jueves, 3 de diciembre de 2020

Castillos de las Malenas (Salinas del Manzano) y la Serreílla (Alcalá de la Vega):

 ¡Hoooooola de nuevo, gente!

 

En la entrada anterior nos dimos una vuelta por el llamado 'Castillo del Saladar' (si te la perdiste, echa un vistazo aquí), aunque el término correcto, dada su antigüedad y primeros pobladores, sería más bien el de 'Castro del Saladar'. Su origen era muy, muy antiguo... pero hasta épocas más recientes (Edad Medieval) en que se lo dotó de murallas, no era un castillo propiamente dicho.

 

Hoy sí. Hoy vamos a ver los restos de antiguos castillos, a los que ya se podría designar con tal nombre.

 

En esta entrada vamos a acercarnos a los restos de dos castillos de la zona de la Serranía Media conquense. Para ello, vamos a ir primero al Castillo de las Malenas (también llamado Castillo de la Magdalena) cercano a la población de Salinas del Manzano. Después, nos acercaremos hasta la población de Alcalá de la Vega, para dar una vuelta por el Castillo de la Serreílla, donde se encuentran los restos del castillo más antiguo de la provincia de Cuenca.

 

¿Te vienes a conocer estos lugares con tanta historia?

En la parte superior aparecen restos de la torre del Castillo de la Serreílla, en Alcalá de la Vega.
En la parte inferior, tenemos algunos restos del Castillo de las Malenas, en Salinas del Manzano.

 ¡Vamos a ello!

 

El Castillo de las Malenas (o de la Magdalena), está a 1223 metros de  altitud, y encajado en un promontorio entre dos ramblas, que en los mapas aparecen sin nombre. En realidad, no está el castillo al completo, sino que nos encontramos con algunos restos que han sobrevivido durante siglos a las inclemencias del tiempo.

 

Vamos a situarnos un poco mejor, ¿vale?. Estamos a poco más de 2 kilómetros al Suroeste de la población de Salinas del Manzano, en un camino junto al cauce seco del Río Henarrubia. Os pongo por aquí un mapa, con el camino donde dejé el coche y la ruta a pie hasta los restos del castillo.

Ubicación del Castillo de las Malenas (a la izquierda del mapa).
En amarillo está marcado el itinerario por camino desde la carretera nacional 420 hasta el lugar de aparcamiento (el camino está en buen estado). En azul está marcada la ruta que seguí a pie, 'campo a través' para subir los 120 metros de desnivel desde el camino hasta los restos del castillo.
(Pulsar sobre la imagen para ampliar)


 Desde el kilómetro 509 de la carretera Nacional 420 se pueden ver los restos de la torre que quedan en pie.

 

Antes de aparcar el coche, en el camino de acceso al castillo, paro para hacer esta foto:

Desde aquí ya vemos el castillo, y la cuesta que me va a tocar subir... ea.


 Avanzo un poco más, hasta llegar a las faldas de la ladera sobre la que se situaba este bastión defensivo.

 

"Pues nada... que voy a subir por ahí. A lo recto".

Por la cuesta de la imagen anterior, hay que superar un desnivel de 120 metros hasta llegar a la parte alta. Me pongo a ello, y llego... asfixiado, la verdad.

Bueno, parece que ya estamos cerca, ¿no?


 Ya se ven los restos de la torre.

 

Para hacernos una idea del tamaño de esta fortaleza, primero echemos un vistazo a la siguiente imagen aérea:

Aspecto a vista de pájaro. Parece que había dos recintos, o dos murallas defensivas...
 

Aquí mismo, ya parece que puede haber más restos, lo que indicaría que el anillo de murallas podría haber llegado hasta este punto, aunque ahora hay un muro nuevo construido para acondicionarlo como un mirador, que nos da una visión inmejorable del valle excavado por el Río Henarrubia, afluente del Río Mayor.

Primera vista de los restos del castillo desde este mirador.

Panorámica desde aquí.


 Seguimos avanzando hacia los restos.

Me voy acercando hacia el interior del recinto.


 Entramos en lo que antaño sería el recinto:

Lo que queda del interior del recinto amurallado.


 Y me encuentro con este foso:

Foso en el interior del recinto. ¿Sería un aljibe? Pinta tiene, la verdad...

 

Y claro... no contento con verlo, me tuve que meter dentro a ver qué se había...

Interior del foso que hay en el recinto del Castillo de las Malenas.


Parecía una canalización subterránea para el agua, pero... a saber.

 

Voy a asomarme al valle del otro lado, al contrario de por donde he subido, a ver qué vistas tenemos:

Vista del terreno a este lado de las murallas.

 Después de deambular por el patio de armas del castillo, hago esta panorámica de los restos del recinto: 

Panorámica desde el recinto.

Y vuelvo al mirador que hay frente a los restos de la torre para hacer esta otra panorámica del valle del Río Henarrubia:

Vistas del valle del Río Henarrubia desde la parte delantera de los restos del Castillo de las Malenas. A la derecha de la imagen (en el fondo del valle) está la población de Salinas del Manzano.


¿Por qué estaba esto aquí? ¿Quién lo hizo?


Bien, ahora, vamos con algunos datos históricos de este lugar.

 

Este Castillo de las Malenas es de origen árabe, construido durante el período de los Reinos Taifas (a partir del año 1031, siglo X).

 

En la época musulmana, comprendida entre los siglos X y XII, que precede a la conquista cristiana, el castillo de las Malenas se encuentra formando parte de la línea defensiva de la zona, junto con otros enclaves como: la Torre de Barrachina (lugar que visité aquí) o el Castillo de la Serreílla que veremos más adelante en esta entrada.

 

Desde este lugar se dominaba 'el Camino de Moya o ruta del Cid' (que va de Valencia hasta los Montes Universales) pasando por aquí.

 

Posteriormente, entre los años 1176 y 1183, esta zona fue reconquistada por los cristianos y así Salinas del Manzano, junto a Cañete, Salvacañete, Alcalá de la Vega y Boniches, fueron repobladas para su consolidación cristiana con gente proveniente de la zona de León, Astorga, Burgos y Mondoñedo.

 

Luego, el castillo cayó en desuso y el tiempo lo fue devorando hasta dejar los escasos restos que se pueden ver hoy en día.

 

Una vez aprendido algo más de historia, vamos a ir bajando de este lugar.

 

Para la bajada, escogí un camino que parte en dirección Sur desde los restos, e hice esta última foto a la fortaleza.

Último vistazo los restos de este castillo desde el otro lado de la rambla que tiene en su parte Este.

Bajando por aquí me encontré con un pequeño merendero

Pequeño merendero en la rambla que queda al lado Este del castillo.


Y seguí el camino hasta encontrar un sitio para bajar 'campo a través' de nuevo hasta el coche.

 

Antes de volver, eché un vistazo a algo curioso. A ver, os explico: El nombre de Salinas del Manzano, no es casual. No. Aquí hay un afloramiento de agua con muchísima sal que ya conocían en época de los romanos. Quinto Fulvio Flaco ya realzó la importancia de las fuentes salinas de la zona en el año 181 a.C. Por ello, en las inmediaciones de las fuentes salinas se han encontrado hallazgos como cerámica y algún molino  romano.

 

Pues bien, el Río Henarrubia arrastra parte de esas sales de las fuentes cuyas aguas desembocan en él, y forma una costra salina en el valle que hay a los pies del Castillo de las Malenas, tal y como os muestro en este vídeo.

Costras de sal dejadas por algún desbordamiento del Río Henarrubia, que desemboca en el Río Mayor más adelante.


Y, bueno... ya conocemos todos un poco más sobre este castillo cercano a Salinas del Manzano.

 

Os dejo por aquí el vídeo que he subido a YouTube sobre este castillo:


https://youtu.be/9Rsomg7afUYv

 

Y ahora, vamos con otro...

 

¿Me acompañáis a echar un vistazo a las ruinas del castillo más antiguo de la provincia de Cuenca? ¡Vamos, va! ¡Que no está lejos de aquí!

 

Vamos pues, a asomarnos al serpenteante Río Cabriel, desde las ruinas del Castillo de la Serreílla, en la localidad  de Alcalá de la Vega.

 

Para llegar hasta el lugar (viniendo desde Salvacañete) debemos pasar de largo la población  y, antes de llegar al kilómetro nº 4 de la carretera CUV-5002 que va hacia Campillos-Paravientos, debemos coger el camino que sale a mano izquierda en dirección a la Ermita de Nuestra Señora de Alcalá, que se encuentra junto a las ruinas que buscamos. En línea recta, el Castillo de la Serreílla se encuentra a 2,3 kilómetros al Sur de Alcalá de la Vega.

 

Dejo el coche cuando el camino se pone un poco jodido y echo a andar.

 

En un recodo ya veo mi objetivo, pero antes... vamos a situarlo en un mapa, ¿no?

En rojo he marcado el tramo de camino que recorrí hasta aparcar el coche.
En verde, está marcada la ruta que hice a pie, siguiendo el mismo camino por el que venía.
(Pulsar sobre la imagen para ampliar)


Lo que se ve desde el cielo es esto...

Vista aérea del enclave de este castillo.


Y desde el camino, se ve así:

 

¡Ahí lo tenemos! ¡Los restos del castillo más antiguo de la provincia!

Desde luego, se buscaron un buen sitio para vivir...

Me sigo acercando. Hago un par de panorámicas, para intentar mostrar algo más del entorno que rodea a esta fortaleza.

 

Vistas panorámicas de ambos lados del castillo.

El promontorio sobre el que se alzan las ruinas, tiene en este lado una pendiente muy abrupta. Me da por pensar que de ahí sacaron, en alguna época, la piedra para construir alguno de los muros o estancias de este castillo. O, puede que  fuese un foso defensivo...

Corte de la pared debajo de este lado de la torre.


 Desde aquí abajo ya se ven algunos restos de muralla.

Lienzo de muralla que da al lado Oeste.

 

Y, desde un poquito más adelante, ya vemos el hueco de la entrada a la torre, que es casi el único vestigio de esta fortaleza que queda en pie, eso sí, mejor conservada que la torre del Castillo de las Malenas que vimos antes.

¡Vaya, la torre está en mejor estado de lo que me esperaba! ¡Que tiene más de 1300 años!

Estamos ya junto a la Ermita de Nuestra Señora de Alcalá, que se construyó cerca de los restos de este castillo.

Ermita de Alcalá de la Vega.

Aquí ya parece que hay algo. Se trata de una depresión en el suelo, y parece claramente excavada. ¿Estaremos ante el antiguo aljibe de esta construcción?

¿Un aljibe? Posiblemente...


Hago otra fotografía panorámica desde este punto, mostrando lo poco que queda de este castillo: los restos de la torre, y una esquina de la muralla defensiva.

Panorámica desde la ermita hacia los restos del castillo.

Antes de acercarme a los pies de la torre, me asomo a este lado de la hoz tallada por el Río Cabriel.

Vistas de la hoz del Río Cabriel sobre la que estaba encaramada esta fortaleza.


Otra panorámica de la torre desde aquí... (hay que ver, lo que me gustarán las panorámicas, ¿eh? jaja)

 

Otra panorámica, esta vez más cerca de los restos de la torre.

Y, me sigo acercando. 

Mucha paciencia exigiría colocar todas esas piedras...

 

Rodeo la torre, y grabo éste vídeo por el otro lado:


Y vuelvo en dirección a la ermita para asomarme al río y ver cómo está la bajada.

 

Al volver, me encuentro con esto que no había visto antes: los restos de un cartel donde se informaba del origen de este castillo aunque, como veis, algún 'hijo de puta' (porque no tiene otra definición) se encargó de hacerlo pedazos.

Restos del cartel informativo del origen del Castillo de la Serreílla.

Tras haber recorrido este lugar, vamos con los datos históricos.

 

En el año 714 una guarnición bereber se instaló aquí, y dio comienzo a la construcción de este castillo, que en árabe se llamaba Al-Qala o Akakla (de ahí viene el nombre del municipio: Alcalá). Al mando de dicha guarnición se encontraba Al Samh Ben Zennum. José Antonio Almonacid hizo un estudio del lugar, y en él afirma que los Ben Zennum fueron los principales instigadores de una revuelta contra el califato, la cual acabó dando paso a los Reinos Taifas, donde las tierras se dividían en 'Coras'. Así, en adelante, la familia Ben Zennum fue la líder de la llamada 'Cora de Santaver', que comprendía la provincia de Cuenca, el rincón de Ademuz y la parte sur de la provincia de Guadalajara.

 

Recordad un apunte, como he mencionado en algún punto de la entrada, estamos ante el castillo árabe más antiguo edificado en la provincia de Cuenca. Y eso, ya de por sí, tiene su mérito.

 

Fue un bastión inexpugnable hasta que en 1210 (tras casi 500 años de dominio musulmán) fue reconquistado por Pedro II de Aragón. Eso sí, al poco tiempo volvió a caer en manos árabes.


Finalmente, en 1219, fue definitivamente reconquistado por los cristianos al mando del Arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada.

 

Posteriormente se le ha llamado Castillo de la Serreílla, ya que algunas voces afirman que tal era el nombre de este enclave antes de que llegasen los árabes, cuando los visigodos aprovecharon algunas construcciones de origen romano edificadas con anterioridad, y las fortificaron.

 

El caso es que, por aquí han pasado muchas generaciones, y eso se atestigua en la gran cantidad de restos de cerámica que se pueden encontrar en la loma que desciende desde la Ermita hacia el Río Cabriel, donde encontré éste fragmento, además de otros...

Restos de cerámica encontrados cerca del castillo.


Es difícil hacerse una idea de cómo serían estas construcciones en su pleno apogeo, pero basta darse una vuelta por sus inmediaciones y dejar volar la imaginación, para intentar componer una imagen idílica de estas fortalezas llenas de gente caminando de un lado para otro en sus quehaceres. Son lugares con magia. Lugares históricos.

 

Y, bueno... pues ya sabemos todos algo más sobre la historia de los castillos musulmanes de esta zona, ¿no? Eso sí, aún quedan muchos más, como: el Castillo de Cañete, el de Boniches, el de Laguna del Marquesado, el de Moya, el de Mira, el de Albarracín... etc.

 

Así que, ¿quién sabe? Quizá más adelante, en una entrada futura, veáis alguno más de los castillos que hay desperdigados por toda esta zona de nuestra provincia...

 

De momento, os dejo por aquí el enlace al vídeo de los restos históricos del Castillo de la Serreílla que he subido al Tubo, y me despido hasta la siguiente entrada.

 

https://youtu.be/0N_uLRjq56w

 

¡Hasta la próxima!

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