Volvemos. Es lo que tocaba. Y, por mi parte, no me importa
volver las veces que haga falta. Es un sitio impresionante del que no me canso.
Hablo, de la Similla del Val, en las cercanías de Santa María del Val. Una
cueva impresionante (aunque sus dimensiones no lleguen a ser muy grandes) con todo
tipo de pasos, secciones y posibilidades. Además, es parte de un sistema
hidrogeológico importante de nuestra provincia.
Dicen, que a la tercera va la vencida y, en este caso, no
mienten. Tuvimos que adentrarnos en este mundo subterráneo tres veces hasta
llegar al punto final de la cueva donde un derrumbe del techo creó una sala de
dimensiones considerables, y desde la cual ya no se puede avanzar mucho más.
Aclarar también que, esta cueva fue topografiada por la Asociación
Espeleológica Conquense Lobetum, a la que pertenecemos Hermano Errante y yo,
pero para ir a visitarla, no les pedimos dicha topografía. Así, al adentrarte
en un lugar del que no tienes ninguna referencia, te da la sensación de que lo estás
explorando por primera vez (aunque no sea cierto) y todo te parece más
impresionante que si te lo cuentan de antemano. Además, esta cavidad, al no ser
muy frecuentada, se conserva bastante mejor que otras donde hay marcas y
'pintadas' por todas partes, es decir, es más pura.
En esta entrada no incluiré apenas fotos mías, ya que las
mostré en su momento en esta entrada sobre nuestra primera visita a la Similla. De nuestra segunda visita sí que he incluido alguna foto, pero de los
compañeros con los que acudimos aquella vez. En esta ocasión, he montado un
vídeo de 10 minutos con todos los vídeos grabados en cada una de nuestras
visitas y lo he subido a Youtube. Más abajo tenéis el enlace.
¿Vamos a lo que vamos? Bien. Voy a relatar un poco de cada
una de nuestras visitas a este lugar espectacular.
En la primera visita, estábamos Hermano Errante y yo. Fuimos
poco después de la última gran nevada que hubo por aquellos lares, y la
aproximación a la boca de la cueva la hicimos campo a través, desde la
carretera que une Poyatos con Santa María del Val, esquivando pinos volcados
por todas partes. No nos costó mucho encontrarla, ya que íbamos recomendados
por Padre Errante y nos dijo el punto exacto del mapa donde teníamos que
buscar. Aunque la entrada está algo escondida, no nos costó dar con ella. Así
pues, nos adentramos sin saber lo que nos íbamos a encontrar, y lo que encontramos
nos gustó mucho.
Aquella vez corría un reguero de agua desde la zona que hay
debajo de la boca de entrada. Siguiendo este reguero, tras pasar una zona un
poco estrecha para llegar a él, el curso de agua ha excavado un pequeño arroyo
subterráneo, que corre en dirección Norte por la galería principal que, sin ser
tan grande, se parece bastante a la de la Cueva del Tío Manolo, en Uña.
Seguimos pues dicho cauce, y nos encontramos con un par de pasos estrechos
entre la pared de la galería principal y algún derrumbe ocasional del techo.
Este tramo no tiene ninguna dificultad. Las cosas se ponen peor más adelante.
Aquí se va andando sobre arena lavada, esquivando el curso de agua, saltándolo,
o pasando por él (cubría un palmo, más o menos). Así, llegamos a la primera
zona donde no sabíamos muy bien como seguir. Por el cauce, se adivinaba un paso
bajo que te obligaba a pasar con el cuerpo muy cerca del agua. Hermano Errante
se metió por ahí. Yo seguí un poco más adelante y vi una gatera colgada a poco
menos de dos metros de altura, junto a la pared de la galería principal, y subí
por ahí. Hermano Errante me esperaba ya en el otro lado tras pasar a ras del
agua. Habíamos pasado el primer caos de bloques, que no es otra cosa que un
derrumbe de la galería principal que dificulta la progresión. Una vez superado
este caos, volvemos al curso de agua que veníamos siguiendo. Se vuelve a
ensanchar la sección de la cueva.
Avanzamos más, hasta adentrarnos en otro caos de bloques.
Éste, más complicado que el anterior, y colgado un poco por encima del nivel de
la galería principal. Aquí, no vimos nada claro el paso, y nos adentramos en
todos los resquicios que vimos, pero sin dar finalmente con el que nos hacía
continuar. Nos habían dicho que la cueva tenía un desarrollo topografiado de
unos 800 metros, y no nos daba la impresión de haber recorrido tanto trecho.
Tras embarrarnos arrastrando por todo tipo de gateras y entre bloques
empotrados, nos dimos por vencidos y emprendimos el camino de vuelta. Ya en la
galería principal, Hermano Errante se fijó en un hueco del techo por donde
podíamos trepar, y subimos a una galería fósil que corre por encima de la
principal. Por ella llegamos de nuevo hasta la primera parte de la cueva, y
salimos al exterior. Primera visita, concluida, y con ganas de más.
Selfie de los miembros de Fotoespeleo QNK que acudimos a la cita. De izquierda a derecha: Hermano Errante, Edu, Fidel, yo y Aitor. |
Buscando lugares donde colocar flashes y demás. Foto realizada por Fidel (creo). |
Hermano Errante junto al rincón plagado de estalactitas de la zona fósil de esta cavidad. Foto de Edu. |
Fidel y Aitor preparados para hacer una foto a Edu. Foto por Edu. |
Fotografía de Aitor a Edu mientra éste los fotografiaba a él y Fidel. Ésta foto y la anterior se hicieron casi al mismo tiempo. |
Foto que me tiró Edu mientras reptaba por la galería fósil colgada sobre la galería principal. |
Yo mismo saliendo de la gatera en ascenso que conduce a la galería fósil y su espectacular rincón plagado de espeleotemas. |
En esta nueva visita, yo sí que me adentré en una gatera que
salía de la zona fósil hacia un lateral de la dirección de la galería
principal. Estaba investigada (había restos de que alguien se había arrastrado
por allí) pero su corta sección me hizo desistir. Para otra visita, si
volvemos, tengo pendiente echarle un ojo más detenidamente. Tras hacer las
fotos, volvimos a la superficie.
Tras esto, dejamos un tiempo la Similla. Pero, unos meses
después, en una reunión con el grupo Lobetum, preguntamos a su Presidente
(Enrique Valero) por la continuación y nos dibujó un croquis en una servilleta
donde explicaba cómo encontrar el paso que nosotros no habíamos podido hallar
por ninguna parte.
Ya, con el 'mapa del tesoro', el día 20 de Junio de este
mismo año, tras hacer el Barranco del Arroyo del Valle junto con Charly,
volvimos a la Similla para ajustar las cuentas pendientes.
Pasamos rápidamente por la galería principal y los pasos que
ya conocíamos. Una vez en el segundo caos de bloques, bajamos hasta el cauce
del curso de agua (que en esta ocasión tenía agua embalsada, pero no corría) y
Hermano Errante se adentró en un laminador, que desembocaba en una gatera estrecha,
tras la cual había que empotrarse entre las paredes para ascender un tramo
vertical de unos 2 metros y pico. Éste era el paso que buscábamos. Gracias a
las indicaciones de Enrique Valero, habíamos dado por fin con la continuación
de la cueva. Si bien es verdad que, este paso está muy próximo a la zona por
donde discurre el agua, y si la primera vez no lo vimos fue porque el nivel del
agua era mayor y el paso se encontraba sifonado (lleno de agua, vamos).
Pasamos por esta zona, donde tienes que convertirte en un
auténtico 'tetris humano' para lograr encajarte, desencajarte y salir por
arriba; y continuamos al otro lado del caos, por el cauce nuevamente. Aquí
había una 'bandera' realmente larga y blanca (se muestra en el vídeo)
descolgándose de la pared y algunas estalactitas finísimas en plena formación.
Tras esto, un tercer caos de bloques obstruía el paso, pero tras una corta
trepada y una gatera entre los bloques desembocamos en la sala final de esta
cueva. Una sala casi circular, de unos 15 o 20 metros diámetro, donde había un
par de gateras que investigamos, pero que se estrechaban mucho ya como para
permitir el paso. Habíamos llegado a la zona final de esta cavidad.
La dirección principal de toda la cueva va hacia el Norte, y
es de esperar que esté conectada con la Sima del Labio de la Tía Coja, y más
adelante con el Sumidero del Embalsador (actualmente en exploración, y ya con
un desarrollo superior a 6 kilómetros, lo que la convierten en la cavidad de
mayor desarrollo de la provincia). De no ser por los derrumbes que cortan el
paso, si se pudieran conectar la Similla, el Labio y el Embalsador, estaríamos
hablando de un sistema de cavidades que alcanzaría varios kilómetros más de lo
que actualmente se conocen, ya que estas tres cavidades vierten el agua que cae
en toda la Muela del Rebollar hacia el Norte, en el Río Cuervo. Ojalá algún día
se pueda encontrar o forzar la conexión entre estas cavidades. Sería un sistema
kárstico increíble.
Y, hasta aquí la crónica... os dejo el enlace al vídeo que
he subido a Youtube para que veáis cómo es realmente lo que he relatado aquí: https://youtu.be/4b-OinAiGbc
Y con
esto, me despido hasta la siguiente entrada. ¡Hasta la próxima!
Buenos días!! Lo primero que quería darte es la enhorabuena por el blog, tener un blog es una tarea de constancia y un trabajo muy altruista del que mucha gente se beneficia y no siempre se agradece ni se gratifica por parte de los lectores anónimos a los autores. Te tengo que decir que gracias a tu blog he conseguido sacar información clave para, en particular, localizar y tener la posibilidad de visitar esta maravilla de cueva. También he leido muchas otras entradas del blog y da gloria que haya gente que se tome el tiempo y la molestia de compartir toda esta información.
ResponderEliminarNosotros también tenemos un blog; no tiene el objetivo de dar ubicaciones ni reseñas, es un blog de fotografía de espéleo, te animo a echarle un vistazo, en especial a la entrada que hemos subido respecto a la Similla del Val. A seguir igual y un abrazo fuerte!!
https://nochesdeespeleo.blogspot.com/
He estado unos días desconectado por motivos laborales, pero a la vuelta, me ha alegrado mucho ver tu comentario y saber que la información de este humilde blog te ha servido. En el fondo, ese es el objetivo de mis publicaciones. ¡Gracias por tu aportación y divulgación fotográfica del increíble mundo subterráneo! ¡Saludos y un fuerte abrazo!
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