lunes, 3 de junio de 2019

Descenso del Barranco de la Hociquilla (Barranco de Portilla)


Hoy traigo una de descenso de barrancos. Este barranco lo hemos descendido 2 veces, aproximadamente en la misma fecha (con diferencia de 3 o 4 días) pero en dos años diferentes: 2018 y este 2019. Voy a ir intercalando fotos de un año y de otro durante la entrada. Las fotografías de un año y de otro se pueden diferenciar bien ya que, en 2018 alquilamos los neoprenos a una empresa de aventura de Cuenca, e íbamos todos iguales (neopreno oscuro), pero en 2019 cuando volvimos al barranco ya teníamos nuestros propios neoprenos (comprados de segunda mano a otra empresa de aventura de Cuenca) que son de color negro y naranja.

También se diferencian las fotos de un año con las del otro por el caudal que llevaba el barranco, bastante más bajo en 2018 que este año para las mismas fechas.

Hay que decir que este barranco es muy transitado por grupos organizados dirigidos por empresas multiaventura, aunque nosotros fuimos por nuestra cuenta en ambas ocasiones (sin guía. Hizo de guía Hermano Errante, que ya había hecho un barranco con anterioridad) sin duda, si no se tiene experiencia en estas lides, lo mejor es contratar un monitor para que nos enseñe los métodos de descenso y las maniobras a realizar para avanzar por el barranco.  Como nosotros somos muy aventureros (y tenemos material propio), preferimos ir a nuestra marcha... pero hay multitud de empresas que ofertan éste y otros descensos de la provincia de Cuenca.

Este descenso no tiene dificultad, siempre y cuando no vaya con un caudal muy alto, lo cual es complicado, ya que este barranco desagua en pocas horas. Aun así se le concede una valoración de dificultad V2 A2 III, lo cual quiere decir:

              - V: Es la valoración de la verticalidad del barranco en función de la altura media de sus rápeles y el agua que cae por ellos. El grado máximo es 7. Según la escala oficial, en el caso de este barranco, un grado 2 indica que es un descenso fácil, con presencia de rápeles de acceso y ejecución fáciles, inferiores a 10 metros, o destrepes poco expuestos. Un grado 7, es un barranco con verticales con caudal muy fuerte, cascadas muy consistentes que obligan a una extrema precaución en la gestión de todos los movimientos durante el descenso, escaladas o destrepes de grado 6a o superior, visibilidad limitada y obstáculos, movimientos de aguas al final de los rápeles y pasos en apnea (sifones).

              -A: Es la valoración acuática del barranco, es decir, la dificultad que le otorga el nivel de agua al barranco. Un barranco donde se realizan todos los rápeles por la cascada (lo que se suele evitar al montar las instalaciones) y además incluya movimientos de aguas (remolinos, drossages, sifones, etc..) tendrá un grado alto; en cambio un barranco habitualmente seco no tendrá apenas. El grado máximo es 7 también. El grado 2 de este barranco de la Hociquilla nos dice que puede haber tramos de natación en aguas calmas inferiores a 10 metros de longitud, saltos inferiores a 3 metros y toboganes cortos o de poca pendiente. Poca agua, vamos.

              - Compromiso y envergadura: Aquí la graduación se realiza en números romanos, y va del I al VI para describir el nivel de compromiso, que viene dado por la dificultad de escape del barranco en caso de crecida; y el nivel de envergadura, donde se cuantifica la duración del recorrido. Por poner 2 ejemplos: el grado III de este descenso del que trata la entrada, supone que el entorno del barranco posibilita el escape de una crecida en un máximo de 30 minutos, que existen escapatorias (salidas del barranco a terreno seco) en 1 hora como máximo de recorrido y el tiempo total de recorrido (entre aproximación, recorrido del barranco y vuelta al coche) oscila entre las 4 y las 8 horas (en este caso es menos). Para que os hagáis una idea, el grado VI en este aspecto nos hablaría de un barranco donde la posibilidad de ponerse a salvo de una crecida supone más de 2 horas de recorrido, donde las escapatorias del barranco suponen más de 4 horas de recorrido y el tiempo total de recorrido del barranco es de más de 2 días (los franceses han abierto barrancos en el Himalaya con este nivel de compromiso y altos niveles vertical y acuático, imaginen cómo son...)


Mapa de acceso al barranco. Pasado el pueblo de Portilla, un camino que sigue dirección Norte hasta donde acaba (junto a un corral con ganado) será donde dejemos el coche. Está marcado en rojo. A partir de aquí, seguimos andando por una senda (marcada en amarillo) que nos adentra en el barranco.

Vamos a lo que vamos. Para quien no lo sepa, éste barranco se sitúa al norte de la población conquense de Portilla, y se accede a él por la senda que lo recorre en su parte baja (donde no hay rápeles y se puede caminar sin dificultad) de la ruta circular PR-Cu 30. Tras aparcar el coche en un camino que sale del pueblo en dirección norte, nos ponemos los neoprenos (tarea ardua e ingrata ésta...) y el material, y nos adentramos por dicha senda, la cual hay que transitar durante 20 - 30 minutos hasta llegar a un punto donde hay 2 tinadas colgadas sobre una roca tras un recodo de la senda, a mano izquierda (donde acaba el tramo de subida). Aquí comenzaremos el descenso del barranco, bajando a mano derecha hasta el cauce del arroyo.


Mapa aumentado con la aproximación por el sendero (marcada en amarillo) y el punto aproximado de acceso al barranco.
Senda de aproximación, ya con el equipo puesto.

Estrecho del Gollizno, que es la parte final encajonada de este barranco de la Hociquilla.

Mojamos las cuerdas, y Hermano Errante monta (en las dos ocasiones) un pasamanos de acceso al primer rápel (R1), que salva un desnivel de 6 metros.

Esperamos mientras Hermano Errante monta el pasamanos de acceso y el rápel.

Y nos comenzamos a deslizar por la cuerda:

Aquí voy en mi primer descenso de barrancos, en 2018.

Otra más conmigo colgando de una cuerda...

Ahí va Daviz (lo llamaré así porque es de Madriz), también en su primer barranco.

Llegando al suelo.

Ésta ya es de 2019. Ahí está Hugo gestionando el primer rápel, con un caudal más alegre.

Mi turno.

Primer rápel superado.

Ahí va hermano Errante con éste primero del descenso.

Y una vez abajo todos, recuperamos la cuerda, la ensacamos (la metemos en la saca, vamos...) y nos vamos para el siguiente, esta vez uno de 5 metros:

En 2018.

Ahí voy yo.

Este segundo rápel va alejado de la cascada.

Ahí va Daviz con este segundo rápel.

Otra foto de Daviz descendiendo.

Turno para Hermano Errante.

Encajonado.


Hugo bajando por éste segundo rápel. Ésta es de este año.




Salvado éste segundo rápel, caminamos un poco (tampoco mucho, pero los dos primeros van más seguidos) hacia otro rápel de 5 metros, con el acceso a la vertical un poco más complicada:

Fer, enfrentándose a éste tercer rápel.



Ahí va Daviz.



Mi turno.



Y por último Hermano Errante.



De 2019 tenemos ésta foto, con Hermano Errante atacando el rápel.



En éste tercer rápel, grabamos algún vídeo en la última visita. Por aquí lo dejo:

Pequeño vídeo con los descensos de Hugo y Lion de éste tercer rápel

Una vez salvado, andamos otro tramo, hasta llegar a la cabecera del rápel, a mi juicio, más bonito de este descenso. Éste consta de una vertical de 10 metros que te deja en la bellísima parte estrecha y encajonada de este barranco, conocida como Estrechos del Gollizno. Del año 2018 tengo todas estas fotos:

Ahí estoy yo en 2018.


Imagen de éste rápel desde abajo.

Hermano Errante

Daviz en acción.


Aquí está Jesús, que fue quien se trajo la cámara de la que han salido todas las fotos y vídeos de esta entrada. ¡Gracias Jesús!



Pero este 2019, en este mismo punto, lo que hicimos fue grabar vídeos y, aunque alguno (no sé quien los grabó... pero tiene delito, macho) no se entere de cómo funcionan las cámaras digitales (¡se graba en horizontal, coño!) he juntado los vídeos de éste rápel en uno solo. Echadle un ojo, que aquí se nota mucho la diferencia de caudal de un año con otro:

Aquí se ven, por orden: a Hermano Errante, a Lion, a Hugo (neopreno negro) a mí y a Charli.

Ya estamos en la zona de estrechos, donde el escape del barranco ya se hace casi imposible y no hay vuelta atrás. A partir de este punto, tienes que seguir sólo hacia delante, ya que las paredes que te rodean son muy altas y escarpadas. Aquí nos encontramos con otro bonito rápel de 10 metros, el quinto del día. Las siguientes fotos son del 2018:

Fer, en 2018.

Daviz.


Jesús.



Ésta es la única foto que tengo de este rápel de 2019:

Hugo bajando por éste rápel, en 2019, con bastante más caudal.

Porque en esta ocasión lo que grabamos fueron varios vídeos en este punto:

Vídeo del descenso de varios de nosotros por éste rápel. 



Este quinto rápel puede ser bastante peligroso cuando baja mucha agua, por ello, por su derecha hay montado un cable de acero sobre una repisa de roca que baja hasta el siguiente rápel, evitando por tanto éste. También, en la pared de la izquierda hay una instalación para montar un pasamanos bastante aéreo y montar la cabecera de éste rápel desde una zona más alta, convirtiéndolo en uno de 12 metros. Nosotros, lo bajamos por donde se hace usualmente, ya que el caudal iba en su punto.

Seguimos hacia el sexto rápel, al que se accede mediante un pasamanos montado en fijo. A ver, en realidad, son dos los pasamanos que hay montados en fijo, uno a cada lado del estrecho de roca en que nos encontramos, pero nosotros siempre hemos usado el mismo para aproximarnos a la cabecera de este rápel, de 12 metros:

Cuerda en fijo con pasamanos a la derecha. Este año a la izquierda había otra para aproximarse a la cabecera del rápel. Hermano Errante y Fer están ajustando la cuerda a la altura del rápel.

En 2018 hicimos las fotos de este rápel desde arriba, y éste es el resultado:

Fer.

Yo mismo.


Jesús.

Daviz.



Y en 2019 las hicimos desde abajo:
Jesús bajando éste rápel en 2019.


¡Allá voy!


Lion en faena.



Hugo bajando.
Llegamos a la parte más estrecha para salvar un pequeño rápel de 5 metros con instalación para montar un pasamanos recuperable y acercarnos con más seguridad a la vertical. En 2018 no recuerdo si montamos el pasamanos o no... dejo por aquí las fotos:

Fer en éste rápel.





Pero en 2019 sí que montamos el pasamanos, y me quedé yo a desmontarlo al bajar el último éste rápel. Los demás ya estaban por el siguiente, y último, que se trata de un resalte de 3 metros destrepable mediante una cuerda fija con nudos. Aquí no hay que montar cuerda.
En este tramo, en 2019 no hicimos ya fotos porque la batería de la cámara se estaba agotando, pero tengo ésta de 2018 con Hermano Errante bajando por el último obstáculo de este descenso:

Hermano Errante bajando los tres metros del último destrepe, que está montado con una cuerda fija.

Una vez finalizado, salimos a la senda por la que ascendimos al principio y volvemos a los coches. Fotos de grupo y, ¡a beberse un tercio!

El grupo que descendimos en 2018.

Y aquí los que lo descendimos al años siguiente. Jesús, Hermano Errante y yo estuvimos en ambos.
No he puesto la reseña de este barranco, pero buscando por internet no es nada difícil dar con ella. De todos modos, con dos cuerdas de 30 metros y conociendo las técnicas propias del descenso de cañones, este recorrido se muestra divertido y sin dificultades.

Y nada... con esto me despido, lectores errantes. ¡Hasta la próxima!

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