sábado, 17 de abril de 2021

La 'estresante' Cueva del Alto de la Peña, en Las Majadas

¡Hola de nuevo lectores errantes!

Tras una breve parada, volvemos a errar. Esta vez (cómo no... jeje) por los subterráneos de la Muela de la Madera. Concretamente vamos a meternos (yo, por tercera vez) en la Cueva del Alto de la Peña, la más cercana a la población de Las Majadas.

La cavidad es más bien complicada, aunque no es muy peligrosa. Al principio, "se deja hacer", pero su sección y angostura van en aumento conforme se avanza, haciendo de la progresión un esfuerzo que hay que saber dosificar. Para gente de cierta envergadura, no es bonita... desde luego. Tiene algunos pasos delicados.

Como he dicho, es mi tercera vez en ella.

Los antecedentes son:

- Me metí por primera vez con Hermano Errante, el día que más niebla densa he visto en toda mi vida. El caso es que, tras unos 80 metros de cavidad, tiramos por un conducto del nivel superior que se estrechaba y retorcía por un paso por el que era imposible que nosotros entrásemos. Nos dimos la vuelta en ese punto.

- La segunda vez, fue hace no mucho. Con un par de colegas (o 3) más. Esa vez, Juanito encontró en el nivel inferior el paso que libraba el conducto estrecho con el que nos encontramos la otra vez. A la salida nos encontramos con 3 ejemplares de Meta Menardi (de la que no se había visto, o documentado, por aquí antes).

- La  tercera vez... es la que cuento en estas líneas.

Llegamos con mi nueva 'Bestia Errante' a las inmediaciones de la cueva. En esta ocasión voy con Juanito, con quien también estuve en las Cuevas de sal de Minglanilla

'Bestia Errante', mi nueva montura. Nuevos caminos nos esperan... jejejeje

Nos ponemos el equipo. Localizamos la entrada, ¡y al lío!

La entrada hacia la cavidad se realiza por la grieta de un lapiaz, en dirección Oeste. Se gira en dirección Sur al poco de meternos en el 'callejón' que forma el lapiaz. Este tramo se ve así:

Grieta en el lapiaz, por la que se accede a la cueva.

Y entrando por el fondo de la grieta llegamos hasta la boca de la cavidad.

Acceso a la Cueva del Alto de la Peña.

Boca de entrada a la cavidad.

Aquí ya dejamos de ver la luz del sol. La entrada es una gatera ancha, seguida de un laminador.

Boca de entrada.


Laminador que nos encontramos al poco de pasar por la gatera inicial.

Seguido esto de otra incómoda gatera (ésta más estrecha, con bordes a media altura) que gira a la derecha.

Gatera incómoda en esta zona inicial de la cavidad.


Tras esta zona algo incómoda, llegamos a una galería amplia, donde más adelante se vuelve a girar levemente a la izquierda:

Vídeo de esta zona de la cavidad.

Avanzamos.

La galería, al principio alta, vuelve a bajar al pasar por un par de gours secos.

Juanito pasando por los Gours.


Paso por los Gours.


Después volvemos a estar en un tramo amplio, y adornado con esta curiosa colada.

Colada en la pared de esta galería.

Se ven grietas en el techo que indican que la fisura original por la que corría el agua al principio está en un nivel superior, que ahora se encuentra casi bloqueado por las coladas y formaciones calizas que allí se han formado.

Por aquí, me fijé también en esto:

Parece fósiles... pero también podrían ser espeleotemas...


Parecen un par de fósiles, de conchas. Pero no sé muy bien si son eso, o una formación rota...

Y, algún mosquito que había llegado hasta allí, y sobre el que se había condensado la humedad ambiental.

Mosquito repleto de gotas de agua.

Un poco más adelante ya se ven más claramente los dos niveles que la galería presenta, de sección baja. La superior es una gatera, y la inferior un laminador. Ambas incómodas, pero aún fáciles.

¿Por arriba, o por abajo?

Entramos por el nivel inferior, pero más adelante, nos colamos por una de las grietas que comunican ambas alturas, y accedemos al nivel superior para pasar por una gatera con forma de meandro, ya que el nivel inferior parece ser algo más angosto.

Hay algunas formaciones invadiendo el nivel inferior, como ésta:

Pequeñas formaciones que se cuelan en el nivel inferior de esta zona de la cueva.


Por aquí vemos a Juanito sorteando esta zona.

Zona incómoda, pero fácil de pasar. A partir de aquí, se comienza a complicar la cosa. En la primera visita con Hermano Errante, llegamos hasta un poco más adelante.

Tras avanzar unos 6 o 7 metros, bajamos de nuevo al nivel inferior, donde nos arrastraremos sobre arcilla pegajosa en un paso estrecho, que nos deja en una zona en forma de gatera. Éste era el paso que nos permite continuar, y que Hermano Errante y yo no vimos la primera vez. O, quizá estaba lleno de agua, no lo recuerdo bien...

Paso sobre arcilla pegajosa. A partir de aquí, todo es nuevo para nosotros.

Después del estrecho con el suelo de arcilla, la cosa sigue siendo estrecha...

Un poco más adelante se hace algo más cómodo hasta abrirse de nuevo tras arrastrarnos junto a una colada que está invadiendo la zona de paso.

Vídeo de este tramo, que creo que se corresponde con la topografía a la llegada a la Sala de los Bloques.

Vemos geodas incrustadas en la pared izquierda, al llegar a 'La Sala de los Bloques'.

Un par de geodas incrustadas, y con su cuarzo interior descolorido.


Avanzamos un poco más, y toca volver arrastrarse, ahora sobre un suelo de roca con algo de agua.

Gatera sobre suelo 'acuoso'...

Sigue habiendo vías (o pasos) superiores, pero nos parecen más estrechos y decidimos seguir por el nivel inferior. Pasamos una primera marmita para encontrarnos con que la sección aquí se convierte en un meandro, con dos palmos de agua en el fondo. Toda esta zona de la cueva se ha formado a expensas de diaclasas, por lo que las paredes son estrechas y el techo alto.

Voy de primero, me asomo y... creo que por ahí no quepo.

Galería estrecha, labrada a expensas de una diaclasa y con el fondo lleno de agua.


Dejo pasar a Juan. Él, que es más pequeño y liviano que yo... así que, 'culebrea' por la zona superior. Se cuela entre dos estalactitas y una columna. A él le cuesta un poco... así que, efectivamente, por ahí yo creo que no quepo (luego, según Juan, si no es por ahí... por la zona inferior sí que no entro ni de coña).

Juanito 'culebreando' entre espeleotemas por la gatera superior.


Baja al nivel inferior, y también se cuela por donde yo estoy seguro de que no quepo (aunque lo he visto desde cierta distancia).

Es flipante ver a este hombre moverse por los estrechos, ¡quién pudiera!

Yo, la verdad, es que estoy un poco cansado, y decido quedarme en el meandro. Le digo que avance un poco más si quiere.

Mientras tanto, hago un par de fotos:

En este punto me he quedado. Mi envergadura, creo que me impide continuar...

Retrocedo un poco, hasta el lugar donde habíamos dejado la saca, a esperar a que Juanito vuelva de investigar lo que hay más adelante.


Juanito avanza. Le oigo a lo lejos. Grabo:

Pues nada... hasta aquí he llegado.

Apago mi luz. Escucho. Se oyen ecos de sus movimientos arrastrándose unos 20 o 30 metros más allá. Ya no se ve su luz.

Al rato, vuelve. Creo que ha llegado casi hasta el curso activo. Hay un 'riachuelo' en la parte final de la cueva, y Juan se ha dado la vuelta al oir el agua, y sabiendo que cuando entramos en ella, había llovido un poco.

Así pues, llega de nuevo hasta donde yo me había quedado:

Juanito vuelve de echar un vistazo en solitario a la continuación.


           Juanito vuelve por la gatera del nivel superior hasta donde me he quedado esperando.


Tras comentar lo que hay más adelante, nos damos media vuelta.

Pasamos por los mismos sitios, pero aun así la cosa siempre cambia. Es lo que me fascina de las cuevas... aunque pases 10 veces por el mismo sitio de la misma cueva, acabas descubriendo formas o pequeños detalles, de los que antes no te habías dado cuenta y ves las cosas de otra manera. Todo depende de la luz, y de su colocación. Y aquí, cambia constantemente (con nuestro movimiento) de sitio.

Así, mientras volvemos, me fijo en esto:

Vida subterránea. No sé muy bien si son tallos u hongos...


Tallos, u hongos. No lo sé muy bien... pero, en todo caso, es vida abriéndose paso en un lugar que no da ninguna facilidad para ello. Es admirable.

También, y como decía al principio, en otra ocasión vimos varios ejemplares de Meta Menardi (Araña de Cueva Europea), que por lo que tengo entendido no se habían visto por aquí. Dejo por aquí un vídeo y un par de fotos de esos ejemplares:

Meta Menardi, seguramente macho y hembra.




Y, bueno... volvimos a la salida con buen sabor de boca por haber avanzado un poco más, pero con el resquemor de no haber llegado hasta el final.

De vuelta en la boca de entrada a la cavidad.


Como decía: "Al principio se deja hacer, pero luego se va haciendo jodida y acaba con tu ánimo".

Fotografía panorámica del laminador que hay cerca de la entrada.

Estuvimos un par de horas arrastrándonos, pero esta cavidad se hace pesada. Al menos para un tipo de 1,79 como mido yo... pero, volveré a intentarlo.

Volvemos al exterior contentos, y nos retratamos junto a la 'Bestia Errante'.

Selfie junto a la 'Bestia Errante'.


Y, para ir acabando, os dejo la imagen de la topografía de esta cavidad, con el recorrido aproximado que realizamos sobre sus 340 metros de longitud, según marcan las medidas que realizó la Asociación Espeleológica Conquense Lobetum:

Topografía realizada por la Asociación Espeleológica Conquense Lobetum en 1985.
Ésta topografía está publicada en el libro "Cavidades de Cuenca I - La Muela de la Madera".

También aprovecho, y os dejo un enlace al vídeo completo de esta expedición reciente a la Cueva del Alto de la Peña que he subido a YouTube.


https://youtu.be/lTm159QVIE4


Y, nada más por mi parte hasta el momento.

Ando liado con algunos asuntillos, pero espero encontrar tiempo para ser un poco más constante con esto. Además, espero que 'Bestia Errante' me lo facilite...

P.D. ¡Ah, por cierto!

Hace poco llegué a 20.000 visitas, en menos de 3 años de andadura. Y, desde aquí, quiero dar muchas gracias a tod@s l@s que os habéis dado una vuelta por este blog para conocer sitios únicos por los que estoy encantado de deambular y mostraros.

¡Hasta la siguiente mis querid@s lectores errantes!