miércoles, 22 de abril de 2020

Agradable paseo a orillas del Río Vencherque

¡Hola de nuevo errantes confinad@s!


Espero que lo llevéis bien en estos días turbios que nos ha tocado vivir.

Vamos al lío. Hoy vuelvo a tirar de archivo, con una ruta por unos parajes de una belleza y frescura destacables. Estuve allí, junto a Hermano Errante, en Agosto del pasado año.

¿El lugar? Villar del Humo. Eso sí, esta vez no fuimos a ver las pinturas rupestres, donde ya estuve yo en solitario un tiempo antes. Os lo conté aquí: http://almaerrantedeestosmontes.blogspot.com/2019/01/ruta-de-las-pinturas-rupestres-de.html

Esta vez bajamos por el Barranco del Haya hasta la orilla del río Cabriel. Después, nos acercamos al pueblo, para pasear por un sitio al que le tenía echado el ojo, el Río Vencherque.

No tengo muchas imágenes de esta ruta… pero con lo poco que tengo voy a intentar mostraros parte de esta zona.

¿Os venís?

Comienzo del tramo superior (dirección noreste) de la senda SL-CU 07

Vamos con los hechos. La idea era dar una vuelta por las inmediaciones de Villar del Humo, pero no teníamos claro dónde ir. Hermano Errante conducía y yo miraba de vez en cuando el mapa, para ver si había algo interesante que ver. Antes de llegar a la población de Villar del Humo, vi un barranco en el mapa que desembocaba en el Río Cabriel y le dije a Hermano Errante que parase y bajásemos a echar un vistazo.

Aparcó en una zona que se vio afectada por el gran incendio de San Martín de Boniches del año 1994 (creo que aún mantiene el récord de ser el mayor incendio forestal acaecido en Castilla La Mancha desde que se tienen registros). Toda esa zona ahora está poblada de matorral bajo, pero casi ningún árbol en muchos, muchos metros cuadrados a la redonda.

Total, que nos dio por bajar por un barranco seco (en los mapas llamado Barranco del Haya) hasta el río Cabriel, y volver más tarde por la carretera. Unos cuántos kilómetros de ruta, pero que nos dejó con ganas de más…

Ruta descendiendo por el Barranco del Haya hacia el Río Cabriel.
(Pulsar sobre la imagen para ampliar)

Por eso, tras volver al coche, decidimos acercarnos a la población de Villar del Humo para recorrer el sendero del Río Vencherque, del que había visto algo en internet.

El Río Vencherque nace en el cercano término municipal de San Martín de Boniches y tras recorrer unos 15 kilómetros, desemboca en el Río Cabriel. Os dejo aquí un mapa donde he resaltado el recorrido del río en azul para verlo algo mejor:

Recorrido total del Río Vencherque desde su nacimiento al norte de la Ermita de la Virgen del Remedio hasta su desembocadura en el Río Cabriel, unos 15 kilómetros más abajo.
(Pulsar sobre la imagen para ampliar)

Ahora vamos a hacer un recorrido por la verde y tranquila orilla del Río (o, arroyo) Vencherque, acondicionado para todos los públicos allá en el año 2013. La Diputación Provincial invirtió 266.088,50 € en este acondicionamiento, y el resultado es excelente. Aquí podéis ver el ‘antes y el después’ de los trabajos realizados en el tramo Suroeste: https://www.dipucuenca.es/documents/12423/ab2adad4-82d6-4cab-93fe-36adf61aab74

Las dos partes de este sendero SL-CU 07 que recorrimos. En rojo la parte noreste, de unos 2,7 kilómetros.
En verde la parte suroeste, de unos 3,4 kilómetros completando la circular (cosa que no hicimos).
Pulsar sobre la imagen para ver ampliada. 

Este bello recorrido se divide en dos tramos. Nosotros aparcamos el coche junto a una pequeña rotonda a la entrada del pueblo y nos disponemos a recorrer el primer tramo, hacia el Noreste. Este tramo consta de 2,7 kilómetros, y transcurre por la margen derecha (según e sentido de las aguas) de este pequeño río. Vamos río arriba.

Este paseo está a la sombra de grandes chopos y otros árboles, que le confieren un microclima fresco. Vamos avanzando entre pequeños huertos y restos de construcciones antiguas, ya derruidas, hasta un merendero donde nos detenemos a comer algo.

Tras la pausa, volvemos sobre nuestros pasos y montamos en el coche, con la intención de volver a Cuenca. Pero, justo al salir del pueblo, veo un rincón que tiene muy buena pinta, y le digo a Hermano Errante que hagamos una parada para echar una ojeada. Un acierto, ya que ésta es la parte más chula del recorrido.

Aquí comienza el segundo tramo de la senda que recorre parte del Río Vencherque, esta vez en dirección Suroeste, que consta de 3,4 kilómetros y avanza directamente por una pasarela de madera sobre el cauce, dentro de un cañón por donde las aguas fluyen encajadas.

Al principio del recorrido hay un molino con muchas ruedas de piedra enormes apoyadas junto a su pared, llamado el Molino de la Hoz. Esta vez avanzamos aguas abajo del río hasta un lugar donde el camino de tablas se convierte en un sendero de tierra. Hay multitud de rincones mágicos donde sólo se oye el rumor del agua siguiendo su camino. Un lugar altamente recomendable para un paseo tranquilo a la sombra.

Los únicos vídeos que grabé los he mezclado en uno solo, pero el blog no me permite subirlo porque ocupa más de 100 Mb… así que, para poder verlo tenéis que pinchar en el siguiente enlace:



Como en esta entrada he andado corto de material propio, os dejo por aquí el enlace a los datos de este sendero acondicionado, nombrado como sendero SL-CU 07: http://www.senderosdecuenca.org/index.php/es/registro-senderos-cuenca/24-senderos-locales/209-slcu07

Y por aquí un enlace más para que podáis ver otras imágenes de este tranquilo y bello lugar: http://de-cima-a-cima.blogspot.com/2017/05/desfiladero-del-rio-vencherque.html

Y, nada más por esta vez.

A ver si nos dejan salir pronto y volver a errar por los montes, que yo ya estoy que me subo por las paredes…

¡Hasta la próxima, lectores errantes!

domingo, 5 de abril de 2020

Sima la Raja (Villanueva de Alcorón): a falta de unos metros... falta oxígeno

¡Hola de nuevo lectores errantes!

No tenía pensado subir una entrada de esta expedición que hicimos el 12 de Octubre del pasado año... pero, dadas las circunstancias: 

          a.-) aprovecho para entretenerme un rato en crearla, y 
          b.-) de paso espero que os entretengáis un rato en leerla (aunque ésta será corta).

Pues bien, el día de autos (12-10-2019) nos plantamos en Villanueva de Alcorón: Javi, Hermano Erante y yo.


Nos ponemos todo el equipo, nos cargamos los macutos al hombro y deambulamos por los bosques de Mormejar, también conocida como Serrezuela de Valsalobre dentro del Parque Natural del Alto Tajo.


Pasamos junto a la boca de la Sima Diana, cerca de la cual habíamos dejado el coche, y hacemos una caminata, campo a través hasta la boca de la Sima la Raja, que es la que teníamos pensado descender esta vez.



Boca de la Sima la Raja, en Villanueva de Alcorón (Guadalajara)

Ésta sima fue elegida en 2018 por la Federación Castellano Manchega de Espeleología y Cañones para ser equipada como segunda sima escuela de la Serrezuela de Valsalobre, ya que con el buen tiempo la primera sima escuela de la zona (Sima Juan Herranz I) se suele llenar de visitantes que bajan a admirar su bella sala.

Por ello, fue re-equipada recientemente, contando con dos vías paralelas de descenso.

El nombre de esta sima describe muy bien lo que es: una gran raja formada a expensas de una fractura en la roca caliza.

Hermano Errante monta a un árbol, y desciende por la rampa de entrada hasta la cabecera donde anclará la cuerda para descender el primer pozo de 45 metros.


Hermano Errante montando la cabecera asegurado a un pino.
Una vez montada la cabecera, continúa su descenso montando los fraccionamientos. Voy yo el siguiente. Monto el descensor en la cuerda, el shunt (elemento de seguridad anti-caídas), y me voy para abajo detrás de él. Por encima me sigue Javi.

Paso la cabecera, después un desviador (más rápido de pasar que un fraccionamiento), después un fraccionamiento, luego otro, luego otro... así hasta que llegamos a la base del pozo de 45 metros.

Aquí hay un paso estrecho, pero sin complicaciones, y una zona de descanso donde pisamos tierra de nuevo. Ahora, hay que internarse por ese paso estrecho y montar la cabecera del pozo de 20 metros que nos llevará al fondo de esta sima, a 90 metros bajo la superficie.

Yo ando esperando anclado a un fraccionamiento, con Javi a su vez esperando por encima de mí. Hermano Errante está montando el siguiente pozo cuando algo empieza a pitar insistentemente.

- ¡Joder! ¡Que susto me ha dado el cacharro! - grita Hermano Errante.

- ¿Qué pasa? ¿Cuánto oxígeno marca? -le contesto yo, un poco más arriba.

- Aquí, 18. Voy a bajar un poco más a ver... -me responde.

Mal rollo. Menos mal que Jorge (del Grupo conquense ARA) nos ha prestado el medidor de oxígeno en esta ocasión.

Hermano Errante baja un poco más, dice que le quedan unos 10 metros para pisar el fondo, pero la maquinita no deja de pitar. No es cuestión de arriesgar. Da media vuelta con el medidor de oxígeno marcando una concentración del 17,8%. Por debajo de 18% ya empieza a ser peligroso.

No queda otro remedio... media vuelta. Javi comienza a subir. Nosotros le seguimos.

Sabíamos que las algunas cavidades presentan valores bajos de oxígeno durante el estiaje, y por ello habíamos pedido a Jorge el medidor (os dejo aquí el enlace al artículo de la Revista Calar 2020 donde se habla de este fenómeno: https://www.fcme.org/cavidades-con-aire-enrarecido/ ). 

Lo malo es que, en el mes de Octubre, se supone que ya debería haber acabado el estiaje... ¿no?

Pues nada... a nosotros se nos ha jodido en esta ocasión bajar a -90 metros. O, quizá no...

Subo aquí el vídeo de nuestra breve incursión a la Sima la Raja:


Vídeo con las imágenes que grabé durante esta incursión fallida.

Dejo por aquí también la imagen de la topografía de esta cavidad, editada por el Grupo Espeleológico Viana:


Topografía en planta y perfil de esta Sima la Raja.

Y bueno... como nos habíamos quedado con ganas de más y estábamos cerca de la Sima de Alcorón, decidimos realizar una visita turística a esta cavidad de grandes dimensiones, y que baja tan profundo como la Sima la Raja.

Así pues, comemos algo en las mesas de la entrada, cogemos el medidor de oxígeno (más por curiosidad que por otra cosa, ya que no creemos que en esta sima haya descendido), las luces y para abajo.

Ésta sima es turística, y está acondicionada con una escalera que nos lleva hasta la parte más baja de la sala, aunque no es la parte más baja de la sima...

En este lugar siempre hay gente. Nos cruzamos con multitud de visitantes durante nuestro descenso.


Fotografía desde la zona baja de la gran sala que forma la parte turística de esta cavidad.

Aquí abajo, hay un pilón con agua. 

Paramos a echar un vistazo ya que sabemos que este no es el punto final de ésta sima. Sabemos que hay un hueco por el que la sima baja un poco más, hasta los 88 metros de profundidad, y queremos echar un vistazo (pero sin bajar, ya que hemos dejado las cuerdas en el coche).

No tenemos la topografía a mano, así que no sabemos bien por dónde es. Nos asomamos a un par de grietas, comprobamos el porcentaje de oxígeno que marca el medidor (19,8% creo recordar) y volvemos a la superficie.

Dejo por aquí el vídeo de las imágenes que tomé en esta Sima de Alcorón:


Sima turística de Alcorón.

También dejo por aquí la topografía de esta cavidad, realizada hace ya años por los compañeros de la Asociación Espeleológica Conquense Lobetum:

Topografía de la Sima de Alcorón.
Y, cómo no, he subido un vídeo a YouTube con lo que grabé en vídeo de las peripecias aquí contadas. Lo podéis ver completo en el siguiente enlace:


Para terminar, vamos con un pequeño homenaje.

Una vez arriba, un hombre nos ve con el medidor y entabla conversación con nosotros. Es espeleólogo también (aunque su aspecto no vaya muy acorde, ya que es un hombre muy grande y corpulento). Intercambiamos conversaciones sobre cuevas, oxígeno y demás y, al decirle que Hermano Errante y yo estábamos afiliados con la Asociación Espeleológica Conquense Lobetum nos da recuerdos para Valero, Cañada y Padre Errante, a los cuales conoce desde hace tiempo, gracias a la pasión por las cuevas. Nos choca que este hombre venga desde Daimiel (Ciudad Real) hasta aquí a hacer espeleo. Una paliza de viaje cada vez que quiere meterse en una cueva. Eso demuestra su dedicación. Nos quedamos con su nombre para transmitirle el saludo a Padre Errante: se llama Emilio. Padre Errante nos habla muy bien de él. Guarda buenos recuerdos.

Unos meses después (hace unos días), sale el número digital de la Revista Calar, dedicada a la Espeleología de Castilla la Mancha. En uno de los primeros artículos de dicha publicación se habla de los logros y la gran afabilidad de Emilio Núñez de Arenas, bombero de Valdepeñas (Ciudad Real) que al parecer falleció recientemente. Su foto me suena. Es el mismo Emilio que conocimos aquél día. Uno de los creadores del Grupo Espeleológico de Ciudad Real "Huesos". Vaya...

Valga este artículo como pequeño homenaje a ese afable pionero de la espeleología castellano manchega con el que cruzamos unas cuantas palabras un día 12 de Octubre de 2019 al salir de la Sima de Alcorón, tras no haber podido descender la Sima la Raja. Poco después falleció. Descansa en paz, Emilio.

Para acceder a la Revista Calar 2020, tenéis aquí el enlace de descargahttps://www.fcme.org/revista-calar/

Por cierto, la imagen de la portada es de Edu, compañero de Fotoespeleo QNK que ganó el concurso de fotografía de 2019 de la revista. Estuvimos allí cuando la hizo: Sima del Bancal de la Nevera.

Y, por mi parte, nada más.

¡Saludos y a cuidarse mucho, lectores errantes! ¡Nos vemos en el monte!

¡Hasta la próxima!