martes, 26 de marzo de 2019

Una de simas - Parte II: Sima SC 35 (en la Muela de la Madera, Las Majadas) con el equipo de Fotoespeleo QNK

De la sima SC 35 se podría decir que es una pequeña joya escondida, al menos a mi parecer. Me gustó más de lo que me esperaba, ya que había bastantes formaciones y pasos de todo tipo. Pero, vamos por el principio.

Esta sima fue encontrada por un grupo espeleológico madrileño, y re-topografiada posteriormente por los miembros del Grupo Espeleológico Conquense Lobetum durante la campaña de exploración sistemática de la Muela de la Madera (100 kilómetros cuadrados de “altiplano” entre Las Majadas, Uña, Huelamo y Tragacete), en busca de cuevas y simas que condujeran hacia la Cueva del Tío Manolo (que también habían encontrado y explorado tiempo antes). Toda la Muela de la Madera hace de zona de captación, plagada de sumideros donde las aguas de lluvia se filtran para buscar salida al Río Júcar bastante más abajo, en surgencias como la de la Fontarrona (junto al cauce del propio río), la de Fuencaliente (junto al embalse de la Toba) o la propia Cueva del Tío Manolo.

Cuando Lobetum (grupo espeleológico conquense con muchísimos años de andanzas subterráneas con el cual estamos federados Hermano Errante y yo actualmente) se puso a buscar en esta zona y se encontró con más de 200 simas (hay tantas que, Hermano Errante y yo tenemos las nuestras propias. Sí, Padre Errante le puso nuestros nombres a dos simas de las que encontraron. Las mía es la nº 184. La he buscado un par de veces, pero no he dado con ella… aún). Hicieron topografías y registraron en mapas, a la antigua usanza (con brújula) la ubicación de las bocas de entrada de cada una. Es difícil encontrar muchas de ellas, pero como Padre Errante fue miembro en activo del grupo durante mucho tiempo, y fue ésta una de las últimas cavidades a las que se metió, nos dijo el lugar por donde buscarla y nos fuimos de sesión de fotos a ella.

Sí, de fotos. Esto merece una explicación breve.

Unos cuantos aficionados a la espeleología de la provincia de Cuenca (contamos con miembros de La Mancha, de la capital y de la Serranía), nos hemos juntado con el fin de, a la vez que disfrutamos de nuestra afición, darla a conocer mediante fotografías con equipo semi-profesional a la gente que no se anima, o no se atreve, a pasar las penurias que a veces hay que pasar para llegar a estos sitios. Hasta ahora hemos dado a conocer los trabajos que hemos ido realizando (pues llevamos ya unas cuantas salidas) mediante redes sociales propias… pero, por fin, hemos creado una página web para ir recopilando todas las fotos que, con nuestra experiencia adquirida mediante el método de ensayo y error, hemos ido haciendo con mayor o menor tino. Juzguen ustedes visitando este link: https://fotoespeleo.es/ 

La verdad es que ganas no nos faltan, así que vamos a seguir dando guerra con este proyecto durante tiempo. Seguro.

Al lío.

Estamos al Noreste de la Muela de la Madera y esta vez nos hemos juntado seis personas para la sesión de espeleofoto. Estamos: Edu (el fotógrafo y ‘fundador’ del grupo Fotoespeleo QNK), Fidel (madrileño-manchego, y el mayor del grupo), Alberto (nuevo fichaje de Fotoespeleo QNK, madrileño dueño de la empresa Júcar Aventura), Manuel (gaditano y compañero de curro de Alberto), Hermano Errante y el que escribe. (aunque, no estamos colocados por este orden en la siguiente foto)


Foto de grupo de los miembros de Fotoespeleo QNK que nos juntamos para esta misión.

Ya con todo el equipo puesto y las sacas llenas con el material necesario, Hermano Errante se pone a montar la cabecera de entrada al irregular pozo de 19 metros que da acceso a esta joya escondida.


Hermano Errante asegurado a la cuerda para montar la cabecera del pozo de entrada.

Preparando la instalación para bajar este pozo de 19 metros.


No hay fraccionamientos en la bajada y tenemos que esperar a que baje hasta el fondo y dé el ‘libre’ al siguiente. Vamos, que se va un rato hasta que bajemos todos…

Yo decido dejar bajar a todos delante y hacerlo el último. Al poco de bajar, lo que se ve si miras arriba es esto:


Primeros metros del descenso. Foto cedida por el compañero Fidel.


Estamos entrando de nuevo en las entrañas de la tierra. De nuestra tierra.

Este pozo es producto de un ensanchamiento de diaclasas, y por tanto no es redondeado como sería por acción del agua, sino que tiene una forma discontinua, como con bordes según vas bajando por una grieta estrecha, pero larga.

Cuando bajo, no encuentro a nadie. Estoy en un cono de derrubios (una montaña de lo que cae de arriba, vamos) formado de barro. Hay un paso un poco bajo, pero corto. Lo franqueo y, sigo sin ver a nadie. Vaya… me han abandonado. Ahora la sala es un poco más grande, con algunos bloques del techo desprendidos por el suelo. Los sorteo y me encuentro un resalte en bajada donde ya oigo las voces de mis compañeros, que están montando un pasamanos auxiliar (ya hay uno montado en fijo, pero parece bastante precario) y haciendo las primeras fotos y vídeos. Bajo de un salto (que luego me enteré que había sobresaltado a Hermano Errante, al creerse que me había caído) y me acerco a una estrechez baja que me separa de ellos.

Entro por la estrechez, dejo mi saca, veo que no cabemos bien y me vuelvo a salir para grabar este vídeo:



Vídeo de las primeras zonas de esta sima SC 35.


El pasamanos que están montando, lo hacen ya que, tienes que pasar haciendo oposición en X (esto es, con una pierna y un brazo a un lado de la galería, y los otros al otro) por encima de un pozo de 13 metros donde cae el agua de esta sima, que es activa. El pozo, no es muy hondo, pero no lleva a ninguna parte y por eso montamos un el pasamanos auxiliar, en lugar de bajarlo…

De este punto os puedo mostrar la fotaza que se marcó Edu, el fotógrafo del grupo, con Alberto como modelo (para dar escala… porque posar, se nos da fatal a todos).


Alberto junto al P13 ciego, que evitamos mediante un pasamanos.

También pongo alguna de Fidel, donde se ve pasar a Edu por este mismo punto, cargado de sacas y material:



Edu progresando anclado al pasamanos.

¡Equilibrismo subterráneo!

Tras pasar el P13 (el pozo de 13 metros, en jerga espeleológica) estamos en la parte más amplia de la galería. Aquí ya hay formaciones curiosas, de las cuales dejo una muestra:


Vaya, ésta me salió movida...

Techo concrecionado.

Gota a gota. Así se forma todo esto. Con paciencia.

Columna que dificultaba el paso a la siguiente sección de la galería principal.

Edu reptando junto a la columna.

Macro de una pequeña estalactita

Aquí estuvimos un buen rato haciendo fotos, y como Hermano Errante se había ido hacia el fondo, me fui a buscarlo mientras grababa este par de vídeos del desarrollo de esta sima:


Avanzo hasta Hermano Errante grabando la galería principal.


Vídeo de la sala donde Hermano Errante se quedó a esperar al resto del grupo.

Tras esta escapada, volví con los compañeros que estaban en faena fotográfica, y grabé unas tomas de esa parte de la galería:


Vídeo de las concrecciones de la galería principal.


Edu luchando con un paso estrecho.

Tras lo cual avanzamos, ahora en grupo, hacia donde estaba Hermano Errante, y donde hicimos otra parada para hacer una foto que, yo no tengo aquí… pero, lo que sí tengo, es la foto que hice yo con mi móvil aprovechando la luz de los flashes de Edu:

Foto hecha con el móvil, aprovechando la luz de los flashes de Edu.

Por supuesto, la que hizo Edu quedó mejor, pero para verla tenéis que visitar nuestra página https://fotoespeleo.es/

Hacemos otra foto, esta vez acrobática, aunque no lo parezca…


La acrobacia de la foto reside en que, sobre el casco de Alberto estaba apoyado el flash, en equilibrio, para poder iluminar bien la estalactita que hay más próxima a él. Por otro lado, el flash que se ve por la ventana del fondo lo estaba sujetando yo.

Y seguimos un poco más. Ahora estamos en una galería estrecha, pero para mí la más bonita de toda la sima. El techo está plagado de espeleotemas, que ya había visto en fotos de Padre Errante en esta misma sima hechas hace 20 años, por lo menos. Ahora, por algún ‘ajuste’ de las masas de roca, hay una grieta horizontal perfectamente definida en una parte de la sección, que parte todos los espeleotemas, pero sin llegar a separarlos. En esta foto que me hizo Edu, se ve perfectamente en la columna que hay más cerca de la cámara:


Yo, 'posando' en la Galería Javier Molinero de esta sima SC 35. Observad la grieta que hay en la columna.
(Pulsar sobre la imagen para ampliar)


Aquí ya, dimos por finalizado el trabajo, y recogimos para emprender el camino de vuelta.

Hasta este punto llegamos en nuestra expedición.

Recogiendo el material de foto y guardándolo en botes estancos.

Decir que el desarrollo horizontal de esta sima es de unos 247 metros, topografiado por Lobetum. Aunque no llegamos a hacerla toda (nos quedamos a la altura de la Galería Javier Molinero) nos fuimos contentos con lo visto y con el resultado de las fotos.

A la salida vi un esqueleto de ardilla en una zona de la sima donde no era factible que estuviese… demasiado adentro, sin luz, no es fácil que entre un animal. Pensé que, la grieta con agua que se ve en uno de los vídeos que he puesto más arriba, da a la superficie por algún pequeño agujero… pero, a saber.

Esqueleto encontrado, más o menos, por la mitad del desarrollo de la cavidad. Parece de una ardilla. Raro, ¿no?

Para terminar, con algún vídeo de los que he puesto también aquí, y con otros que grabé, hice una mezcla para subir a Youtube, ya que al buscar información de esta sima, no se encuentra casi nada. Y lo poco que se encuentra, son vídeos con fotos… así que me decidí a subir uno para que los futuros visitantes a esta cavidad tengan una referencia de lo que se van a encontrar.


Por último, animaros una vez más a echar un vistazo de vez en cuando a la página de Fotoespeleo QNK donde iremos subiendo poco a poco crónicas e imágenes de este espectacular subsuelo sobre el que tantas veces pasamos sin ni siquiera darnos cuenta.

Dejo una imagen de la topografía que realizó el grupo espeleológico Lobetum, al que pertenezco, fechada el año de mi nacimiento.


Plano topográfico de la Sima SC 35 realizado por Lobetum, allá por el año 1.987.
Y con esto, me despido, en nombre también del Equipo de Fotoespeleo QNK, ¡hasta la próxima lectores errantes!


Amontonando el material tras la salida de la cavidad... Foto cedida por Fidel.

Fotoespeleo QNK. Anden atent@s a este nombre y su página web (logotipo realizado por KDX).


viernes, 15 de marzo de 2019

Explorando un karst cualquiera...

¡Hola de nuevo, lectores errantes!

En la crónica de hoy, vamos a explorar una zona kárstica de nuestra provincia, pero esta vez no voy a dar la localización del lugar.

El 'gran mar de piedra' de este karst.

Esta zona, la descubrí 'superficialmente' en una de mis rutas, un domingo a principios de enero de este año. Vi callejones pétreos y muchas formas labradas indudablemente por la erosión del agua en la caliza, tras lo cual pensé: "Esta zona, pinta bien para encontrar alguna cueva... tendré que volver más adelante", y así hice. Desde aquel día, he vuelto a investigar unas 5 veces más en solitario, y otras 2 con Hermano Errante, ese karst en busca de cuevas o simas y, algo hemos encontrado...

Para empezar, vamos a aclarar algunas cosas, como por ejemplo: ¿qué es un karst? Pues bien, la palabra karst hace referencia a una forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza. La 'meteorización química' hace referencia al proceso de karstificación, que viene a ser el proceso químico por el cual, el CO2 que contiene el agua de lluvia (y el que arrastra de hojas de árboles y de la atmósfera) reacciona al contacto con la roca caliza, creando anhídrido carbónico (ya que la caliza reacciona a los ácidos) que al liberarse disuelve lenta y pacientemente la roca, y transporta materiales, mediante el agua, a otras partes. Así es como se forman los espeleotemas como las estalactitas o estalagmitas (con los materiales disueltos de otros lugares y depositados en los techos y paredes de las cuevas), además de crearse formaciones externas (a campo abierto) como callejones, lapiaces, dolinas, uvalas, poljés, sumideros, etc... en las zonas de erosión.

No quiero extenderme demasiado con la teoría, sólo decir que, con un vistazo estando en ese lugar, es fácil saber que la erosión ha tenido que dar lugar a la formación de algún fenómeno kárstico de los que me interesan: cuevas y simas.

Pues bien, tras ese primer vistazo rápido, volví con Hermano Errante unos días después, para adentrarme más en esta zona y buscar 'bujeros'. Al poco de llegar ya vimos indicios de cavidades, aunque la mayoría no pasan de ser oquedades por las que no puede pasar una persona...

Una muestra:

Boca de una cueva que parece que tira, pero en la que no es posible meterse dado lo estrecho del agujero de entrada...
La boca de esta cueva se parece mucho a la de la Cueva del Alto de la Peña, en Las Majadas, ya que está en medio de un callejón estrecho (un macrolapiaz) excavado en la roca por el agua.

Hermano Errante sale tras asomarse y ver que no se puede pasar. 

Hermano Errante en la boca de esta cueva.

¡Esto pintaba muy bien, sin duda!

En ésta primera no pudimos entrar, pero no habíamos hecho nada más que empezar a buscar y, ¡ya había cosas interesantes! Esto nos subió la moral y seguimos deambulando por este lugar, y encontrando cosas como estas:

Llegando al karst.

Y digo yo... ¿cómo ha acabado teniendo esa 'visera' la roca?

Hermano Errante ante un 'bujero' en uno de los callejones de este karst.

'Gran mar de piedra', dividido en varias 'islas' por una multitud de callejones que lo cortan por donde el agua ha erosionado más.

Viendo esos 'callejones' (técnicamente llamados macrolapiaces) se intuye que ha tenido que pasar mucha agua por ellos durante muchos milenios, y por ello estábamos casi convencidos de poder encontrar alguna cueva que tuviese un desarrollo aceptable. Yo, ya estaba casi soñando con encontrar un colector subterráneo donde diesen a parar las aguas que corrían por esos callejones en época de lluvias. Pensaba que, si todos los callejones desaguaban en un mismo punto, debería haber una galería enorme excavada bajo el suelo de la zona que pisábamos. Quizá lo haya, pero no llegamos a investigar tanto...

Aun así, si que encontramos muchos pequeños sumideros, como los del siguiente vídeo y las tres fotografías que le siguen:

Pequeños sumideros. La mayoría demasiado pequeños como para colarse por ellos.

¿Esto tira? ¿Tiene desarrollo?

¿Y ésta?

¿Acaso ésta es la buena? A las simas que aparecen en estas tres fotos no intentamos bajar... quizá lo hagamos más adelante.

En otra visita en solitario investigué un par de karst cercanos, pero no vi tantos indicios de erosión como en éste, así que volví a patearlo varias veces más, mientras recolectaba imágenes y vídeos.

Macrolapiaz al borde del 'gran mar de piedra' donde más tarde Hermano Errante encontraría una sima a la que bajamos.

En el borde del 'gran mar de piedra', donde hay un barranco.

Covacha en uno de los callejones de esta zona.

En esta secuencia se puede ver el proceso de formación de un callejón o macrolapiaz. La primera imagen es un surco en un mar de piedra, excavado por la acción erosiva del agua. En las siguientes la grieta se va ensanchando y sus paredes se van separando y haciendo cada vez más altas, hasta formar grandes callejones como veréis más abajo...

Lapiaz. El agua ya ha hecho un pequeño canal en la roca.
El lapìaz va cogiendo profundidad poco a poco.
Y el agua sigue horadando pacientemente hasta formar estrechos pasillos, y más adelante callejones.

Estos macrolapiaces, cortan el 'gran mar de piedra' por muchos puntos, formando callejones, que van en dirección a un barranco cercano.


En el 'gran mar de piedra' junto al barranco.

Os dejo por aquí un vídeo con tres tomas de dos 'mares de piedra' que estuve recorriendo por la zona:

Vídeo con tomas de tres grabaciones diferentes en dos 'mares de piedra' de la zona.

Recorrí el 'gran mar de piedra' por encima y me metí en los callejones que lo surcaban. Vi unas 5 o 6 posibles simas, pero no parecían tener mucha profundidad. Había grietas por todos lados y yo deseaba dar con una que me condujese a ese gran colector subterráneo soñado.

Eso sí, esos 'mares de piedra' (me ha dado por llamarlos así porque así es como se llama a un paraje parecido de la Ciudad Encantada) me dejaron flipado, y confuso. Aún sigo sin comprender cómo han tomado esa forma las rocas de la siguiente foto:

Las rocas con forma redondeada y alargada parece que no pintaban mucho sobre un 'mar de piedra'. ¿Cómo se formaron? (Pulsar la imagen para mpliar)
Quizá en la foto no se aprecian bien. Os dejo un par de vídeos donde se ven más de cerca:


Las extrañas rocas del 'gran mar de piedra'.

El 'gran mar de pìedra' con las rocas extrañas encima y el 'gran callejón'.


Aquí vino la sorpresa. En este último vídeo se ve un gran macrolapiaz al que no pudimos bajar, pero desde arriba Hermano Errante y yo vimos que en la parte final (hacia la que discurrirían las aguas) había un agujero. Lo llamamos el 'Sumidero del Gran Callejón', ya que el callejón en el que estaba, era el más ancho y, por tanto, el que potencialmente habría llevado más agua en época de grandes lluvias, lo que implica que habría más erosión, y ello podía llevar al gran colector que yo anhelaba encontrar allí... pero ese día no encontramos el sitio para bajar, se nos hacía tarde y tuvimos que volver.

Dos días después (sí, estaba tan ilusionado que volví al poco tiempo...) volví en solitario y encontré la forma de adentrarme en el 'gran callejón'.

Panorámica desde el 'gran callejón' mirando hacia la zona desde la que se entra.

Otra panorámica desde dentro del 'gran callejón', cerca de donde acaba en el barranco cercano.

El 'sumidero del gran callejón'.

Iba en solitario y sin material de espeleo (arnés, cuerdas, descensor, etc), así que no pretendía intentar bajar en caso de encontrar que el agujero tenía profundidad... pero, ni falta que me hizo. Mis ilusiones al traste. El 'gran sumidero' no tiraba. Desde arriba daba la impresión de que tiraba, pero una vez aquí... se veía el fondo. Vaya...

Así que, volví a patear los callejones, y esta vez sí que encontré una sima por cuya boca de entrada podría entrar. Grabé el siguiente vídeo y memoricé el lugar para volver a explorarla más adelante con Hermano Errante, trayendo ya material de espeleo.

Boca de una sima que tenía muy buena pinta y no tenía indicios alrededor de haber sido explorada.

Y, eso mismo hicimos. Volvimos otro día con las cuerdas y todo el equipo y nos fuimos directos a la sima del último vídeo, que había descubierto poco antes.

Una vez allí, decidimos anclar la cuerda a un anclaje natural, esto es: a un árbol. Había cerca un pino bastante recio, y ese fue el punto donde atamos la cuerda y me dispuse a bajar yo el primero a explorarla, ya que había sido su descubridor.

Aquí estoy yo bajando a la sima.

Un poco más abajo ya se bajaba en volado, sin tocar las paredes.

Pues bien, me tiro para abajo. Al poco veo un tronco empotrado contra la pared. Se ve el fondo, con lo cual no tiene mucha profundidad. Mi esperanza era que tras llegar a la base de este primer pozo, que tendría unos 8 o 9 metros, se abriese una galería hacia alguna parte, pero no era el caso...

No había ningún indicio de que nadie antes hubiera bajado aquí, así que ese es el consuelo que me queda... el haber sido el primero en meterme; pero esto no llegaba a ninguna parte. La base del pozo era un círculo de un metro sesenta de diámetro (aprox.), con una grieta estrecha a un lado que se cortaba a los 2 metros aproximadamente y una repisa en frente. Al parecer esta era una sima joven. No le ha dado tiempo a desarrollarse y agrandarse. Espero volver a poder descenderla dentro de 100.000 años, a ver si ya tiene algo interesante... jajaja.

Os dejo un vídeo en el que he fundido 3 vídeos grabados en esta sima, a la que también bajó Hermano Errante a investigar:


Vídeo de esta pequeña sima que, al parecer, hemos sido los primeros en explorar. (Las cifras que digo en el vídeo, luego pensé que eran exageradas, viendo la escala cuando baja mi hermano, estimo unos 8 o 9 metros)


Vale, pues ya habíamos despejado una incógnita... de modo que, subimos de nuevo a la superficie, recogimos el material y nos fuimos a la siguiente.

La siguiente parada era una grieta que Hermano Errante había descubierto en el recodo de uno de los callejones que surcan el 'gran mar de piedra' de este karst. Cuando lo descubrió y tiró un par de piedras para sondear su profundidad, me dijo que sonaban como bajando por una rampa, unos cuantos metros. Tenía buena pinta. Así que nos fuimos para allá, adentrándonos en uno de los callejones de esta zona, un sitio alucinante.

Hermano Errante en el callejón que llevaba a la sima que él había descubierto.

Callejón desde el recodo donde se encontraba la boca de la sima. Estamos en el interior de un macrolapiaz.

Aquí ya no era tan sencillo como llegar, anudar la cuerda a un árbol y meterse a la sima. Este estrecho callejón no tenía cabida para árboles, y había que currárselo un poco más, taladrando a mano las paredes para poner un par de anclajes de seguridad y bajar..

Hermano Errante me preguntó si se ponía él a meter los spits en la roca, a lo que yo no le dije que no... ya que este proceso es lento y laborioso. Y algun@ dirá... ¿Qué hay que hacer? ¿De qué va eso de colocar spits? Pues nada, os lo resumo. Se trata de meter un taco de acero en la roca, con un martillo y un burilador. Golpe a golpe. El spit, es como un macarrón de acero, hueco por dentro, con un borde dentado. Esa parte dentada va taladrando la pared a cada golpe y sacando la roca que deshace por ese hueco central. Una vez bien asentado en la roca, se saca el spit y se mete dentro de éste un taco que, al presionar contra la roca con un último martillazo, se introduce en el spit y lo expande, abriendo el macarrón de acero y fijándolo a la roca para que no salte aunque se apliquen fuerzas en cualquiera de las direcciones.

Con el spit clavado en la pared, se fija una chapa a él enroscándola, con un tornillo que viene incluido con la chapa, se ata la cuerda, se pone el descensor en ella y, ¡para abajo!

Ahí va una foto, y un vídeo del proceso de instalación hasta tener montada la cuerda y bajar por el hueco:

Hermano Errante dándole caña al martillo y el burilador. A sus pies, el agujero por el que íbamos a entrar.

Vídeo donde se muestra el paseo por el callejón de acceso y la preparación de la instalación para meternos a explorar la sima.

Lleva su faena, ¿eh? Pues vale, ya estaba todo listo. Ésta la había encontrado Hermano Errante, de modo que sería él quien tuviera el privilegio de entrar primero. Yo le seguí, y tras superar el corto descenso (serían unos 3  o 4 metros con buenos apoyos para las manos y los pies) estaba en un callejón muy estrecho que bajaba en rampa hacia un recodo oscuro. Bajamos la rampa ayudándonos de la misma cuerda que habíamos anclado arriba. Esto tiraba para adelante, ¡y tenía muy buena pinta!

Metido de lleno en un macrolapiaz dentro de otro, Hermano Errante baja la rampa ayudado por la cuerda.

Vídeo de la incursión en la sima que Hermano Errante había encontrado.

Aquí tampoco había restos de exploraciones anteriores, ni de que nadie se hubiese metido a investigar. La rampa acaba, se avanzan unos 3 o 4 metros y la grieta gira a la derecha, donde hay unos 6 metros más, con un pozo que Hermano Errante cruzó en oposición para llegar a una gatera donde la cueva se cerraba. El pozo, tampoco tiraba. La cueva moría ahí, y no pasaba de ser una gran grieta bajo el 'gran mar de piedra', que se encuentra unos 18 metros por encima.

Salimos pues de ella, y fuimos a la última del día.

Nos alejamos del 'gran mar de piedra' hasta una grieta que Hermano Errante bajó a explorar. Yo no bajé pues, una vez abajo, me dijo que no merecía la pena. La grieta se hundía unos 10 metros en su zona central, pero ahí se cegaba. Para bajar montamos la cuerda en un árbol cercano. No había que rapelar, sino que era una rampa muy pronunciada de bajada.

Hermano Errante explorando la grieta.

Con esto ya nos habíamos quitado el resquemor de querer saber qué había allí, y a las simas menores que se han mostrado más arriba no intentamos entrar. Quizá alguna sí que tire, pero visto lo visto, parece que se trata de un karst de formación joven, y las grietas que hay, a pesar de estar muy erosionadas, no han llegado a formar aún galerías subterráneas grandes.

Por mi parte, volveré por allí a echar otro vistazo alguna vez más, a ver más cosas curiosas de este curioso karst que aún no ha revelado todo lo que esconde. Seguro.

Y con esto... me despido. ¡Hasta la vista lectores errantes!