... pero después,
cuando he indagado y me he adentrado más en ella, me he quedado flipado. Seguid
leyendo.
Sin saber lo que me iba a encontrar, me adentré un poco
en solitario. Muy poco. Hice esta foto, y me salí:
Panorámica de la entrada a esta gran mina. |
Había mucha basura de cuando la sellaron (se había
convertido en un vertedero clandestino por estar tan cercano a Cuenca) aunque
era mucho más alta y grande de lo que recordaba e imaginaba. Vi el coche que
hay en la primera galería que nos sale a la derecha (esto sí lo recordaba) y
también vi que partían varias galerías de este punto. A priori, parece un
laberinto.
Un poco más adelante, ya había muchos bloques caídos del
techo cubriendo el suelo. Derrumbes. Por eso la cerraron. Una persona murió en
el interior de esta mina, aunque no he encontrado información sobre el año de
tal suceso. Decido salir para volver en otro momento.
Ese 'otro momento' se materializa al día siguiente,
cuando veo a uno de mis primos y le propongo que me acompañe a echar un nuevo
vistazo. Acepta, cogemos un par de linternas y nos dirigimos hacia el interior
del Cerro del socorro.
Empezamos siguiendo la galería principal, la que va de
frente conforme entramos en la mina, y se adentra (con dirección Este) bajo el
Cerro del socorro. Avanzamos entre bloques caídos del techo, dejando salas a
izquierda y derecha. El techo no parece inestable. Aunque hay grandes bloques
en el suelo, ninguno amenaza con caerse sobre nuestras cabezas colgando
precariamente del techo.
Bloques por todas partes y paredes que se vienen abajo. Desde luego, no es un lugar bonito. |
Hay extraños caballetes metálicos unidos con largos
alambres. También hay restos de una gran tubería que debía ir anclada al techo
para renovar el aire del interior. Es grande. Mucho más que la del Cerro de San
Cristóbal. Ésta mina parece que fue excava a máquina (a pesar de que, como
veremos más adelante, esta mina es anterior a la mencionada).
En ese momento, todo se nos antoja bastante extraño. Lo
único que conocemos de oídas, sobre este lugar, es que fue usado durante la
guerra civil como refugio antiaéreo y que allí ha muerto gente posteriormente
por un derrumbe. No sabemos mucho más, ni lo que vamos viendo nos aclara gran
cosa...
Tras avanzar un trecho por la galería principal, el
derrumbe parece más masivo, y decidimos dar la vuelta. Al volver a la entrada,
nos adentramos esta vez por una galería que conduce a la parte derecha de la
cueva, en dirección hacia el cercano Teatro Auditorio. Aquí hay más humedad, y
un poco más adelante hay un pilón pegado a la pared que recoge el agua de las
filtraciones. También hay pequeños canales en el suelo para evacuar el agua.
Más alambres y caballetes. Muy extraño.
Más adelante la galería gira hacia la izquierda y las
filtraciones de agua del techo están formando ya una capa de caliza amarilla
que en el futuro se convertirá en una colada. Al ir girando a la izquierda, al
final damos con una gran abertura que une de nuevo con la galería principal por
donde la hemos recorrido antes. Media vuelta.
Aquí, nos pasó algo curioso... pasé sobre unos alambres
sin tocarlos, pero mi primo que me seguía, los rozó y al moverse, del techo
cayó a plomo un murciélago. Nos quedamos muy extrañados. ¿Cómo ha caído? ¿Por
qué? ¿Estaba durmiendo agarrado al alambre? Pobre...
Ha caído boca abajo. Le damos la vuelta y está vivo. Es
un murciélago orejudo (los más grandes que hay por la zona). No tenemos nada
para llevárnoslo y dejarlo en otro sitio. Nos planteamos volver a colgarlo,
pero el techo está alto y no podemos. Decidimos dejarlo boca abajo de nuevo,
para que pueda al menos arrastrarse y buscar refugio y salimos de allí.
Al día siguiente, no pude olvidar al pobre murciélago
abandonado a su suerte y volví en solitario con una cajita para meterlo y
llevármelo a la mina del comienzo de esta entrada, donde lo podría colgar del
techo (ya que es más bajo) para que sobreviviese. Al llegar al punto donde
cayó, miro bien por todas partes... pero no lo veo. Hasta que veo un murciélago
volar. Creo que es él. Se ha salvado. Es fuerte. Menos mal que no le ha pasado
nada... me supo muy mal dejarlo allí el día anterior.
A partir de aquí, mi interés por este lugar aumenta.
Comienzo a indagar y encuentro algo. Nuevamente la información procede del
libro 'La Cuenca subterránea I' donde se dice que esta mina fue abierta por la
compañía de cementos Portland, aunque no se menciona la fecha. Durante la
guerra civil se le dio la consideración de refugio. Unos años más tarde, se la
reconvirtió en un criadero de champiñón, cosa que me confirmó Padre Errante,
que me dijo cómo recordaba haber ido de crío con mi abuelo allí a por
champiñones, los cuales se encontraban en cajas y cestas que colgaban de los
caballetes unidos por alambres. Un misterio desvelado.
En dicho libro también se menciona que éste ha sido lugar
de derrumbes con víctimas mortales, aunque no se dice cuántas personas ni
cuándo ocurrió.
En una página web se dice que esta mina tiene 2
kilómetros de longitud. Eso es mucho y quiero comprobarlo, por lo que vuelvo
poco después con Hermano Errante para intentar llegar hasta el final de esta
mina.
Recorremos primero la galería principal, asomándonos a
las salas que salen a uno y otro lado.
Seguimos esquivando alambres y avanzando, hasta que me
topo con una sala cuya continuación aparece tapiada. He llegado al final de la
mina. Hermano Errante anda un poco más atrás.
Voy al encuentro con mi hermano por otra galería lateral.
Y seguimos avanzando, ahora en dirección a la salida.
Conectamos con el ramal que parte a la derecha al poco de
entrar. Aquí hay más humedad, y se están formando coladas amarillas en algunas
paredes. Esta zona ya la conozco de cuando vine con mi primo.
Espeleotemas formándose.
Llegamos hasta el pilón que hay en esta zona, y de donde
sospecho que sale el agua que se dirige a la Fuente del Portland, en la carretera
hacia Palomera.
Pilón cercano a la entrada.
Y estamos ya casi en la salida. Sin percances. Sin
derrumbes. Eso es bueno.
Grabo la galería por la que hemos vuelto:
De vuelta en la entrada de la mina.
Ya estamos en la salida. Hemos investigado ésta gran y
peligrosa mina abandonada tan cercana a Cuenca.
He subido un vídeo a YouTube con todos los vídeos
contenidos en esta entrada. Os dejo por aquí el enlace:
https://youtu.be/BluDHmOfLto
https://youtu.be/BluDHmOfLto
Y nada más por ahora... ¡Hasta la próxima!
Desearía hacer dos preguntas:
ResponderEliminar1. ¿Llegaste a adentrarte 2 Km en la mina del Portland? La cifra me parece bastante elevada, aunque plausible.
2. ¿Has pensado en explorar túneles urbanos, como el que comunica los ríos Huécar y Júcar? No hay mucha información al respecto, pero puede ser interesante:
https://cadenaser.com/emisora/2018/05/08/ser_cuenca/1525787342_369219.amp.html
También he encontrado una publicación sobre otros túneles utilizados hacia el siglo XVII para conducir las aguas por debajo del casco antiguo:
http://revistas.uned.es/index.php/ETFI/article/view/11630
¡Gracias por hacer esta importante labor divulgativa!
¡Gracias a tí por el interés! ¡Así da gusto!
EliminarEn cuanto a tus preguntas: la respuesta a la primera sería que no. A ver, no he llevado cinta métrica ni nada para medirlo, y quizá sumando el recorrido de todas sus pequeñas galerías se pueda aproximar a esa cifra; pero me da que, si esa estimación de su longitud es verdad, debe haber una galería tapiada continuando la zona final de lo que he recorrido. Vamos, que si hay algo más de mina, está oculta tras un buen muro.
La respuesta a la segunda pregunta, el tiempo la dará... jejeje. El túnel que mencionas lo recorrí de joven varias veces con mi padre. Ahora no sé cómo estará... desde luego, sería interesante.
¡Muchas gracias por tu aportación y por los enlaces que has dejado, sin duda, muy interesantes (de lo del petróleo no tenía ni idea)! ¡Un abrazo!
¡No hay de qué! ¡Gracias a ti por la respuesta!
EliminarHe estado leyendo el libro titulado «La Cuenca subterránea» y me ha parecido baste provechoso, sí bien un tanto superficial en datos objetivos como las coordenadas de los sitios mencionados.
Hace unas semanas no pude resistir la tentación de visitar la mina de caolín, y tiene unos 110 pasos de profundidad (no tenía con qué medirlo). Para futuras referencias, la caseta alta de ladrillo está en 40,0843500, -2,1201883 y la entrada de la mina en 40,0851088, -2,1202034.
¡Feliz y próspero 2020!
Por la geología de la zona y los restos de la escombrera la mina no puede ser de caolín. Tampoco se observan minerales metálicos. Lo más probable es que hubiese un filón de arcilla muy pura de la que hay muestras por toda la formación rocosa.
ResponderEliminarLa hipótesis del caolín, la saqué del libro 'La Cuenca subterránea I'... de todos modos, ¡muchas gracias por tu aportación!
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