martes, 28 de agosto de 2018

Vídeo: descenso del barranco de la Hoz Somera (Herrería de Santa Cristina, Cuenca) 17-06-2018

Esta entrada será bastante escueta... ya que se trata de un vídeo con las imágenes que grabamos con dos cámaras tipo 'GoPro' mientras hacíamos el descenso del barranco de la Hoz Somera, el día 17 de junio de este año. En esa ocasión me acompañaba Charly.

Tras haber hecho ese mismo descenso por primera vez tan sólo una semana antes (el 10 de junio lo hice junto a Hermano Errante), no pude negarme cuando me propuso volver, aunque eso supusiese levantarse un domingo a las 6 y media de la mañana para subir a la Herrería de Santa Cristina, hacer el descenso y volver a Cuenca antes de la hora de comer... ¡a contra-reloj, vamos!

Mi intención era subir el vídeo aquí directamente, para no tener que ir saltando de una página a otra, pero como el archivo pesa más de lo que permite subir este blog, lo he tenido que colgar finalmente en YouTube.

Así que, poco más que decir. Dejo aquí el enlace del vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=hJ46iOc9Oeo&feature=youtu.be

Aprovecho para poner alguna fotografía de las que hice la semana anterior a la grabación del vídeo, cuando completé el descenso con Hermano Errante:

Vídeo del primer estrecho, donde se monta el primer rápel y se inicia el descenso.
A partir da ahí, ya no hay vuelta atrás...


Para ser junio, lo cogimos con un caudal elegante la primera vez.
Rincón donde se monta el primer rápel. Hermano Errante a la derecha de la imagen.

Secuencia de imágenes de uno de los rápeles más divertidos, con el agua cayéndote encima desde la mitad del descenso.
(Los demás rápeles tienen las instalaciones montadas más lejos del curso de agua, salvo el último)

Las tres imágenes están tomadas en el tercer rápel, que tiene 9 metros.

Alma Errante luchando contra las aguas.

jueves, 16 de agosto de 2018

Ruta (y odisea) por el Barranco de la Hoz y la Cascada Batida de Calomarde (Teruel)

Vamos aquí con el relato de una salida de la provincia de Cuenca, a la adyacente provincia de Teruel, con el objetivo de recorrer el encantador Barranco de la Hoz de Calomarde, pasar de largo el pueblo y acercarme hasta la Cascada Batida, siguiendo aguas abajo el Río de la Fuente del Berro (el caso es que también se le llama Río Blanco, pero lo llamaré durante la entrada Río de la Fuente del Berro ya que en los mapas de IGN aparece como tal). También contaré aquí las complicaciones que me surgieron en esta ruta, las cuales casi me dejan sin mi querido Coche Errante...

Los hechos acaecieron durante el domingo 4 de marzo de este mismo año. El día no era quizá el más propicio para subir a la Sierra de Albarracín, ya que llovía incesantemente desde mi salida de Cuenca antes del amanecer, pero esto no fue impedimento para llevar a cabo mi empresa: con meter el chubasquero en la mochila de ataque, este problema estaba solucionado. Así que, me preparé para andar bajo la lluvia y salí de casa.

Antes de llegar a mi destino, hice una breve parada en el monumento junto al nacimiento del Río Tajo, a pocos kilómetros de Frías de Albarracín, ya que llevaba bastantes años sin acercarme a este sitio. Aún quedaba nieve en los picos cercanos al Puerto del Cubillo y la temperatura era de unos 5 - 6 ºC.

Monumento al nacimiento del Río Tajo, unos kilómetros antes de Frías de Albarracín.
Tras esta breve parada continué hasta el pueblo de Frías de Albarracín, desde donde debía coger un camino que discurría en dirección norte hasta dar con la Fuente del Berro, donde dejaría aparcado mi vehículo, hasta que lo pude recuperar al día siguiente... pero bueno, eso ya lo contaré más adelante.

Total, que con el coche ya aparcado, las cosas guardadas en la mochila y el chubasquero puesto por encima de ésta, comencé a andar entre prados que rodeaban el cauce que debía seguir aguas abajo recorriendo una parte del trazado del sendero PR-TE 2 que va de Albarracín al nacimiento del Tajo, pasando por Calomarde y por Frías de Albarracín. Desde la Fuente del Berro, este sendero comienza siguiendo el cauce del río por su margen izquierda.

A esta lluvia que estaba cayendo se le sumaba el agua de deshielo de las nieves que habían caído durante las semanas anteriores y que me impidieron subir a realizar esta ruta unas semanas antes. Aquí el camino aún era llano y todo estaba encharcado, pero también verde y exultante.

Panorámica del primer encuentro con el Río de la Fuente del Berro (también llamado Río Blanco), el cual seguiría aguas abajo durante todo el camino de ida.

Bellos pasajes entre pinares y el cauce de verdes aguas de este pequeño río.

El sendero estaba bien marcado y señalizado. Más adelante se dividía en dos: uno cruzaba el río y se alejaba del cauce para bordearlo por una loma adyacente y el otro seguía por la orilla por la que, hasta ahora, había ido avanzando. Decidí cruzar el río y hacer el tramo en subida para volver más tarde por el camino que iba junto al cauce.

A pesar de haber pasarelas metálicas en algunos puntos, en este punto no encontré ninguna, de modo que busqué un lugar donde el cauce no fuese muy ancho, lancé la mochila a la otra orilla para ir más ligero y después salté esperando no quedarme corto y caer en el río, cosa que afortunadamente no ocurrió.

Después de esto la senda empezaba a ascender tras pasar junto a un viejo molino en ruinas, llamado Molino de las Pisadas. Esta senda se alejaba del río y subía hasta ir por el borde superior de esta hoz que pacientemente fue excavando el agua.

Ya avanzando por el borde superior de la hoz. La suave llovizna me acompañaría durante la mayor parte del día.

Verdes pinares serranos. El río va encajonado por ahí abajo, por donde volvería más tarde andando sobre pasarelas metálicas.
Pliegues en las capas de caliza que forman la parte alta del barranco. Ahí había un camino que bajaba a la orilla del río nuevamente, aunque yo continué otro tramo por la parte superior

El curioso pliegue de los estratos calizos de la foto anterior albergaba un pequeño abrigo de roca que aproveché para refugiarme un rato del fino e incesante 'calabobos' que caía.

Abrigo de roca formado por el pliegue de los estratos calizos. He leído por ahí que se llama Cueva de las Albardas, pero me parece bastante pretencioso denominar a este simple y pequeño abrigo como 'cueva'...

Yo venía de la parte de arriba a la derecha de la fotografía.
El sendero que se ve en la parte de abajo fue el que tomé para la vuelta.
Tras este breve descanso, continué avanzando por la parte alta de la hoz, viendo algunos tramos del río al fondo de las paredes calizas.

Panorámica desde la parte final del sendero que transitaba el borde superior de la hoz.
Un poco más adelante el sendero comenzaba a bajar hacia el cauce de verdes aguas, llegando a un tramo de increíble belleza, con pequeños regatos de agua corriendo por todas partes.

Volviendo junto al cauce. Este tramo me dejó alucinado por su belleza. A la izquierda se puede ver una bonita cascada (pulsar imagen para ampliar).
A partir de aquí la senda hasta Calomarde se convertía en una amplia pista de tierra en buen estado (aunque encharcada) y acondicionada con bancos de madera y farolas.
El agua afloraba por todos los rincones y corría hacia el río, creando murmullos entre las rocas. El espíritu de las ninfas y náyades parecía habitar en este bello paraje.

Pequeños regatos de agua bajaban por todas partes al encuentro con el cauce del Río de la Fuente del Berro.

Arroyos saltarines corriendo entre las piedras.
Ya estaba a menos de un kilómetro del municipio de Calomarde. La llovizna no me daba tregua. No dejaba de caer, pero por lo menos tampoco parecía aumentar su intensidad, de modo que continué caminando tras hacer algunas fotos.

Se ve que el caudal que bajaba por el río era mayor de lo habitual, ya que hasta aquí llegué en absoluta soledad, pero a partir de este punto sí que me crucé con bastantes personas del pueblo que se  acercaban hasta este mágico rincón para ver las cascadas y cursos de agua que la lluvia y la nieve habían alimentado los días anteriores.

Aquí el río parecía más profundo y las paredes de la hoz iban elevándose cada vez más hasta alcanzar los más de 200 metros de desnivel en el muro calcáreo que queda al oeste de Calomarde, llamado Alto de la Piedra. En este tramo se veían numerosos covachos y abrigos de roca.

Imagen tomada junto a la Presa de los Ahogados, llamada así porque en 1876 dos personas (creo recordar que fueron un molinero y su hijo) murieron ahogadas al intentar cruzar el río por este punto tras una crecida. Una placa conmemorativa, allí expuesta, explica la historia. 

Grandes abrigos de roca afloraban por esta parte del recorrido a ambas orillas del río.
Otra de las pequeñas covachas de esta zona.

Panorámica del imponente Alto de la Piedra, elevado más de 200 metros, en su punto más alto, sobre el cauce del río.

Vídeo a los pies del Alto de la Piedra, desde el paseo acondicionado junto al río, cerca de Calomarde.

Ya estaba en Calomarde, pero nada me llamaba a hacer una parada para conocer el pueblo (en mis rutas suelo evitar siempre que puedo las poblaciones, ya que no tengo apenas interés por la etnología), así pues, pasé de largo andando por la carretera que discurre en dirección Este hacia la siguiente población, y al salir del pueblo volví a los caminos que discurren junto a la orilla del río.

Ahora mi plan era llegar hasta la Cascada Batida de Calomarde, ya dejando atrás el sendero PR-TE 2 que hasta ahora venía siguiendo. Esta cascada se encuentra a unos 2,5 kilómetros de la población.

Chopos cubiertos de líquenes amarillos junto al río, de camino a la Cascada Batida.
El sendero junto al río se perdía un poco más adelante, por lo que tuve que recorrer el último kilómetro hasta la cascada por el arcén de la carretera, desde donde me fijé en un abrigo de roca en lo alto de una empinada ladera que me pareció un buen lugar para detenerme a comer tras ver la cascada, ya que en él me podría resguardar de la llovizna que durante todo el camino me venía acompañando.

Por fin llegué hasta el punto más alejado del lugar de aparcamiento en mi ruta: la Cascada Batida de Calomarde, también conocida como Cascada del Molino Viejo (al parecer había antaño un molino del siglo XV).

Cascada Batida desde un mirador que hay arriba.

Precioso el aspecto de esta cascada con el agua que había caído.

Vídeo desde el mirador, cerca de la carretera.

Al pie de la Cascada Batida.

Vídeo corto que grabé para apreciar el sonido y la fuerza del agua aquí.

Ya había visto la cascada y deambulado por sus alrededores, y después de varias horas andando bajo la lluvia, un hambre voraz me pedía una parada para comer. Volví entonces a la carretera en dirección a Calomarde, pero un poco más adelante paré, salí del asfalto y ascendí, no sin dificultad, por una empinadísima pedrera hasta llegar a la covacha que había visto anteriormente. A cobijo de la lluvia, que comenzaba por fin a remitir, me quité el chubasquero, me acomodé y me puse a comer.

Vistas desde el abrigo de roca donde paré a comerme tranquilamente el bocadillo.
Hasta aquí todo iba bien. Había llegado hasta mi objetivo y la lluvia empezaba a darme tregua.

Con las fuerzas renovadas tras echar combustible a la maquinaria, me puse otra vez en marcha desandando el camino andado. Pasé por el pueblo, volví al paseo junto al río, y llegué otra vez al rincón que me había cautivado al pasar por allí.

Como ya no llovía aproveché:

Cauce donde el agua solo corre tras largos períodos de lluvias.
Su topónimo es: Barranco Mingoma

Casi se podía oír las voces de náyades y ninfas jugueteando en estas puras aguas.

En este rincón hice una parada y grabé un par de time lapse (tras una larga espera grabando, no quedaron del todo bien). 

Aquí comenzó el drama.

Al hacer recuento de pertenencias... alarma. "¡Joder! ¡me faltan las llaves del coche!". Abro la mochila, busco, no están. Me rebusco por todos los bolsillos. Tampoco aparecen. Cojonudo... ¿cómo vuelvo yo ahora a Cuenca? No tengo ninguna otra copia de la llave: ni encima, ni en Cuenca.

Vuelvo una vez más sobre mis pasos mirando el suelo por el camino que lleva a Calomarde. No las encuentro. Paso de largo el pueblo y continúo en dirección a la Cascada Batida, pero antes de llegar a ella, recordando el último chequeo que hice de mis pertenencias, estoy seguro de que por este punto la última vez que pasé, aún las tenía en el bolsillo... de modo que vuelvo al pueblo. Me cruzo con un grupo de personas que vienen haciendo un trekking por mi mismo recorrido y les pregunto si han visto las llaves de un Toyota. No, no han visto nada, pero me dicen que irán atentos por si las viesen y en tal caso las dejarían en el bar del pueblo.

Voy al bar del pueblo (había pasado varias veces por la puerta) y les informo de mi problema. Les dejo mi número de teléfono por si alguien las encontrase y las llevase ahí. Para más inri, en todo el trayecto que he hecho desde que aparqué el coche no había cobertura móvil. Sólo aquí, el el pueblo de Calomarde había la suficiente para llamar. Llamo a Hermano Errante y le explico mi situación. 
Le digo que voy a hacer otro intento de encontrarlas, y que si no lo consigo me bajaré hasta Frías de Albarracín y desde allí contactaré de nuevo con él para que suba a buscarme. La caminata se alargará más de lo planeado...

Vuelvo a encaminarme por la pista de tierra donde creía haberlas perdido, alejándome de Calomarde y de la cobertura móvil. Miro por todas partes. Nada. Ni rastro. Empiezo a desesperarme y la temperatura empieza a bajar. Recordemos que esto sucedió en marzo, donde la noche cae pronto.

Vuelvo a la pequeña cascada del Barranco Mingoma donde eché en falta las llaves, miro por la zona y... nada. Me resigno. Las doy por perdidas, de momento; así que me dirijo de nuevo en dirección al coche, sabiendo que por esa zona no las iba a encontrar.

Al llegar al punto donde el camino se divide, escojo la ruta que discurre junto al río, ya que al venir lo había hecho por la que va por lo alto de la hoz. Me encuentro con rincones preciosos, pero ya no los miro igual. Voy andando desesperado, a un ritmo frenético. Aun así, en algunos puntos me paro a hacer algunas fotos como las siguientes:

Gorgas estrechas donde el agua fluía mansamente. Por fin salió un rato el sol, aunque ya no estaba de humor para disfrutarlo.

Aquí empezaba el tramo encajonado del río donde la progresión se hacía posible gracias a una estrecha pasarela metálica.

Otro bonito tramo donde el río discurría totalmente encajonado.

Tramo de la pasarela metálica.

Otro tramo donde se cruzaba a la margen derecha del río para continuar caminando por una senda con pasamanos fijados a la roca y escalones de madera sujetando el suelo.
Ya pasado el tramo encajonado del río, seguí en dirección a la Fuente del Berro en cuyas proximidades tenía el coche aparcado... pero claro, sin la llave poco podía hacer, de modo que lo pasé de largo dejándolo a la intemperie y proseguí en dirección a Frías de Albarracín, esperando que allí hubiese cobertura móvil y pudiera confirmar a Hermano Errante que tenía que subir a recogerme.

Este 'paseo extra' aumentó en otros 4 kilómetros los que ya había recorrido, la noche comenzaba a acercarse y mis fuerzas ya andaban algo justas.

Tras llegar a Frías de Albarracín y comprobar que allí sí había cobertura (¡menos mal!) hablé con Hermano Errante y busqué un lugar donde protegerme del frío glacial que hacía al atardecer (lo de Frías hace justicia al nombre del pueblo) mientras él subía a recogerme.

Mapa de la parte del recorrido que tenía planeado hacer en un principio (como luego tuve que volver sobre mis pasos, y más tarde andar otros 4 kilómetros en dirección sur hasta Frías de Albarracín, al final la ruta fue bastante más larga).
El punto amarillo (en la parte izquierda) es el lugar donde dejé aparcado mi coche. La línea en color rojo claro representa el recorrido de ida, por la bifurcación de la senda que discurría por la parte alta de la hoz hasta la mitad de ésta, más o menos, donde el recorrido ya era por la misma pista de tierra. A la derecha, en el punto de color azul, está la Cascada Batida, hasta donde llegué. Más tarde al volver, tomé la variante del sendero que discurre por la orilla del río y las pasarelas metálicas, que está marcado en color rojo más oscuro sobre el mapa.

El desenlace, por suerte, fue feliz. Hermano Errante me recogió antes de que me congelase (no faltó demasiado, no os imagináis como baja de fresco, en marzo, el viento de los picos que hay alrededor de Frías de Albarracín) y volvimos a Cuenca. Al día siguiente fui a trabajar y en cuanto salí cogí otro coche y me subí con un amigo a buscar las llaves del mío.

Nos pilló una fuerte nevada en las inmediaciones de Calomarde, pero tras volver al lugar donde estuve grabando el time lapse cerca de la pequeña cascada de agua del Barranco Mingoma, el amigo que había subido a ayudarme dijo algo así como: "¡Coño! ¡Mira qué marzuelos salen por aquí!" mientras levantaba del suelo las llaves de mi coche. Desde aquí, ¡gracias de nuevo a Víctor (Mito) por encontrarlas!

Un enorme respiro de alivio se pudo escuchar en toda la Sierra. Había recuperado mi coche, después de todo... aunque la vuelta a Cuenca con los dos dedos de nieve que habían caído en el Puerto del Cubillo mientras buscábamos las llaves, no fue tampoco una tarea nada fácil...

martes, 7 de agosto de 2018

Recopilación de time lapse: Nubes errantes

En esta entrada quiero mostraros una selección de los mejores time lapse que he grabado desde que, en octubre de 2017, me diese por utilizar bastante a menudo esta técnica. Cada uno de estos vídeos se ha estado grabando durante un tiempo mínimo de 30 minutos, con un mini-trípode y el móvil.

Son, en total, 10 vídeos grabados en 9 localizaciones distintas (una de ellas se repite).
Tengo más time lapse, pero aquí he escogido los que mejor estaban, a mi parecer.

Para poder subir el vídeo en el blog he tenido que sacrificar un poco la calidad final de imagen (aquí se limita el peso de los vídeos a un máximo de 100 MB) pero creo que, a pesar de ello, se verá con calidad suficiente.

Para no dejar el vídeo aquí, sin más, debajo voy a poner un pequeño mapa mostrando la ubicación desde donde se grabó cada uno de los time lapse, por si alguien se anima a acercarse para ver el atardecer en alguno de estos lugares, y pondré también alguna anécdota de cuando los estaba grabando.

Pero, lo primero es lo primero. Aquí os dejo el vídeo completo. Dura 4 minutos 38 segundos, pero creo que merece la pena ocupar ese tiempo viéndolo de principio a fin. Os aseguro que no defraudará.

Ver a pantalla completa pulsando el cuadrado, abajo a la derecha.

La instrumental que acompaña a las imágenes es de Dansonn Beats y se llama "Pieces".


Vamos a ver desde donde se grabó cada vídeo. El vértice es el punto donde se colocó la cámara y las líneas indican, aproximadamente, el campo de visión que abarca cada toma:

Corte 1.- Comienzo del vídeo hasta minuto 0:28 - Amanecer grabado desde un lado de la carretera que va de Beteta a Carrascosa de la Sierra en el mes de octubre de 2017, a 0ºC. Recuerdo cómo los corzos emitían sus 'ladridos' alrededor, al estar en su época de celo. Las luces tenues que se ven al principio del vídeo son las del pueblo de Beteta, y también se ve alguna luz fugaz por la esquina inferior derecha de la imagen, fruto de algunos coches que subían a esas horas en dirección a Carrascosa (cazadores seguramente).
Pulsar la imagen para ampliar. Emplazamiento del vídeo nº 1.
Corte 2.- Minuto 0:29 hasta 0:59 - Éste time lapse fue grabado a medio día a orillas del Arroyo Almagrero. Ese día hice un trekking por la Sierra del Agua (al sureste del Puerto del Cubillo). Justo a la izquierda de la imagen, pero fuera de ella, hay 3 enormes bocas de la llamada Cueva de las Grajas (un espectacular abrigo de roca). Todo esto pertenece al término municipal de Huélamo, y se encuentra a las faldas del cerro de El Risco.
Emplazamiento del vídeo nº 2.

Corte 3.- Minuto 1:00 hasta 1:24 - Éste vídeo está grabado muy cerca del anterior. También a medio día, pero esta vez desde lo alto del cerro de El Risco, a 1815 metros sobre el nivel del mar. Aún había algo de nieve, aunque no tanta como en la ladera (ahí arriba se la había llevado casi toda el viento). Es duro grabar en las cimas, el azote constante del viento te acaba congelando por muy abrigado que vayas...
Emplazamiento del vídeo nº 3.

Corte 4.- Minuto 1:25 hasta 1:56 - Grabado desde un poco más abajo del Collado Bajo (el tercer pico más alto de la provincia con 1839 metros sobre el nivel del mar). Al comienzo de la subida lloviznaba, a mitad comenzó a nevar y cuando llegué a la cumbre nevaba bastante y no había buena visibilidad. A la bajada paré a entrar en calor en una pequeña caseta sin puerta que vi mientras subía, y aproveché cuando se abrió la niebla para grabar este time lapse (uno de mis favoritos).
Emplazamiento del vídeo nº 4.

Corte 5.- Minuto 1:57 hasta 2:16 - Otro time lapse de nubes. Este, grabado en el Mirador del Rodenal, durante una parada para comer mientras hacía el recorrido de la ruta Pr-Cu 42 cerca de Priego. A la izquierda se encuentra el Estrecho de Priego, donde se ubica una vía ferrata muy divertida en un entorno impresionante. Fijándose bien se ve alguno de los numerosos buitres que habitan las rocas de toda esa zona y que sobrevuelan esa zona a todas horas.
Emplazamiento del vídeo nº 5.

Corte 6.- Minuto 2:17 hasta 2:40 - En aquella ocasión quería subir a un municipio de Teruel para hacer una ruta de trekking, pero la intensa nevada de la noche anterior me lo impidió, pues el Puerto del Cubillo estaba cortado. No hay problema, me dije. Decidí entonces hacer un recorrido por la zona de la Herrería de los Chorros, y grabé este time lapse mientras pasaba sobre mí una nube que venía dejando nieve en los cerros circundantes. Me gusta bastante el resultado del vídeo y además recuerdo que en esta ocasión no pasé nada de frío. Lo duro y arriesgado fue bajar de allí por el lugar por donde lo hice...
Emplazamiento del vídeo nº 6.

Corte 7.- Minuto 2:41 hasta 3:00 - Me gusta mucho este sitio y está muy cerca de Cuenca, por lo que este emplazamiento repite (este vídeo y el último están grabados desde el mismo lugar). Además, llegué justo a tiempo para poner a grabar el time lapse antes de que pasase sobre mí (y sobre la ciudad) una nube que traía algo de nieve. Eso sí... en aquella ocasión pasé muchísimo frío a causa del viento.
Emplazamiento del vídeo nº 7.

Corte 8.- Minuto 3:01 hasta 3:26 - Este sitio también se encuentra muy cercano a Cuenca y, para mi gusto, éste es el time lapse más vistoso de todos los recogidos en ésta recopilación ya que se ve muy bien el espectacular cambio de tonos del cielo al atardecer. Además, éste es el sitio más cómodo de todos los que he recorrido grabando time lapses, ya que tras poner el móvil a grabar en su trípode, te puedes sentar en un banco a esperar a que anochezca viendo cómo las luces de la ciudad se van encendiendo poco a poco al fondo de la Hoz del Huécar.
Emplazamiento del vídeo nº 8.

Corte 9.- Minuto 3:27 hasta 4:04 - Éste atardecer se me hizo eterno. No sé... parecía que el sol no se quería ir. Está grabado también en las cercanías de Cuenca, pasado el cementerio, por los caminos del paraje de Casasola, junto a una casa abandonada que en los mapas aparece como: Casa de la Poveda.
Emplazamiento del vídeo nº 9.

Corte 10.- Minuto 4:05 hasta el final - Para grabar éste time lapse, volví a una ubicación que ya había utilizado, pero mi objetivo era quedarme grabando hasta que el cielo al completo se pusiese negro y la ciudad se iluminase a mis pies. También pasé bastante frío agazapado junto a un saliente de roca, que me protegía un poco del viento, mientras esperaba a que oscureciese por completo. El viento siempre me ha castigado en ese lugar, pero las vistas merecen el sacrificio.
Emplazamiento del vídeo nº 10.

Y, nada, con esto me despido hasta la próxima entrada... ¿De que será? ¿Otra cueva? ¿Trekking? ¿Descenso de cañones? ¿Un paraje desconocido? Bueno... tendréis que esperar un poco para saberlo...